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El desafío de revitalizar la Escuela Sabática

Una conversación con el director sudamericano de la Escuela Sabática señala los desafíos y caminos para revitalizar el llamado "corazón de la iglesia".


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Las unidades de Escuela Sabática fueron establecidas, desde el siglo XIX, para servir como espacio para el desarrollo espiritual de las personas. (Foto: Adventistas Central de Porto Alegre)

Uno de los énfasis votados por la Iglesia Adventista del Séptimo Día para el quinquenio en toda Sudamérica es el fortalecimiento del departamento conocido como Escuela Sabática. En verdad, la estructura que rodea la Escuela Sabática engloba no solo el estudio de la lección semanal, el énfasis en los proyectos misioneros mundiales y la participación de los miembros en unidades de acción. Tiene que ver con un programa de motivación para la comprensión de la misión mundial adventista. 

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El pastor Bill Quispe Sanca, un peruano de 44 años, fue nombrado en 2021 para liderar este departamento. Con 18 años de trabajo en la obra adventista, ya fue pastor de iglesias locales y director del departamento de Ministerio Personal y Escuela Sabática en varias sedes adventistas en Perú. Antes de llegar hasta la sede sudamericana adventista, fue presidente de la región conocida como Unión Peruana del Norte. Posee una maestría en Teología y actualmente cursa un programa de doctorado en Ministerio en la Universidad Andrews, Estados Unidos. 

La Agencia Adventista Sudamericana de Noticias (ASN) conversó con Quispe sobre los rumbos de la Escuela Sabática para los próximos años. 

Realidad actual

¿Cuál es la realidad de la Escuela Sabática en Sudamérica hoy? Hable un poco de esta estructura que existe hoy en términos de maestros, alumnos, unidades, etc. 

En el pasado teníamos en nuestra Iglesia más miembros en la Escuela Sabática que miembros de Iglesia; hoy nuestra realidad es opuesta. De acuerdo con los datos de ACMS (sistema controlado por la secretaría de la Iglesia Adventista), al cerrar el mes de septiembre de 2021, había 2.571.853 miembros de Iglesia; y 1.313.571 miembros matriculados en la Escuela Sabática (51%), además de solo 1.012.165 miembros presentes (39%). 

Por otro lado, de las 28.731 congregaciones (iglesias y grupos), tenemos 6.802 congregaciones con el trabajo de las clases de maestros (23,6%). Hay 150.965 maestros de Escuela Sabática que enseñan la Palabra de Dios en 150.965 unidades de acción. Recordando que las clases de maestros fueron tradicionalmente establecidas para servir de espacio semanal para la preparación de las personas que lideran las unidades de acción de la Escuela Sabática. 

Desafíos

¿Qué desafíos les preocupan a los líderes adventistas hoy en relación con la Escuela Sabática?

En primer lugar, la gran preocupación que tenemos es realmente hacer de la Escuela Sabática una agencia para salvar personas. Un lugar donde no solo se repase la lección. Al inicio de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el objetivo principal de la Escuela Sabática era ayudar a la salvación de personas. Elena de White declaró: “La Escuela Sabática debería ser uno de los instrumentos más grandiosos y eficaces para traer almas a Cristo” (Consejos sobre la obra de la Escuela Sabática, p. 10).

La Escuela Sabática iba más allá de estudiar la lección. El propósito de los miembros de la Escuela Sabática era compartir la Palabra de Dios (estudios bíblicos) para llevar personas a Jesús. La clase de la Escuela Sabática no tenía solo las actividades de los sábados por la mañana, sino también las actividades misioneras durante la semana. 

Por esa razón, uno de los énfasis de la División Sudamericana de la Iglesia Adventista, para el quinquenio, es la “participación activa en las unidades de acción y grupos pequeños”.  Esta dinámica es importante para el crecimiento espiritual y misionero. Cada miembro debe participar en su Unidad de acción los sábados (en la iglesia). Y durante la semana participar de un grupo pequeño (en las casas). En este énfasis debemos considerar también la presencia y puntualidad el sábado; además del registro y de la participación de los miembros de iglesia que todavía no son parte de una Unidad de acción y grupo pequeño. 

En segundo lugar, tenemos el desafío de recuperar el trabajo de la Escuela Sabática como el corazón de la Iglesia. Esto significa volver a los orígenes, cuando en el pasado los líderes y todos los miembros de la Iglesia en general eran parte de la Escuela Sabática, y cuando esta era la única estructura movilizadora de la Iglesia para el cumplimiento de la misión. Todo se hacía por medio de la Escuela Sabática. O sea, la Iglesia cumplía su misión por medio de la Escuela Sabática, y eso estaba totalmente garantizado por medio de sus cuatro objetivos: el estudio diario de la Biblia, la confraternización, los testimonios y la noción de Misión Global. 

En tercer lugar, estamos preocupados por el hecho de que los maestros estén satisfechos solo con promover las suscripciones a la Lección de la Escuela Sabática, o solo repasar el tema de la lección una vez por semana. O, también, solamente dirigir los grupos pequeños durante la semana sin ningún objetivo. Necesitamos maestros que sean verdaderos pastores para su rebaño, que cuiden a sus alumnos y los integren en la misión de atraer personas a Jesús. 

"Tenemos el desafío de recuperar el trabajo de la Escuela Sabática como el corazón de la Iglesia", dice Bill Quispe. (Foto: Divulgación)

“Tenemos el desafío de recuperar el trabajo de la Escuela Sabática como el corazón de la Iglesia”, dice Bill Quispe. (Foto: Divulgación).

