Descanso real – parte 2
El texto anterior presentó la realidad del sábado en Génesis 2:1-3. Allí se dice que, además de la construcción literaria de todo el capítulo 1 de Génesis, el uso del verbo שׁבת, que significa el fin pleno de una actividad, enfatiza el rompimiento de...
El texto anterior presentó la realidad del sábado en Génesis 2:1-3. Allí se dice que, además de la construcción literaria de todo el capítulo 1 de Génesis, el uso del verbo שׁבת, que significa el fin pleno de una actividad, enfatiza el rompimiento de la narrativa y la presentación del séptimo día como una realidad diferente de los otros seis días de la creación. Además de eso, la primera cuestión planteada, finalmente fue respondida: a pesar de que Génesis 2:1-3 presenta el foco del sábado solamente en la acción divina, el principio del imitatio Dei(imitación de Dios) se trae a colación en Éxodo 20:8-11. Al mencionar la creación como base del sábado del séptimo día, Moisés establece que lo que él hizo es en sí una invitación para que yo haga.
La segunda cuestión planteada en el texto anterior fue que, aunque la comprensión del verbo “descansar” esté relacionada al cese de la obra de la creación y la celebración de la misma, ¿qué se puede entender en relación a ese “descanso” divino?
Nuevamente, es necesario volver a Éxodo 20:8-11 para entenderlo más claramente:
- Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
- Seis díastrabajarás, y harástoda tu obra;
- mas el séptimo díaes reposo para Jehová tu Dios; no hagasen él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
(B’) Porque en seis díashizoJehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay,
(C’) y reposóen el séptimo día;
(A’) por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó”.[i]
Primero, en C y C’, tenemos la repetición de la expresión “séptimo día” y en C se lo llama “reposo” (שׁבּת). Así, queda claro que el séptimo día es reposo para Yahweh. El reposo en C representa una no acción del hombre, pues este no realiza ninguna obra. La obra no es un verbo sino un sustantivo. El verbo es “hacer”, del hebreo “עשה(ʿśh)” y que significa diversos tipos de acción, así como el sustantivo “obra”, del hebreo מלכה(mlkh), puede implicar una amplia gama de situaciones. El foco, sin embargo, parece ser que la no acción (de no obrar) está fundamentada en la acción divina de C’ de reposar.
Los paralelos a lo largo del texto son simples y evidentes: en A y A’ el hombre debe santificar (qdš) porque Dios santificó (qdš); en B y B’ el hombre hace (ʿśh) en seis días porque Dios hizo (ʿśh) en seis días. Y en todos los paralelos, los verbos usados son los mismos. Para el séptimo día, sin embargo, la diferencia se enfatiza.
O sea, a pesar de que la construcción apunta a imitatio Dei(Dios hizo, yo hago), en el caso del séptimo día el no hacer humano es la respuesta al hacer divino. El no hacer obra alguna es el resultado del reposo divino. Es el único texto de la Biblia Hebrea en que el reposo y las “obras” aparecen en oposición. El énfasis está en el reposo, por lo tanto, está en la acción divina y no en la humana.
Las implicaciones de esto afectan directamente la visión de que la centralidad del sábado está en aquello que el hombre hace en él. El texto claramente apunta en la dirección opuesta. La centralidad del sábado está en la acción divina que conduce a la no acción humana. El sábado es el día de no hacer, porque Dios hizo, él reposó.
Visión ampliada del reposo
Por otra parte, esta es otra implicación importante del texto. La orden no es para que el hombre repose, sino para que no haga. Un énfasis que termina por ampliar la necesidad de entender qué es el reposo divino aquí.
El verbo resaltado en rojo en el texto de Éxodo 20:8-11, “reposó” curiosamente no es שׁבת(šbt). Aquí, en Éxodo 20:11, el verbo usado es נוּחַ(nûaḥ). Este verbo es más usado en contextos espirituales y, de manera general, entendido como un regalo de Dios dado al hombre, por ejemplo, la bendición que Dios dará a su pueblo al entrar en la Tierra Prometida; o como la recompensa del justo y del sabio, etc. La falta de descanso aparece como una maldición también.
