No lleve los placeres de Navidad al Año Nuevo
Invierte en una cena ligera y tenga en cuenta la combinación de los alimentos
Cuando se acerca fin de año, los pensamientos de mucha gente giran en torno a la cena de Navidad. ¿Qué serviremos? ¿Habrá pavo o pollo? ¿Cuál será el postre?
Quiero dejarle algunas orientaciones. Pero, en primer lugar, vamos a destacar una cuestión muy importante: el placer, una sensación o emoción agradable, relacionada a la satisfacción de un deseo. Se origina por el aumento de la producción de una hormona llamada dopamina. Esta hormona se produce en el cerebro en varios receptores conocidos como D1, D2, D3, D4, y D5, de acuerdo con su ubicación y función.
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Los estímulos externos muchas veces son disparadores para que el cuerpo produzca dopamina. Entre estos, el más usado es el alimento. Pero no es cualquier alimento. Se destacan las comidas ricas en azúcar y los carbohidratos de absorción rápida, como arroz blanco, papa inglesa, pastas en general, alimentos ricos en grasa y estimulantes. Se usan para producir placer, aplacar la culpa o huir, aunque sea por un momento, de la ansiedad o el estrés.
Un alerta: el uso de estos alimentos en busca del placer genera vicio y puede producir dependencia. Los receptores D2 del cerebro son altamente estimulados por estos alimentos. Las consecuencias son innumerables; el aumento de peso es una de las principales.
El título del artículo hace referencia justamente a este aspecto. La cena de Navidad puede quedar depositada en el cuerpo en forma de grasa. Una de las principales causas de la obesidad es justamente esta búsqueda desenfrenada por el placer producido por lo que comemos. Por lo tanto, le sugiero como prioridad para el siguiente año asumir el control de su salud. Para lograrlo, comience haciendo las mejores elecciones alimentarias en la cena de Navidad.
- No sirva una variedad muy grande de alimentos.
- La mejor elección es invertir en frutas en abundancia.
- Cuidado con los alimentos ricos en proteína y grasa, tienen digestión lenta y se puede quedar con síntomas de resaca al día siguiente, aunque no se haya bebido una gota de alcohol.
- La cena es para sociabilizar con la familia y amigos, y no para llenar el estómago con comida.
- Antes de servirse, dé una vuelta alrededor de la mesa, mire y elija lo que va a comer. Recién después tome el plato. Eso le ayudará a no sorprenderse por haber llenado demasiado el plato.
- La mezcla de dos o más fuentes de carbohidratos puede generar fermentación intestinal.
- Ingerir grandes cantidades de líquido con la comida puede favorecer el reflujo.
- Coma la cena de Navidad temprano. No espere que las campanas den la señal de la media noche.
¡Feliz Navidad y mucha salud!