Sutilezas del dispensacionalismo
La Biblia necesita ser estudiada a profundidad para que no sea interpretada de forma equivocada.
El dispensacionalismo ‘evangélico’ es un sistema interpretativo futurista de ADN heredado de la contrarreforma.[1] De modo sutil e imaginativo, presenta argumentos aparentemente ortodoxos, cuyo efecto complica y obstruye, enseñanzas importantes de la Biblia.[2] El objetivo de este artículo es analizar tres ataques del dispensacionalismo a las Sagradas Escrituras.
1.La inerrancia de las Escrituras. Una barricada improvisada por el fundamentalismo evangélico[3], en la cual se atrincheraron los dispensacionalistas[4] , es la teoría de la inerrancia bíblica[5], utilizada en reacción al liberalismo teológico de la alta crítica alemana, y a la “desmitologización” de las Escrituras.[6] Este grupo dice que “toda la Biblia es, como Dios, sin defecto”[7], y se “mantiene inerrante”[8] en cada detalle. Nadie está autorizado a buscar errores y creer selectivamente en la Biblia, porque “toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo 3:16). Por otro lado, es inexacto negar la posibilidad de errores periféricos de parte de copistas traductores, los cuales no nos deben molestar, porque a pesar de ellos seguramente Dios mantuvo la integridad de su Palabra inspirada.[9] Ella es la “revelación suprema, autoritativa e infalible de la voluntad divina”[10], suficiente para hacernos “sabios para a salvación en Cristo Jesús” (verso 15).
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Lamentablemente, de un lado, los liberales sobre humanizan las Escrituras, extinguiendo su dimensión sobrenatural y divina. En el otro extremo, los dispensacionalistas, confundiendo autoridad con inerrancia, hacen insignificante la dimensión humana de la Biblia.[11] Mientras el primer grupo siembra incredulidad, los dispensacionalistas niegan al pueblo la simplicidad de las Escrituras, un paso preparatorio para entretenerlos con novelas de ficción e interpretaciones bizarras.[12] Según Rodor, “cualquier esfuerzo para remover los rasgos de la dimensión humana en las Escrituras resultará solamente en un rebaje de la visión de la inspiración”.[13] Este consecuente rebajamiento puede ser una causa del analfabetismo bíblico, y este, a su vez, un propagador del dispensacionalismo.
2.El divisionismo de las Escrituras.Para LaRondelle, la esencia del dispensacionalismo “consiste en causar “división” en las Escrituras”[14]. Por ejemplo, la división de la Biblia en dispensaciones.[15]B. W. Newton la llamó “el suprasumo del contrasentido especulativo”.[16] El objetivo acobardado es antagonizar la ley y la gracia, enseñando salvación por la ley en el Antiguo Testamento (AT), y por la gracia en el Nuevo Testamento (NT), aunque los calvinistas insistían en la “primacía de la gracia en todas las épocas”.[17] La salvación es un don gratuito, recibido por la fe en los méritos suficientes de Jesucristo (Hechos 4:12), el Cordero muerto desde la fundación del mundo (Apocalipsis 13:8). Hay solo un evangelio desde la eternidad (Gálatas 1:6-9; Apocalipsis 14:6). La eterna Ley de Dios (Salmo 119:142) no salva, sino que revela el pecado (Romanos 7:7; 1 Juan 3:4), y nos guía a Jesucristo para ser justificados por la fe (Gálatas 3:24). Por detrás del falso antagonismo entre ley y gracia está, en verdad, la antigua rebelión contra los mandamientos de Dios (Apocalipsis 12:17).
Con ímpetu divisionista, los dispensacionalistas ‘arrebatan’ la última semana de años de la profecía de las 70 semanas de Daniel 9, llevándola más de 2000 años después. En este ataque, se rompe la línea de tiempo histórica continua de la profecía, eliminando su clímax cristológico y mesiánico. Otra marca del dispensacionalismo es separar “el Judío, el Gentil y la Iglesia de Dios”.[18] El evangelio no divide al pueblo de Dios, sino que lo une. Caifás profetizó en relación a la reunión de todos los hijos de Dios, judíos y gentiles, en un solo cuerpo. “Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos” (Juan 11:51, 52).[19] La iglesia es el cuerpo de Cristo (Efesios 5:29, 30), porque él no hace acepción de personas (Hechos 11:10-34), y murió por ellas.
En el afán de dividir la Palabra de Dios, los dispensacionalistas declaran que la mayor parte del Apocalipsis no es para la Iglesia, sino para los judíos.[20] La Biblia no hace esta división. En relación a esta y otras distorsiones, el fundamentalista George Ladd escribió el capítulo “Dividiendo la palabra con acierto”.[21] Separar creyentes judíos de los creyentes gentiles es negar que hay “un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos” (Efesios 4:4-6).
Los héroes de la fe de Hebreos 11 representan la innumerable multitud de judíos y gentiles de todas las épocas salvos por la fe en Jesucristo. Juntos entrarán por las puertas de la ciudad santa, gracias a la sangre del Cordero (Apocalipsis 21:3, 9; 22:3, 4). “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gálatas 3:28, 29).
