Chanchamayo, Perú... [ASN] Lube Jesús Domínguez Maytán es el administrador general del circuito turístico “La Borgoña”, una catarata de 30 metros de altura en dos tiempos, ubicada en el Valle de La Merced, Chanchamayo, Perú. Este complejo está rodeado por cinco pequeñas cascadas en medio de bosques tropicales, que hacen de este lugar un espacio admirable de un paisaje perfecto, resultado del poder y amor de Dios.

Desde hace doce años, este lugar se ha convertido en un atractivo turístico para muchos visitantes que llegan para practicar actividades de aventura no convencional como rapel, escalada, canyonig, entre otras que son lideradas por Lube Domínguez y su equipo de guías profesionales y orientadores turísticos, quienes han hecho de este trabajo una oportunidad para compartir la importancia de guardar el día sábado como día santo del Señor. “Hemos tomado este trabajo como un ministerio, porque Dios quiere que así lo hagamos”, afirmó Lube.

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A la entrada del circuito es posible leer los horarios de atención, haciendo énfasis que los días sábados no hay actividades en este lugar. Este enunciado ha llevado a que Lube sea tildado de “loco”, porque este es el día que hay mayor demanda de turistas en la selva central. “Las empresas de viajes y turismo me han pedido que abra los sábados dejando a alguien atendiendo mientras yo voy a la Iglesia pero, al oír esa sugerencia, abro la Biblia en Éxodo 20:8-10 y les hago conocer que es un mandato de Dios. Así ellos van aprendiendo”, sostuvo.

Ante ello, las autoridades locales y entidades de turismo creen que “La Borgoña” fracasará por las supuestas pérdidas económicas, sin embargo, el número de visitantes es cada vez mayor y el año pasado ascendió a 30 000 personas. En algunas ocasiones, los turistas adelantan el paseo para el viernes, mientras que otros lo postergan para el domingo. “Nosotros vemos claramente la mano de Dios y el sábado es agradecimiento y entrega. Así que, ese día, los 20 guías y yo estamos en la iglesia adventista porque a Dios le debemos todo”, dijo el administrador.

Para Lube Jesús, no trabajar los sábados se ha convertido en un desafío y una ocasión para compartir a Cristo como dueño de todo, incluso a quienes atraviesan la puerta de ingreso al circuito en el día sábado.

Él está seguro que Cristo va delante de su vida y del negocio. “La batalla es de Dios y yo solo confío en su gran amor. La gloria y la honra sean para Él”, puntualizó. [Equipo ASN, Rosmery Sánchez]