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Crecimiento cristiano y predicación de la verdad

Dos siervos fieles de Dios representan al Medio Oriente en el Congreso de la Asociación General


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Maestro y pastor comparten su fe en sus países (Foto: Adventist Review)

No es a menudo conocemos a un pastor y un maestro de Medio Oriente en el mismo momento. Pero Neji Ouni, que pastorea una iglesia internacional en Túnez, ciudad capital de la República de Túnez, y Bassam Abdalla de Beirut, Líbano, me lo hicieron fácil. Ambos son delegados que representan a la Unión de Medio Oriente y Norte de África (MENA).

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Ouni está en Saint Louis asistiendo al Congreso de la Asociación General para disfrutar de las bendiciones de estar cerca de un gran número de personas que cree lo mismo que él. 

“Quería estar con nuestros hermanos y hermanas y, en especial, porque es una gran oportunidad para estar con esta cantidad de adventistas”, dice. “Esta es la primera vez que estoy con tantos adventistas. Había estado antes en Estados Unidos para una convención de GTC. Hubo un número alto de participantes, pero nada es como esto”.

Ouni está muy lejos de su casa, de su esposa, hijo, hija y el país que ama. Cuando se le pregunta qué es tan maravilloso en su tierra natal, él solo sonríe y dice: “Todo es maravilloso”.

Bassam Abdalla es instructor de gestión y marketing en la Universidad de Medio Oriente. 

“Pensé que esta sería una buena oportunidad para venir y ver cómo vive la gente, conocerlos y encontrarme con hermanos y hermanas. Me puse como obligación venir y participar, dice Abdalla. Él también está lejos de casa, lejos de una hermosa parte del mundo en la que desea que lo visitemos. “Nuestro país está en el mar Mediterráneo y, el lugar de donde vengo, la Universidad de Medio Oriente, estamos en la cima de una colina con un hermoso paisaje verde. Realmente lo recomiendo”. 

Estos dos amigos comparten el amor por el evangelio y por su crecimiento como cristianos. Saben que en el Congreso escuchan y aprenden cosas que están alineadas a eso. 

“Quiero que nosotros [como adventistas] podamos crecer”, dice Abdalla, quien es adventista de nacimiento. “Y quiero que aceptemos a otros sin juzgarlos, que aceptemos que los demás son diferentes a nosotros. Cuando nos podemos relacionar con otros, hay una gran oportunidad de crecimiento (como creyentes) a una mayor velocidad”.

Ouni, como pastor en un país musulmán, tiene la tarea especial de llevar el evangelio a todos los que quieran escucharlo, y eso lo apasiona. “Lo que más me hace feliz es cuando comparto el evangelio con las personas y veo la disposición para estudiar la Biblia juntos” explica. “Cuando comparto el evangelio, ese es mi mejor momento. [En Túnez] tenemos libertad para compartir nuestra fe. Por supuesto, debemos tener cuidado en cómo lo hacemos. Hace mucho aprendí que mi trabajo es dar lo que tengo. Tengo a Jesús y debo compartirlo con las personas sin hablares mal de su religión”.

El mundo de Abdalla ahora está definido por su trabajo como profesor universitario, pero él se ve más como alguien que les imparte información específica a sus alumnos. 

“Me apasiona mi trabajo y cómo interactúo con los alumnos a nivel personal. Creo que es una gran oportunidad para dar el ejemplo y poner en práctica lo que creemos, basados en la fe que vivimos”.

Tanto para Ouni como para Abdalla, el gran diseño de la verdad y de la fe radica en el centro de quiénes son ellos como adventistas. Y eso es algo que ambos quieren compartir. “Desearía que nosotros como adventistas pudiéramos ser mejor comprendidos por otros cristianos”, subraya Ouni. “Pero debemos seguir predicando la verdad, toda la verdad. Porque si la verdad no es completa, no es la verdad”.


Esta noticia se publicó originalmente en el sitio web Adventist Review.