Lección de la Escuela Sabática

Y en cuanto al proyecto Maná, ¿cómo está la realidad hoy y cómo ayudar a fomentar el interés por el estudio de la lección de la Escuela Sabática, más allá de las campañas de suscripción?

De los 2.571.853 miembros de Iglesia, solo 995.401 tenían su lección de Escuela Sabática (38,7%). Por otro lado, el desafío se hace mayor cuando la realidad nos muestra que solo 587.470 miembros estudian la lección diariamente (22,8%). Por lo tanto, además de aumentar las suscripciones a la lección, debemos concentrarnos en iniciativas creativas para motivar el estudio diario de la lección. 

El proyecto Maná no puede quedar simplemente como un proyecto promocional, publicitario o comercial. Sobre todo, debe inspirar y motivar a hacer del estudio de la Biblia un hábito diario y fascinante para nuestros alumnos. 

Soluciones

¿Qué salidas o caminos se pensaron para fortalecer y hacer de la Escuela Sabática un área de desarrollo espiritual y misionero en los próximos años?

La pieza clave es el maestro. Flora Plummer lideró la Escuela Sabática mundial por tres décadas y media (1901-1936). En su libro The Soul Winning Teacher [El espíritu del maestro de éxito], ella escribió: “El latido del corazón del maestro marca el ritmo de la Escuela Sabática para el éxito en el esfuerzo de ganar almas”. Por tanto, necesitamos reavivar la vida espiritual del maestro con cursos de formación espiritual y misionera. Capacitar a los maestros para renovar su visión y su papel como pastor y movilizador misionero de su unidad de acción.

Por otro lado, considerando que solo el 23% de las iglesias tiene la clase de maestros, necesitamos organizar y revitalizar con urgencia este ambiente. Pero, no solo como un programa para transmitir el contenido de la lección, sino como un centro de capacitación misionera donde se planea y evalúa la vida espiritual y misionera de todos los miembros. En un primer momento, el pastor debe tomar la iniciativa de organizar las clases de los maestros de manera eficaz. Y entonces, delegar la dirección de la Escuela Sabática y del Ministerio Personal para que continúen con este importante trabajo. 

La clase de maestros debe ser una prioridad en la agenda pastoral. Si la Escuela Sabática es el corazón de la Iglesia, el corazón de la Escuela Sabática es la clase de maestros. Por lo tanto, vamos a invertir tiempo y recursos para motivar y capacitar al maestro de la Escuela Sabática permanentemente en la clase de maestros, y así alcanzar una revolución espiritual y misionera en nuestras Escuelas Sabáticas. 

¿Cuál es el papel de la Escuela Sabática en el cuidado de los miembros y en disminuir la apostasía, o sea, el abandono de la fe?

En Sudamérica, los pastores distritales tienen en promedio 706 miembros. Por otro lado, los maestros de Escuela Sabática tienen en promedio 17 miembros en su Unidad de acción y grupo pequeño. La pregunta es: ¿Quién podría realizar la mejor atención pastoral? ¿El pastor con 706 miembros o el maestro de Escuela Sabática con 17 miembros? La respuesta es obvia: el maestro de la Escuela Sabática. Por lo tanto, cada maestro debe ser un verdadero pastor para los miembros de su Unidad de acción (mini iglesia). 

Esa visión pastoral del maestro incluye tres cosas básicas. Todo maestro de la Escuela Sabática debe garantizar que cada uno de sus alumnos ore todos los días, estudie diligente y diariamente su lección; y, sobre todo, debe asegurarse de que cada uno de sus alumnos está atrayendo personas a Jesús. 

Por otro lado, para alcanzar esa visión de pastoreo, el maestro debe visitar a sus alumnos y coordinar la visita presencial o virtual a los alumnos que faltaron el sábado y al grupo pequeño. Elena de White afirma que los maestros por medio de la visitación deben construir profundos vínculos de amistad con sus alumnos: “Os acercaréis a ellos con amorosa simpatía, visitándolos en sus casas” (Consejos sobre la obra de la Escuela Sabática, p. 83).

Finalmente, para disminuir la apostasía, el maestro debe realizar un trabajo personalizado en su Unidad de acción y en las casas. Para integrar a cada uno de los miembros en la misión, esta es la forma más eficaz de vacunarlos contra la apostasía. Un miembro activo en el trabajo misionero nunca apostata. 

El papel de cada individuo

¿Qué puede hacer cada pastor y miembro adventista para ayudar en su realidad? 

Cosas sencillas, pero eficaces. Por ejemplo, cada pastor debe ser miembro activo de una Unidad de acción. Cuando los miembros de iglesia vean al pastor involucrado y participando activamente en una Unidad de acción, seguirán su ejemplo. Debemos recordar que el valor que el pastor le da a la Escuela Sabática es el mismo que le dará la iglesia.

Otra acción importante es que cada pastor debe realizar todas sus acciones de pastoreo y esfuerzos de evangelismo por medio de las Unidades de acción y de los grupos pequeños; o sea, haciendo de la Escuela Sabática la estructura para el pastoreo y la movilización misionera. Y todo esto coordinado semanalmente en la clase de maestros. 

Y con relación a los miembros, que cada uno participe activamente de una Unidad de acción/grupo pequeño, y se comprometa con los objetivos de la Escuela Sabática: el estudio diario de la Biblia, a través de la lección, la confraternización, los testimonios y la noción de Misión Global. Por otro lado, es importante que los miembros más comprometidos estimulen a los menos involucrados. 


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