Líderes adventistas toman el desafío de atraer y mantener nuevas generaciones
En los últimos cinco años se han adoptado varias iniciativas en relación a las nuevas generaciones, pero persisten desafíos, especialmente cuando se ven las estadísticas.
Por segunda vez en los últimos cinco años, el tema de la importancia de involucrar a las nuevas generaciones será uno de los énfasis propuestos por los líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Sudamérica. En los cinco años pasados, la preocupación por una mayor participación de los jóvenes, adolescentes y niños generó proyectos, programas e iniciativas en la comunidad adventista.
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Para el pastor Stanley Arco, la idea de repetir este énfasis es obvia, porque se trata de uno de los desafíos adventistas más importantes. “La Iglesia Adventista del Séptimo Día, a ejemplo de otras denominaciones ve la necesidad de seguir invirtiendo para que más niños, adolescentes y jóvenes puedan ser alcanzados por el mensaje del evangelio. Y en el caso de los que ya son parte de la comunidad religiosa, que puedan mantenerse activos, motivados y entusiasmados para hacer la diferencia en la vida de otros”, comenta el líder sudamericano.
Una mirada retrospectiva
En 2017, por ejemplo, se lanzó una plataforma de transmisión de videos, series y películas, Feliz 7 Play, que trata de abordar de una forma diferente temas bíblicos para estos grupos específicos. La plataforma registra un promedio mensual de tres millones de visualizaciones de los contenidos y tiempo de exhibición de 400 mil horas.
Otra iniciativa fue la creación de una especialización lato sensu sobre nuevas generaciones, ofrecida a líderes adventistas del público que está en estas franjas etarias. El curso se inició en 2018, con la previsión de 360 horas de clase. El primer grupo contó con 48 alumnos de siete países, y el segundo, en 2021, con 57 participantes.
Además, está el proyecto En cada iglesia un Club, ideado por el Ministerio de los Conquistadores y Aventureros. Se creó en 2015 con el objetivo de aumentar la presencia de clubes para niños y adolescentes. En ese momento, había 9.317 clubes de Conquistadores y 5.093 de Aventureros. Hoy hay 12.617 clubes de Conquistadores y 8.077 de Aventureros.
El quinquenio pasado registró también el proyecto llamado Evangelismo Kids. Es un movimiento de discipulado y misión en el cual padres e hijos reciben capacitación para hablarles de Jesús a los amigos. La movilización registró más de 8.900 niños involucrados en actividades evangelizadoras, 2.134 parejas misioneras, 2.371 grupos pequeños infantiles y 693 bautismos.
Generaciones actuales
El informe de la Secretaría ejecutiva presentado durante la Junta Directiva Plenaria de la sede sudamericana adventista hizo una comparación interesante. Alrededor del 36,6% de la población en general de la región atendida por la División Sudamericana (ocho países) está compuesta por personas entre 10 y 29 años. Entre los miembros adventistas este porcentaje es mayor, o sea, 39,2%.
Cuando el tema es salida e ingreso de jóvenes en la Iglesia Adventista, los números producen preocupación. Entre los 10 y 29 años, por ejemplo, son un 46,7% los que pasaron a ser parte de la iglesia en 2020, por medio del bautismo, rebautismo o profesión de fe. Y, entre 0 y 29 años, este porcentaje llega al 54,9%.
Las salidas, entre 10 y 29 años, en el mismo período, fueron del 54,3%. Y entre cero y 29 años, la evasión promedio llega a 55,7%.
La evasión causa preocupación
Lo registrado de 2011 a 2020 muestra que, en este período de tiempo, la Iglesia Adventista en Sudamérica recibió a 2.260.725 (dos millones, doscientas sesenta mil setecientas veinticinco) personas. Al mismo tiempo, salieron 1.589.600 (un millón quinientos ochenta y nueve mil seiscientas) personas. Un saldo positivo del 29,7%.
Si se analiza, también en un período de diez años (2011 a 2020), teniendo en cuenta la franja etaria hasta 30 años, se tiene una entrada de 1.414.279 (un millón cuatrocientos catorce mil doscientos setenta y nueve personas con esa edad contra 943.096 (novecientas cuarenta y tres mil noventa y seis) que dejaron la iglesia. Un saldo positivo del 33,3%.
Pero, cuando se hace el análisis en la franja etaria específica de los 17 a los 30 años (jóvenes), entonces las pérdidas superan las ganancias de miembros. Son 674.408 (seiscientos setenta y cuatro mil cuatrocientos ocho) los que dejaron la comunidad adventista contra 534.136 (quinientos treinta y cuatro mil ciento treinta y seis) que ingresaron como miembros adventistas en el mismo período. Un saldo negativo del 26,3.
Misión Caleb y Un año en Misión
Una de las reacciones más significativas, con relación a los jóvenes, es la que muestran los proyectos como Misión Caleb y Un año en misión (OYim). Un dato que trata de las nuevas generaciones presentado por la Secretaría ejecutiva muestra que, en tres años, como promedio, uno de cada cuatro jóvenes adventistas participó en el proyecto Misión Caleb. Otro dato muestra que, por cada tres miembros jóvenes regulares en la iglesia, uno participa de la Misión Caleb.
Los datos del Ministerio Joven muestran que, en los últimos cinco años, el proyecto OYim contó con cerca de seis mil jóvenes. Misión Caleb, que cuenta con menos tiempo de participación, registró en ese mismo período, la adhesión de más de 700 mil participantes.
El pastor Carlos Campitelli, líder del Ministerio Joven de la sede sudamericana adventista, constata algo importante sobre estos desafíos presentados. Él resalta que los datos muestran la necesidad de una concientización mayor de parte de los adultos en el sentido de colaborar, dar espacio y ayudar en el desarrollo de las nuevas generaciones.