¡La tuberculosis sigue siendo una preocupación!
Comprender qué es la enfermedad y lo importante que es tener un estilo de vida saludable en el proceso de prevención.
La enfermedad todavía está en la lista de las principales causas de muerte en el mundo. Hay una incidencia de 10 millones de casos nuevos cada año, y aproximadamente 1 millón de muertes anuales.
Esta enfermedad se diagnostica mediante una prueba de reacción cutánea (Mantoux) o un examen de rayos X. El órgano afectado es, generalmente el pulmón, pero la enfermedad puede afectar a otros órganos como los riñones y el cerebro. Los síntomas son una tos profunda, generalmente con sangre. Otros síntomas generales pueden ser fiebre, sudor nocturno, cansancio, pérdida de peso, etc.
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Generalmente, el principal factor de prevención es la vacuna que debe administrarse a los niños en la infancia. Los adultos que tienen un mayor riesgo de infección son aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos, como: pacientes con SIDA, cáncer o que padecen cáncer, y pacientes tratados con medicamentos que inhiben el sistema inmunológico. Fumar, beber alcohol y drogas también aumentan el riesgo de tuberculosis.
Transmisión
La enfermedad se transmite por pacientes que están infectados y ocurre cuando tosen o estornudan. El contacto casual con estos pacientes no transmitirá la enfermedad a menos que la persona tenga un sistema inmunológico comprometido. En general, el contacto prolongado con la persona infectada puede transmitir la enfermedad con mayor facilidad. Se sabe que un estilo de vida saludable puede proteger contra la enfermedad, especialmente al estar más expuesto al aire libre, con sol y aire fresco.
Parece que el bacilo de Koch, que causa la tuberculosis, no aprecia los ambientes soleados con buena circulación de aire. Por eso es importante mantener las casas ventiladas y soleadas, incluso si el sol a veces no es muy bueno para los muebles, y evite estar con muchas personas en lugares cerrados, similar a lo que sucede con la pandemia de Covid-19. De hecho, usar mascarillas, distanciamiento social, lavarse las manos también son válidos para prevenir la transmisión de la enfermedad cuando una persona está infectada.
Tratamiento
El tratamiento de la enfermedad consiste en antibióticos que se prescriben durante seis meses. En general, el problema de que la enfermedad sigue activa en el país se debe a tratamientos más cortos que producen bacterias resistentes a los medicamentos. Durante este período, es importante desarrollar un estilo de vida saludable, evitar el alcohol porque puede interactuar con la medicación, no fumar, tener horas de sueño adecuadas, evitar el estrés y no hacer ejercicio en exceso que puede inhibir el sistema inmunológico.
En conclusión, la prevención primaria de la tuberculosis sería la vacuna infantil. Pero también es importante, desarrollar un estilo de vida saludable para mantener el sistema inmunológico en buenas condiciones. Aquellos que corren un mayor riesgo, deben tener una vida con mucho tiempo al aire libre, y evitar los entornos mal ventilados y los lugares con muchas personas.