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¿Qué piensa la Iglesia Adventista del Séptimo Día sobre Elena de White?

Es esencial comprender cómo los adventistas ven oficialmente los escritos de Elena de White, considerados importante para la organización


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En sus escritos, Elena de White siempre ponía la Biblia como el centro de la predicación y de la vida cristiana. (Foto: Ellen White State)

El título de este artículo es una pregunta: ¿Qué piensa la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) sobre Elena de White? Vamos a reflexionar en este punto.

La Iglesia Adventista, como no podía ser diferente, valora la voz de los profetas bíblicos y, consecuentemente, tiene un lugar especial para el ministerio de Elena G. White. Una prueba de esto es nuestra creencia número 18: El don de profecía. ¿Y por qué valoramos la voz de los profetas? Porque Dios así lo quiere y porque necesitamos de ellos.

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Esta es, de manera resumida, la postura oficial adventista sobre Elena G. White: el don de profecía se manifestó activamente en el ministerio de Elena G. White, cofundadora de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Se le concedió instrucción inspirada por parte de Dios, en favor de su pueblo de los últimos días.

Profetisa

Elena de White jamás asumió el título de profetisa. Ella representó la fuerza motora detrás del establecimiento de las actividades de la Iglesia en los sectores de publicaciones, escuelas y la obra médico-misionera. Además, cooperó con el desarrollo misionero de extensión mundial, que hizo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día una de las organizaciones misioneras con mayor alcance y crecimiento más rápido.

Los escritos de Elena de White no son un sustituto para la Biblia. No pueden ponerse al mismo nivel. Las Sagradas Escrituras ocupan una posición única, pues son el único estándar por el cual sus escritos, o cualquier otro, deben ser juzgados y al cual deben estar subordinados.[i]

Por esto, la Iglesia Adventista no tiene dudas con respecto al don de profecía manifestado en la señora Elena G. White. De hecho, “los adventistas del séptimo día consideran que los escritos de Elena G. White son una manifestación del espíritu de profecía. A veces, eso ha sido contestado, pero es esencialmente correcto si se comprende bien la obra del Espíritu Santo y no se limita exclusivamente al ministerio o a los escritos de Elena G. White”.[ii]

Aceptación y rechazo

Obviamente, tener una postura oficial clara no es garantía de ausencia de conflictos. Con Elena G. White no fue diferente. A lo largo de su septuagenario ministerio de escritora y presentadora, enfrentó dudas y rechazo, tanto por parte de miembros adventistas como de personas que no pertenecían a la denominación.

Las dos principales acusaciones hechas están dirigidas a su don profético y a la validez o autenticidad de sus orientaciones. En resumen, los autores que la critican tienen como objetivo disminuir su papel en la denominación, desmerecer la validad de sus enseñanzas o descalificar su papel teológico en la Iglesia. Pero todo eso está contestado por los académicos adventistas más importantes, quienes siguen dándole crédito a la escritora.[iii]

Por ejemplo, George Knight afirma: “Sin duda, Elena G. White […] ha sido la adventista del séptimo día de mayor influencia en la historia de la Iglesia”.[iv] El teólogo Herbert Douglas, profundo conocedor de las obras de la escritora, sintetiza así su postura sobre el papel de White: “El intento, por parte de algunos, de alabar a Elena de White por sus contribuciones devocionales, pero negarle el papel de mensajera teológica, separa su vida de su ministerio. Su contribución teológica es precisamente la razón por la que los adventistas han tenido un programa mundial de evangelismo integrado, educación y ministerio de salud”.[v]

Distribución de libros e identidad

La Iglesia Adventista ha pensado en estrategias apropiadas para que los miembros posean un sólido compromiso con los principios y mensajes adventistas. Eso porque la organización demuestra el valor que atribuye al don profético y está especialmente preocupada por el perfil del adventismo en la nueva generación. Una manera eficaz de realizar eso es por medio del fortalecimiento de la confianza en los escritos de Elena G. White. Como parte de ese emprendimiento, la Asociación General de los adventistas estableció, en 2004, un plan de distribución mundial de diez libros de Elena de White con un precio menor que el costo de publicación.

