“Crean en los profetas del Señor”
Los adventistas del séptimo día creen en el don profético como una luz menor que señala a la luz mayor, que es la Palabra de Dios
La batalla no había comenzado. Los soldados todavía no estaban luchando. La preocupación era visible en cada rostro. Pero, liderados por el rey Josafat, el pueblo de Dios se postraba en actitud de adoración (2 Crónicas 20:18). Esas personas estaban alabando y agradeciendo al Señor anticipadamente por la victoria. A la mañana siguiente, con espíritu de consagración y plena confianza, el rey pronunció las memorables palabras: “Oídme, Judá y habitantes de Jerusalén. Creed en Jehová, vuestro Dios y estaréis seguros; creed a sus profetas y seréis prosperados” (2 Crónicas 20:20). Josafat tenía plena consciencia de que la confianza en Dios trae seguridad, y la confianza en la voz profética trae éxito.
De la misma manera que el rey, nosotros, adventistas del séptimo día, también confiamos en Dios y en los profetas. De hecho, entendemos que "uno de los dones del Espíritu Santo es el de profecía. Este don es una señal identificadora de la iglesia remanente y se manifestó en el ministerio de Elena G. de White. Como mensajera del Señor, sus escritos son una permanente y autorizada fuente de verdad que proporciona consuelo, dirección, instrucción y corrección a la iglesia. Ellos también establecen con claridad que la Biblia es la norma por la cual debe ser probada toda enseñanza y toda experiencia" (Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, 248).
Nosotros, adventistas del séptimo día, creemos que a Elena de White se le concedió "instrucciones inspiradas para el pueblo de Dios que vive durante el tiempo del fin". Su ministerio profético se extendió por 70 años. Así, "desde 1844, cuando tenía 17 anos, hasta 1915, el ano de su muerte, tuvo más de 2.000 visiones. Durante ese tiempo vivió y trabajó en los Estados Unidos, Europa y Australia, aconsejando, estableciendo obra nueva, predicando y escribiendo" (Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, 254 y 255)
Una gran bendición para la iglesia local
Con base en las creencias de los profetas, el pasado 8 de junio, los delegados del 61er Congreso de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día votaron incluir en el Manual de la Iglesia dos párrafos que enfatizan la importancia del espíritu de profecía, y crean el cargo de un coordinador de escritos del espíritu de profecía en la iglesia local. Con respecto a ese coordinador, el nuevo Manual establece que esa persona tiene la “responsabilidad de promover la importancia y el uso correcto de los escritos del espíritu de profecía, en colaboración con el coordinador de los ministerios de publicación” (Agenda del 61er Congreso de la Asociación General de los adventistas del séptimo día, p. 79).
La inclusión de ese énfasis representa bendiciones para la Iglesia en, por lo menos, cuatro aspectos. En primer lugar, habrá un rescate y fortalecimiento de la importancia de los escritos de Elena de White. A medida que pasa el tiempo, corremos el riesgo de olvidarnos o de ser negligentes con nuestra identidad y, consecuentemente, con esos escritos. La presencia y obra del coordinador de espíritu de profecía será un constante recordatorio de la relevancia atemporal de la mensajera del Señor y de la necesidad de sus escritos para conducirnos a Cristo y orientarnos en el caminar cristiano.
En segundo lugar, habrá mayor consciencia de nuestra necesidad de Dios y de la Sagrada Escritura. Cualquier persona que lee los escritos de Elena de White con frecuencia diaria y con el corazón y la mente abiertos, experimenta más cercanía con el Señor y con la Biblia. La lectura del libro El camino a Cristo, por ejemplo, produce más amor por él, así como el deseo de conocerlo mejor en el texto sagrado; la lectura de El conflicto de los siglos despierta en nosotros admiración por el carácter de Dios y el modo en el que él conduce los eventos de la historia, motivándonos a buscar más la Biblia con la finalidad de estar más familiarizados con su voluntad.
En tercer lugar, las nuevas generaciones podrán conocer mejor el ministerio profético de Elena de White y serán beneficiados con sus orientaciones. La serie Conflicto en lenguaje para los preadolescentes y los adolescentes es prueba cabal de eso. Si cada iglesia local hace que en su biblioteca estén disponibles algunas colecciones de esta serie, y de los demás libros de la autora, con la finalidad de prestarlos a los interesados, ciertamente habrá un despertar espiritual y un fortalecimiento de la fe de nuestros preadolescentes, adolescentes y jóvenes.
Finalmente, en cuarto lugar, la iglesia local experimentará un renovado deseo de involucrarse en la misión; después de todo, los libros de Elena de White son tan impactantes que no podemos estar en silencio; nos provocan el deseo y el impulso de contar a los demás del amor de Dios. Y haremos eso con los ricos detalles obtenidos en la lectura de los testimonios.
Vidas transformadas
La lectura de la Biblia y de los escritos de Elena G. White transforma nuestra vida. Fue lo que ocurrió con Fábio y Cristália, una pareja que tuve la alegría de bautizar en julio de 2021, en la ciudad de Brasilia. Menos de un año después de la ceremonia ellos ya leyeron, entre otros, el libro El conflicto de los siglos. Sobre esa lectura y la importancia de Elena de White, Fábio dijo lo siguiente:
“La lectura del libro El conflicto de los siglos me mostró, de una manera mucho más íntima, los preceptos divinos que contienen las Escrituras. La reflexión que trae esta obra es una invitación a acercarnos a Jesucristo, abriendo definitivamente nuestro corazón para sentir el único y verdadero amor salvador. Adicionalmente, Elena de White nos muestra, con una claridad sin igual, toda la complejidad que la Biblia pasó a lo largo de su historia para hoy estar en nuestras manos, además, claro, de incentivarnos a buscar en las propias Escrituras las respuestas a las preguntas que todos tenemos cuando Dios no está en nuestro corazón”.
A su vez, el testimonio de Cristália es este:
“Elena de White es una verdadera profetisa, una mujer bendecida por el Espíritu Santo. Sus escritos son verdaderos testimonios de la verdad de la Palabra de Dios, todo con base en la Biblia y de una forma singular y muy sagrada. Mi percepción es que, cuanto más leo a Elena de White, más me intereso en estudiar; si usted lee sus libros una o dos veces, siempre lo harán reflexionar sobre algún punto que no había reflexionado antes; eso es un aprendizaje real. Todo lo que ella escribió se conecta y tiene más sentido; es como estar en la oscuridad y encontrar la luz. ¡Genial!”.
Tener un coordinador de escritos del espíritu de profecía en cada iglesia sin dudas traerá grandes beneficios para todos nosotros. Y, ciertamente, muchas vidas serán transformadas. Oremos y avancemos en este intento.