3.El literalismo de las Escrituras. En la vereda del futurismo y divisionismo, los dispensacionalistas insisten en el grave error del literalismo al interpretar profecías del Antiguo y del Nuevo Testamento.[22] Por ejemplo, Israel debe significar los judíos, y nunca la Iglesia.[23] Ignoran que el Nuevo Testamento es la interpretación cristológica del Antiguo Testamento.[24] El Israel profético de Dios (Gálatas 6:16) no es simplemente una nación política, sino el resultado del nuevo nacimiento (Génesis 32:27, 28; Juan 3:3, 5). Las doce tribus de Israel mencionadas en el Apocalipsis representan a este Israel de Dios, compuesto de personas rescatadas por la sangre de Cristo en todas las naciones, inclusive en Israel (Apocalipsis 7:4, 9; 14:1-5, 6, 12). Los dispensacionalistas consideran el pacto que Dios realizó con Abraham, un pacto incondicional con el Israel nacional, pero, los siguientes textos demuestran la condicionalidad de las profecías en relación a Israel (Daniel 9:24; Éxodo 19:3-6; Deuteronomio 7:12-16; 8:19-20).
Cinco cosas para no olvidar: (1) El Antiguo Testamento se enfoca en Cristo, y no en Israel (Lucas 24:27, 44-45).[25] (2) Cuando los escritores de la Biblia encuentran a Cristo en las instituciones del Antiguo Testamento, se trata de un ejemplo claro de interpretación tipológica.[26] Por ejemplo, Melquisedec era un tipo de Cristo, y desde el tiempo de los patriarcas, los corderitos que morían en cada servicio sacrificial tipificaban el sacrificio de Cristo en la cruz (Hebreos 7:1-17; 9:11, 12). (3) “El hecho de que los Adventistas de Séptimo Día rechazan la creencia ampliamente defendida de un reino judío futuro divinamente prometido no justifica la acusación de antisemitismo o de ceguera ante la realidad política del nuevo Estado judío de Israel”.[27] (4) Dios no rechazó a los judíos (Romanos 11:1, 2), porque Cristo murió en la cruz también por ellos. (5) Habrá muchos convertidos entre los judíos, y ellos serán parte del Israel de Dios.[28] Amigo lector, después de breves, pero suficientes consideraciones, oro y apelo para que usted también ore y lea las Escrituras sin los lentes sutiles y borrosos del dispensacionalismo.
[1]Ver “O Cavalo de Troia da contrarreforma” (clique aqui).
[2]Se entiende por sutileza cuando alguien, sin compromiso con la verdad, usa un argumento con la finalidad de complicar y obstruir al otro. “Significado de sutil”,
http://www.significados.com.br/sutil/ (Consultado el 10.02.2018 a las 17:54).
[3]O termo fundamentalismo neste estudo significa quase exclusivamente grupos cuja principal marca era a crença na inerrância da Bíblia. Ray C. W. Roennfeldt, Clark H. Pinnock on Biblical Authority (Berrien Springs, MI: Andrews University Press, 1993), 55.
[4]Os dispensacionalistas tornaram-se um “segmento dominante do cristianismo evangélico”. Kenneth A. Strand, em Hans K. LaRondelle, O Israel de Deus na Profecia, 1ª ed. (Engenheiro Coelho, SP: Imprensa Universitária Adventista, 2002), prefácio. A seguir: LaRondelle.
[5]John F. Walvoord, Todas as profecias da Bíblia (São Paulo: Editora Vida, 2012), 10, 11. A seguir: Walvoord; C.C. Ryrie, What You Should Know about Inerrancy (Chicago: Moody Press, 1981), 122. A seguir Ryrie.
[6]Desmitologizar, quer dizer eliminar o mito. Rudolf Karl Bultmann, Neues testament und mythologie. Das problem der entmythologisierung der neutestamentlichen verkündigung, 1941.
[7]Ryrie, 41.
[8]“Questions Concernente Inspiration”, The Inspired Word: A Series of Papers (London, 1888), 17, 23; citado em George M. Marsden, Fundamentalism and American Culture (New York: Oxford University Press, 1980), 56. A seguir: Marsden.
[9]Ver: Elena de White, Mensajes selectos (California, Publicaciones Interamericanas, 1966) t.1, 18.
[10]Manual de la Iglesia, 7ª ed. (Florida, Bs. As.: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2015), 158.
[11]Marsden, 62.
[12]Tim LaHaye e Jerry B. Jenkins, Deixados para trás: uma ficção dos últimos dias (São Paulo: Editora Hagnos, 2010).
[13]Amin A. Rodor, Revista Kerigma, Vol. 1, nº 1, (1º semestre de 2005), 11.
[14]LaRondelle, 13.
[15]Marsden, 59.
[16]Citado em: George Eldon Ladd, Esperança abençoada, 1ª ed. (São Paulo: Shedd Publicações, 2016), 157. A seguir: Ladd.
[17]Marsden, 60.
[18]Ibíd., 59.
[19]“João estendeu a “profecia” de Caifás sobre o sentido da morte de Jesus, fazendo-a incluir os gentios”. Bíblia de Estudos Andrews (Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileira, 2015), 1387.
[20]Walvoord, 473.
[21]Ladd, 157-165.
[22]LaRondelle, 14.
[23]Ryrie, 60.
[24]LaRondelle, 21-25.
[25]Ibíd., 88-90.
[26]Bernard Ramm, Protestant Biblical Interpretation (Grand Rapids, MI: Baker Book House, 1970), 223.
[27]Questões de doutrina, 1ª ed. (Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileira, 2009), 187.
[28]Elena de White, El evangelismo, (Florida, Bs. As., Asociación Casa Editora Sudamericana, 1975), 420, 421.