El método digital de Cristo – Parte II
¿Cuál es el método digital de Cristo y qué tan importante es que lo sigamos cuando nos acercamos a las personas con las que queremos relacionarnos?
En el artículo anterior , hablamos un poco sobre los dos primeros pasos del método de Cristo, mezclarse con la gente y mostrar simpatía, y cómo pueden ser aplicados al medio digital. En este artículo, continuaremos este tema, hablando de los tres últimos pasos: atender las necesidades, ganar la confianza y decir “sígueme”.
Solo para refrescar su memoria y seguir juntos en la línea de pensamiento, el método de Cristo nos dice que, en primer lugar, necesitamos mezclarnos con las personas. A fin de cuentas, necesitamos tener a quien evangelizar, ¿no es así? Una vez que nos mezclamos e identificamos a las personas a quienes deseamos predicar, debemos demostrar simpatía para con ellas siendo personas amables, con buen humor y siendo una buena compañía. Luego, pasamos al tercer paso: atender a sus necesidades.
Paso 3: Atender las necesidades
Es común pensar, y actuar, en el evangelismo como un proceso de enseñanza de la Biblia y conversión de personas. Comúnmente, se planifica cuántos instructores bíblicos habrá y quiénes serán. Se verifica cómo serán los cronogramas de visitas y estudios, la fecha en que los interesados deben estar listos para el bautismo, qué temas serán tratados, cuántos días durará la campaña, etc. De forma directa o indirecta, todo se planifica de manera tal que termine en el bautismo.
Y, de hecho, evangelizar también tiene que ver con enseñar y bautizar (Mateo 28:19, 20). Sin embargo, es mucho más fácil hacerlo cuando la persona está tan interesada en este proceso como usted. ¿Y cómo despertar el interés? ¡Atendiendo las necesidades de ella!
Como ejemplo, puedo mencionar lo que encontramos en Lucas 8:26-39. Después de la curación de un endemoniado, en el versículo 38 leemos: “Y el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él […]”. Este hombre es solo un ejemplo de las innumerables personas que siguieron a Jesús después que sus vidas fueron tocadas de forma práctica por él.
Y antes que surjan preguntas en su mente, no estoy hablando de una estrategia fría que suple las necesidades por interés. A una persona “desalentada, enferma, tentada y caída, Jesús dirigía palabras de la más tierna compasión, palabras cuya necesidad era sentida y podían ser comprendidas”.[1] Elena de White también afirma que “El que vive cerca de Jesús comprenderá mucho del misterio de la piedad”.[2]
Esta es la perspectiva: ¡compasión sincera y genuina!
Consejos para atender las necesidades
- Sea observador. Mientras usted conversa con alguien, observe lo más que pueda e intente detectar cómo puede ayudar a esa persona en algo que ella necesite.
- Ayude buscando ayuda. Es cierto que no siempre podemos atender la necesidad de alguien, sin embargo, la mayor parte de las veces, conocemos a alguien que conoce a alguien que puede ayudar. O incluso si no conocemos, podemos ayudar a que esa persona busque ayuda.
- Anticípese. Incluso si la persona no pide ayuda, si usted ve una necesidad, anticípese. Pero tenga cuidado para no parecer invasivo.
- Comparta materiales de forma intencional. Si sabe que esa persona está pasando por problemas financieros, busque materiales y perfiles confiables sobre finanzas y compártalos con esa persona. Y claro, el ejemplo aquí se aplica a cualquier otra área de la vida, como problemas familiares, psicológicos, espirituales, etc.
- Pregunte. Si usted no logra identificar las necesidades de la persona, pregunte a amigos en común o a la propia persona cómo puede ayudarla. Y, aquí, repito el consejo de tener cuidado de no parecer invasivo, sino genuino.
Paso 4: Ganar la confianza
La confianza es algo en extinción en nuestros días, principalmente en medio de tantos fraudes que circulan en internet. Por lo tanto, como evangelistas, debemos no solo ser, sino también parecer personas confiables. Si usted no transmite confianza a una persona, no puede hablarle de Jesús.
Y claro, la confianza no es algo que se gana de la noche a la mañana. Es algo que se construye con carácter cristiano a lo largo de una relación sincera. Para eso, es necesario que usted demuestre ser un amigo genuino, que no solo quiere bautizar a la persona y sumarla a las filas de su iglesia, sino que su interés es, de hecho, verla feliz y mejor.
Es importante reforzar que solo se gana la confianza siendo confiable. Eso significa que, con respecto a este asunto, usted no puede argumentar, sino ser.
