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Apocalipsis 11:18 y las cuestiones ambientales

Un estudio más atento del texto de Apocalipsis muestra que las cuestiones ambientales no eran el foco del escritor, sino algo más profundo.


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A pesar del uso común, el texto del último libro de la Biblia trata del juicio de Babilonia y no necesariamente del cuidado ambiental. (Foto: Shutterstock)

El cuidado por el planeta es una agenda justa y, como adventistas, deberíamos ser los primeros en defenderla. Nuestra teología de los orígenes, del sábado, de la soberanía de Dios sobre la naturaleza (especialmente en los Salmos) hablan de eso. Nuestra comprensión de cómo la caída afectó no solo al ser humano, sino también a la creación (Romanos 8:22), informa nuestra postura con relación a la ecología y a los movimientos ambientalistas.

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A pesar de que la expresión “destruir a los que destruyen la tierra”, encontrada en Apocalipsis 11:18, es muy usada en algunos círculos cristianos como un texto que se refiere a las cuestiones ambientales, no es ese el tema de este versículo y de esta frase. Hay por lo menos cuatro razones para constatarlo.

Entendiendo el texto

En primer lugar, la preocupación por el medio ambiente es un tema que surge especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XVIII[i]. En otras palabras, es un tema moderno, no de la antigüedad, del contexto histórico-cultural en el que surgió el libro de Apocalipsis.

El segundo aspecto es el de que Apocalipsis 11:18 es lo que llamamos ‘pasaje duodireccional’[ii]. Este tipo de pasaje, un recurso literario del libro, termina una gran sección o visión e indica resumidamente los temas de la siguiente sección. Un claro ejemplo es Apocalipsis 1:20, que finaliza la visión del capítulo 1, explicando lo que son las estrellas y los candeleros. Este es el tema de toda la sección comprendida entre los capítulos 2 y 3, que trata de las iglesias y cuyos mensajes son enviados para sus respectivos ángeles/mensajeros.

La primera mitad del libro encuentra su clímax en Apocalipsis 11:18, y toda la segunda mitad del libro es anunciada en breves oraciones[iii]: “Y se airaron las naciones (Apocalipsis 12-14), y tu ira ha venido (Apocalipsis 15-18), y el tiempo de juzgar a los muertos (Apocalipsis 19-22), y de dar el galardón a tus siervos (Apocalipsis 19:1-10, caps. 21-22) […] y de destruir a los que destruyen la tierra (Apocalipsis 19:11-21; 20:1-15)”. Así, la última expresión de Apocalipsis 11:18 se refiere en principio al milenio y al juicio descrito como siendo realizado al final de ese periodo.

Conexión con Génesis

Tercero, el uso del verbo griego diaphtero (‘destruir’, ‘corromper’) en Apocalipsis 11:18 recuerda el juego de palabras presente en Génesis 6:11-13. El texto original hebreo es más claro, pero la Septuaginta, versión griega de las escrituras hebreas, intenta preservar el recurso utilizado por el autor original. El texto dice que “se corrompió la tierra [o se destruyó/ ephtharē] delante de Dios y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida [o siendo destruida/ katephtharmenē]; porque toda carne había corrompido [o destruido/ katephtharmenē] su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: ‘He decidido el fin [corromper o destruir/ kataphtheirō] de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra’”[iv].

El mismo juego de palabras aparece nuevamente en 1 Corintios 3:17. La primera parte del versículo dice: “Si alguno destruyere [phtheirei] el templo de Dios, Dios le destruirá [phtherei] a él […]”. En el contexto, Pablo dice que quienes intentan corromper/destruir la iglesia y a sus miembros serán corrompidos/destruidos escatológicamente[v].

Juicio de Babilonia

Por último, yendo al contexto interno del propio Apocalipsis, Apocalipsis 11:18 adelanta el tema que será retomado en Apocalipsis 19:2. La gran ramera, la Babilonia mística escatológica, es juzgada porque corrompe/destruye [phtheirō] la tierra y a sus moradores con su inmoralidad e idolatría. La descripción de imaginería de eso se encuentra en Apocalipsis 17:1-6. Toda esa idea tiene como trasfondo Jeremías 51:25, que retoma el tema de “destruir a quien destruye”. Solo que ahora no en el contexto de un juicio mundial, como en Génesis 6, sino contra Babilonia, lo que será retomado en Apocalipsis[vi].

Por lo tanto, Apocalipsis 11:18 señala al juicio final al final del milenio relacionado al juicio escatológico de la Babilonia mística. El texto no se refiere a las cuestiones ambientales de nuestros días, a pesar de que el lenguaje sea comúnmente aplicado a este tema. Este uso, por lo tanto, no puede ser confundido con la intención original del versículo.


Clacir Virmes Júnior es profesor del Nuevo Testamento en el Seminario Adventista Latinoamericano de Teología (SALT) de la Facultad Adventista de Bahía (FADBA).

Referencias

[i] Ramachandra Guha, Environmentalism: A Global History (New York: Longman, 2000), p. 4.

[ii] Jon Paulien, The Deep Things of God: An Insider’s Guide to the Book of Revelation (Hagerstown: Review and Herald, 2004), p. 115-17.

[iii] Ranko Stefanovic, Revelation of Jesus Christ: A Commentary on the Book of Revelation. 2. ed. (Berrien Springs: Andrews University Press, 2009), p. 374.

[iv] Stefanovic, Revelation of Jesus Christ, p. 367.

[v] Clacir Virmes Junior, “O Tema do Santuário/Templo Aplicado ao Corpo nos Escritos Paulinos”, disertación de maestría (Cachoeira: Seminário Latino-Americano de Teologia, 2014), p. 36-43.

[vi] Stefanovic, Revelation of Jesus Christ, p. 369.