En Sudamérica, el proyecto Impacto Esperanza, de 2007 a 2023, ha distribuido más de 340 millones de libros. Este proyecto señala que, además del componente misionero, colocar a Elena de White en evidencia es parte de una estrategia de rescate de la identidad de la denominación. Este tipo de acción ratifica la autoridad y prestigio de la autora, y corrobora la seguridad de la denominación en su llamado, incluso ante quienes nunca leyeron algunos de sus muchos libros hasta hoy, más de 100 años después de su muerte.

Las siguientes palabras de White, escritas en 1907, demuestran que ella estaba consciente de la importancia de sus enseñanzas: “Mis escritos hablarán constantemente, y su obra irá adelante mientras dure el tiempo. […] Esas palabras que me han sido dadas por el Señor todavía tendrán vida y hablarán a la gente”.[vi]

Sin duda, los libros de Elena G. White aún hablan de forma poderosa. Y justamente por eso es necesario que el lector aborde sus páginas con los debidos cuidados hermenéuticos. Sobre eso tratará el siguiente artículo de esta columna.


Referencias:

[i] Creencias de los adventistas del séptimo día, págs. 303, 311, 313

[ii] Merlin D. Burt. “A orientação fundamental do ministério profético de Ellen G. White”. In Alberto R. Timm e Dwain N. Esmond, organizadores. Quando Deus fala: O dom de profecia na Bíblia e na História. Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileira, 2017, p. 315.

[iii] Para el lector interesado, menciono algunas obras que analizan la vida y obra de la autora: WILCOX, Francis M. The Testimony of Jesus. Washington, DC: Review and Herald, 1934; REBOK, Denton E. Believe His Prophets. Washington, DC: Review and Herald, 1956; OSBORN, Richard C. Ellen White As A Historical Figure: From Nichol to Numbers – A Historiographical Analysis. 1978 (disponible para investigación en: Adventist Heritage Center, James White Library, Andrews University, Berrien Springs, Michigan); BRAND, Leonard e McMAHON, Don S. The Propeht and Her Cristics: A Striking New Analysis Refutes the Charges that Ellen G. White “Borrowed” the Health Message. Nampa, Idaho: Pacific Press, 2005; BRADFORD, Graeme S. More Than a Prophect: How We Lost And Found Again the Real Ellen White. Berrien Springs, Michigan: Biblical Perspectives, 2006; FERRELL, Vancel. Ellen White Not Plagiarize, And Here Are the Facts to Prove It. Beersheva Springs, Tennessee: Pilgrims Book, 1997; MOON, Jerry. “Who Owns the Truth? Another Look at the Plagiarism Debate”, in BURT, Merlin D., Editor. Ellen White and Current Issues Symposium. Berrien Springs, Michigan: Center for Adventist Research, Andrews University, 2005, p. 46-71. Para un breve pero específico estudio sobre las obras fundamentales que tratan de la persona de Elena de White, ver BURT, Merling D. “Bibliographic Essay of Publications about Ellen G. White”, in BURT, Merlin D., Editor. Ellen White and Current Issues Symposium. Berrien Springs, Michigan: Center for Adventist Research, Andrews University, 2007, p. 5-34

[iv] KNIGHT, George R. Meeting Ellen White, p. 8.

[v] DOUGLASS, Herbert E. Messenger of the Lord: The Prophetic Ministry of Ellen G.White. Nampa, Idaho: Pacific Press, 1998, p. 524.

[vi] Mensajes selectos, t. 1, p. 63.

Adolfo Suárez

Adolfo Suárez

Escuchando la voz de Dios

Reflexiones sobre la teología y el don profético

Teólogo y educador, es el actual decano del Seminario Adventista Latinoamericano de Teología (SALT) y Director del Espíritu de Profecía de la DSA. Máster y doctor en Ciencias Religiosas, con posdoctorado en Teología, es autor de varios libros y miembro de la Sociedad Teológica Adventista y de la Sociedad de Literatura Bíblica.