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Fidelidad a Dios lleva estudiante a testificar de su fe

Los profesores de Romina aceptaron modificar sus horarios a un día distinto al sábado


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La historia de Romina cambió la historia de su universidad (Foto: Divulgación)

“Durante 25 años que tiene la carrera de comunicación social en esta institución, nunca ha pasado algo así.” Fueron las palabras que recibió Romina Castro por parte de las autoridades de la universidad donde ella estudia, en Ecuador.

Desde noviembre de 2020 se enteró que tendría talleres de prácticas todos los sábados. El profesor de esta materia le indicó que si faltaba al menos tres veces reprobaría. Romina alegó a su profesor que ella guardaba el sábado, pero él le mencionó que era imposible hacer una excepción solo por una persona. Romina acudió al Departamento de Libertad Religiosa para solicitar el apoyo y ayuda para la situación por la que se estaba enfrentando, ya que es su último año en la carrera de Comunicación Social.

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“Luego que conocimos de esta situación se activó el protocolo de actuación para este tipo de casos”, menciona el abogado Ignacio Castro, quien tiene a su cargo el departamento de Libertad Religiosa en la sede administrativa de la Iglesia Adventista al sur del Ecuador.

Durante dos meses aproximadamente se mantuvo un proceso legal y el día 5 de enero de 2021 se emitió la resolución de parte del establecimiento académico. La decisión tomada por el Consejo Directivo de la Facultad donde estudia Romina informaron que se ha logrado un acuerdo con todos los profesores de la estudiante y han aceptado modificar sus horarios a un día distinto al sábado y que autorizan que retome el taller de radio.

Fidelidad recompensada

Romina fue una de las primeras participantes del proyecto Un Año en Misión (OYIM) de Guayaquil. Ella estudia la carrera de Comunicación Social y está agradecida con Dios porque durante estos cuatro años de estudio su rendimiento académico es bueno y eso le ha permitido dar buen testimonio a sus profesores y compañeros. También agradece la disposición de los profesores.

“Tenía mucho miedo porque todas las autoridades decían que en 25 años que tiene la carrera nunca había pasado algo así y que era difícil encontrar una solución para mi. Inclusive pensé a qué universidad iría porque no podría seguir mi carrera sin estas prácticas, es lo que me falta para graduarme. Sin embargo, sentí el abrazo de mis amigos, de mi familia y de Dios al saber que Él tiene el control de todo", resalta.

"Vale la pena ser fiel. Y lo importante es que esto da una puerta abierta para otros universitarios adventistas. Hay que ser fiel sí, pero también es importante el testimonio - nuestro actuar, nuestras calificaciones y como nos comportamos en la universidad”, explica Romina.