La iglesia adventista nombra nuevo director del Servicio Voluntario Adventista
El pastor Joni Roger Oliveira ayudará a preparar y enviar voluntarios para atender a la denominación en Sudamérica y en otros países.
Por Jefferson Paradello
La Junta Directiva de la Iglesia Adventista para ocho países sudamericanos votó este miércoles 8 un nuevo director para el Servicio Voluntario Adventista (SVA). El pastor Joni Roger Oliveira, quien hasta el momento lideraba el Ministerio Joven en los estados de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Goiás, Tocantins y Distrito Federal, asume la función que hasta hace un tiempo ejercía el pastor Elbert Kuhn.
Nació en Belo Horizonte, estado de Minas Gerais, el pastor Oliveira se graduó en Teología en el Centro Universitario Adventista de São Paulo (Unasp), campus Engenheiro Coelho, en 2005. Tiene un posgrado en Consejería Familiar y una maestría en Misiología urbana por la misma institución.
A lo largo de su carrera, actuó como capellán del Colegio Adventista de Portão, en la ciudad de Curitiba; fue pastor de las iglesias de Portão, del municipio de Piraí do Sul, y del barrio Vista Alegre, en la misma ciudad. Posteriormente, lideró el Ministerio Joven de la sede administrativa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para la región central del Estado de Paraná. Y, hace poco más de dos años, estaba al frente del Ministerio Joven, Conquistadores, Aventureros, Universitarios y Música para la región Centro Oeste de Brasil.
Para el pastor Oliveira, los jóvenes que liderarán la iglesia en el futuro deben tener la oportunidad de vivir experiencias de voluntariado (Foto: archivo personal).
A los 34 años, casado y padre de dos hijas, Oliveira asume la nueva responsabilidad con la visión puesta en la integración. Para él, es necesario acercar cada vez más el voluntariado y los jóvenes, quienes son la principal meta del SVA. “Soñamos con continuar lo que otros comenzaron y hacer sociedad con el Ministerio Joven y de los Universitarios para acercarnos a ellos. También queremos potencializar las experiencias de voluntarios en los diferentes congresos y crear oportundiades de más intercambio”, resalta. “Nuestro principal papel es facilitar ese proceso. Queremos construir puentes”.
El pastor elegido creció leyendo historias de misioneros publicadas por la Casa Publicadora Brasileña, lo que, desde temprano, ayudó a despertar su deseo de contribuir con la preparación de personas para servir a la iglesia y al prójimo, y apresurar el regreso de Jesús, justamente lo que él enfatiza haber hecho en los últimos años. “Nos devorábamos aquellos libros y yo soñaba con las experiencias de misioneros. Hoy tengo amigos que viven eso en otros países, y eso es algo que yo admiro y me motiva. Pero mi mayor sentido de misión vino de mi padre, quien hasta hoy es un gran discipulador, y plantó en mi corazón el sentido de capacitar y servir a las personas”, resalta.
En 2005, él realizó una serie de evangelismo en Mozambique, en África, lo que intensificó aún más su compromiso con esta causa. Este año, fue a Santo Tomé y Príncipe para participar de otro proyecto misionero. “Siempre intenté aprovechar las oportunidades que Dios me dio para crecer como ser humano. Todo lo que viví hasta aquí me ayudó a ver que necesito depender de Dios, de su gracia y de su amor para terminar la obra del evangelio. Por eso, ahora espero que Dios me use con el objetivo de fortalecer la preparación y el envío de jóvenes misioneros”, señala.
A toda lengua
El Servicio Voluntario Adventista es mantenido por la Iglesia Adventista y tiene como objetivo capacitar personas para que sirvan en escuelas, universidades y otras instituciones de la denominación, ya sea en su país o en otros lugares del mundo. Además del desarrollo personal, el programa promueve el crecimiento espiritual, profesional y cultural. En la actualidad, 678 voluntarios sudamericanos integran proyectos de esta naturaleza alrededor del mundo.
Las naciones que reciben más participantes de Sudamérica son: Kirguistán, Egipto, Italia e Indonesia. Los puestos más ofrecidos son para profesores de inglés, maestros de los primeros grados, preceptor, asistente de cocina, capellán y diseñador gráfico. Los proyectos pueden durar de ocho meses a dos años.
Para hacerse más conocido y acercarse a los interesados, en los últimos años el SVA ha invertido en el uso de redes sociales y en la participación en congresos dirigidos a los jóvenes y en otros relacionados con proyectos misioneros, como el I Will Go, que tendrá su próxima edición internacional en 2019 en Lima, Perú, y espera recibir 3 mil personas.
Para obtener más información sobre el programa, conocer los puestos disponibles y saber qué hacer para ser voluntario, visite sva.adventistas.org.