“Se espera que los hijos de Dios hagan, y no meramente digan”.[3] Aunque en esta cita Elena de White no esté hablando directamente sobre ganar la confianza, podemos aplicarla igual, ya que nuestras acciones, más que nuestras palabras, demostrarán si de hecho somos confiables o no.
Consejos para ganar la confianza
- Sea honesto. Las personas confiables son honestas en los más mínimos detalles.
- Sea manso y humilde. La mansedumbre y la humildad son reflejos del carácter de Cristo, y las personas así son confiables. No se puede decir lo mismo de las personas peleadoras y altaneras.
- Cumpla sus promesas. Si usted prometió que va a hacer algo, hágalo. Si usted prometió que estará en determinado lugar a tal hora, esté allí a esa hora. Si usted dice que no haría algo, no lo haga.
- No sea fanático/exagerado. El fanatismo o la exageración distancia a las personas y hace que ellas no confíen en usted para compartir determinados asuntos.
Buenas prácticas en internet que generan confianza
- Manténgase lejos de las “cadenas de WhatsApp” y de las Fake News. No comparta cadenas de WhatsApp y noticias sin antes verificar su procedencia en sitios confiables. Y, discúlpeme, y permítame decirle: si usted hace eso, ya tiene puntos en contra. Por lo tanto, manténgase lejos de ese tipo de contenido para no perder esos puntos.
- Sea una persona. En las redes sociales, hay personas que les gusta colocar como foto de perfil imágenes aleatorias, nombres diferentes y frases inusitadas. Evite todo eso, principalmente si usted va a iniciar una conversación con alguien que todavía no lo conoce o lo conoce muy poco. En las redes sociales no es necesario que usted se exponga, pero necesita ser usted mismo.
- No use indirectas y no exponga a nadie. Si usted usa sus redes sociales para mandar indirectas o exponer los errores de alguien, ¿quién garantiza que no hará lo mismo con la persona que está queriendo evangelizar si por alguna razón un día tienen un malentendido?
Paso 5: Decir “sígueme”
Solo después de los pasos anteriores la persona está lista para escuchar su invitación para seguirlo a usted y a sus principios. Y por no tener la paciencia debida, a veces nos llevamos por delante las etapas y terminamos pasando directamente al quinto paso mientras intentamos salvar un poco de cada uno de los que quedan detrás.
Es verdad también que hay casos en que los pasos aquí mencionados son acortados. Pero estos son excepciones, pues la regla es que los pasos deben seguirse para tener una mejor eficiencia y un discipulado completo en la vida de una persona.
Sea un ejemplo a seguir
Por otro lado, como cristianos tenemos la costumbre de decir que no somos ejemplo para nadie y que solo se deben comparar con Cristo. Entiendo esa afirmación y yo mismo la uso algunas veces, sin embargo, si vamos a analizarla a fondo, es incorrecta.
En 1 Corintios 11:1, Pablo dice: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”. Esta afirmación hecha por Pablo también debe ser hecha por usted y por mí. Debemos ser un ejemplo a seguir, pues, mientras que una persona no conoce a Cristo, nosotros somos la representación de Él en la vida de aquella persona. ¿Se ha puesto a pensar en el tamaño de esa responsabilidad y privilegio?
Consejos para facilitar el “sígueme”
- Elija la mejor manera para que la persona estudie la Biblia. Recuerde que el foco no es usted, sino la persona a quien desea enseñarle la Biblia. Por lo tanto, el formato o tecnología que será empleada debe ser de fácil acceso y comprensión de su interesado.
- Elija una guía de estudios que se adapte con la realidad de la persona. Hay diversos manuales de cursos bíblicos. Elija el que mejor se adapte a la realidad de la persona, pues, de esta forma, el mensaje será absorbido de forma contextualizada y se volverá algo práctico en la vida de esa persona.
- Entienda que el camino es gradual. Si hoy usted es una persona madura en la fe y puede recordar cuando comenzó este camino, se dará cuenta de cuánto maduró, aprendió y cambió. Acepte el tiempo de su interesado y ayúdelo a crecer en el tiempo de él.
Concluyo diciendo que el método de Cristo siempre fue, y siempre será, la mejor manera de llevar el evangelio a una persona. Y con certeza, este método puede, y debe, ser aplicado en el medio digital. Espero que, con estas pinceladas que dimos sobre el asunto, usted pueda interiorizar esta realidad y ponerla en práctica cuando esté navegando por las redes.
Referencias bibliográficas
[1] Elena de White, El Deseado de todas las gentes, p. 70.
[2] Ibíd., p. 358.
[3] Ibíd., p. 465.
Com hipervínculo.