Su primera mención es en Génesis 2:15, como puede ser visto brevemente en otro texto de la columna (https://bit.ly/2M3O7VO). Y surge en un contexto aparentemente sacerdotal. ¿Y por qué mencionar eso? Porque el verbo nûaḥes el sustantivo derivado de él, menûḥâ, “reposo”, aparecen en diversos textos conectados al santuario, al arca del pacto y, principalmente, a la promesa de descanso en la Tierra Prometida.
El templo y el lugar del arca del pacto se lo llama como “lugar de reposo” en 1 Crónicas 28:2 y en Salmos 132:7-8 y 13-14, por ejemplo. El templo y el arca del pacto indican la morada de Dios entre el pueblo, su presencia gloriosa, su trono. Desde su trono, él reinaba, juzgando y expiando a Israel. Así, “lugar de reposo” es una referencia a Dios como rey y juez. Esa relación entre reposo y templo es lo que llevó, por ejemplo, al rabino Abraham Heschel a referirse al sábado como “un santuario en el tiempo”, hasta como oposición al santuario en el espacio, el templo.
El uso del verbo nûaḥ en el contexto del cuarto mandamiento, relaciona el sábado al contexto del santuario y, por lo tanto, al contexto del juicio. El Salmo 95, conectado a Hebreos 4, explica exactamente esa realidad. Habla de la desobediencia en oposición al reposo, pero dice que aún habrá un reposo para los que temen a Dios y lo obedecen.
O sea, la idea del reposo bíblico no es dormir, estar sin hacer nada, no trabajar, no viajar, no lavar la vajilla, etc. La idea de reposo está intrínsecamente relacionada a la realidad de Dios como rey sobre la Tierra, como juez supremo en su santuario.
Así, el sábado es el día de reposo, porque es el día en que él reina. Eso obviamente no implica que él no reine los otros días. Mientras tanto, hago como él hizo en seis días, yo hago en seis días, o sea, él me da la oportunidad de reinar durante seis días, pero debo recordar, en el séptimo día, que es él quien de hecho reina.
Recordatorio sobre quién es el Creador
El sábado es el recordatorio semanal de que nosotros no somos dueños de todo y de que somos mayordomos. Es un recordatorio semanal de que nuestro “reinado” es concedido por el Rey y, por lo tanto, ni el tiempo ni el espacio nos pertenecen completamente. Es un recordatorio semanal de que nuestra obra, toda y cualquier obra, no tiene valor en su reino, pues es solo el reposo/reinado de él que hace el séptimo día santo y bendecido.
Por último, creación y juicio, relacionados con el sábado, sutilmente conectados en Génesis 2:1-3 y Éxodo 20:8-11, aparecen claramente juntos en Apocalipsis 14:7: “Temed a Dios y dadle gloria, pues la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo, y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas”.
Bibliografía
EVEN-SHOSHAN, A. A New Concordance of the Old Testament: using the Hebrew and Aramaic text. Jerusalem: Kiryat Sefer Publishing House, 1989.
HESCHEL, Abraham J. The Shabbat: its meaning for modern man. New York: Farrar, Straus, and Giroux, 1951.
KÖEHLER, L.; BAUMGARTNER, W. The Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament.Study Edition. 2 vols. Leiden: Brill, 2001.
LARONDELLE, Hans K. Nosso Criador Redentor: introdução à Teologia Bíblica da Aliança. Engenheiro Coelho: Unaspress, Terceira Margem do Rio, 2016.
PREUSS, H. D. “נוּחַ(nûaḥ)”. In: BOTTERWECK, G. J; RINGGREN, H; FABRY, H. J. (eds.). Theological Dictionary of the Old Testament. 15 vols. Grand Rapids, MI: William Eerdmans Publishing Company, 2006.
TIMMER, D. C. Creation, Tabernacle, and Sabbath: the Sabbath frame of Exodus 31:12-17; 35:1-3 in exegetical and theological perspective. Göttingen: Vandenhoeck & Ruprecht, 2009. (Forschungen zur Religion und Literatur des Alten und Neuen Testaments).
[i]Las marcaciones y la disposición espacial no son parte del texto masorético, pero fueron añadidas para ayudar a su comprensión.