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Ejercicio y COVID-19

La razón de la importancia de mantener la práctica regular de ejercicios, especialmente como una forma de mejorar la inmunidad.


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El hábito de realizar ejercicios físicos, con regularidad, es importante no solo en tiempos de pandemia. (Foto: Shutterstock)

Recuerdo la historia muy bien. Un oficial de aeronáutica estaba piloteando un avión a reacción, y se produjo una rajadura en la ventana externa. Entonces el aire de afuera comenzó a entrar en la cabina. En esa altitud, la presión del oxígeno era muy baja y el piloto comenzó a tener dificultades respiratorias. Pero logró volver a su base y aterrizar el avión con seguridad. Como estaba medio inconsciente, fue llevado al hospital. El médico le dijo que estaba admirado de verlo vivo. La concentración de oxígeno en esa situación no era suficiente para mantener a una persona viva. Así, el doctor le preguntó: “¿Cómo pudo sobrevivir? Cuénteme”.

El piloto tampoco tenía idea. Sin embargo, cuando el médico revisó los exámenes, le hizo algunas preguntas extra y todo quedó aclarado. Ese piloto era un corredor y su capacidad pulmonar era enorme. Estaba acostumbrado a sobrevivir con poco oxígeno durante el ejercicio, por lo tanto, se salvó porque estaba en buen estado físico.

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Eso es algo que siempre me impresionó: el ejercicio puede salvar vidas. Por otro lado, la ausencia de esa actividad o el sedentarismo, puede matar. ¿Cuál es el mensaje aquí? Si usted se mueve, mantiene la circulación, activa su corazón y pulmones, además de los músculos y nervios.

¿Qué se puede hacer?

Si usted permanece sentado disminuye la circulación, debilita el corazón y los pulmones y los músculos y nervios se atrofian. Entonces, aumenta de peso, contrae diabetes, la presión sube y cuando el COVID-19 aparece, tiene mayor riesgo de infección, de complicaciones y muerte.

Así, con relación a la pandemia actual, ¿cómo puede ayudar el ejercicio? Si usted se mueve, su circulación aumentará, lo que significa que las células inmunológicas llegarán más rápido a los lugares donde se necesitan. El ejercicio también mejora el estrés y la depresión, que suprimen la actividad del sistema inmunológico.

Podríamos escribir un libro entero sobre los beneficios del ejercicio. Por ejemplo, el ejercicio mejora el sueño. Durante el sueño, su cuerpo produce más linfocitos y células defensoras naturales, las mismas que combatirán el COVID-19. Si usted se ejercita al aire libre, limpia los pulmones y, entonces tiene un riesgo menor de infecciones.

Y cuando usted hace ejercicio, la circulación se activa y la sangre circula mejor en la periferia, tanto en la piel como en las mucosas, y lleva más células inmunológicas. La mucosa es la primera línea de defensa contra virus y otros microorganismos. Si esa línea funciona correctamente, usted tendrá menos chances de ser infectado.

Finalmente, el ejercicio proporciona una circulación perfecta. Las personas con infección pulmonar tienen más congestión de sangre y fluidos en los órganos internos y frialdad en las extremidades con menos flujo. El ejercicio lo corrige y distribuye la sangre.

Ahora que sabe todo esto, ¿por qué no deja lo que está haciendo y sale a dar una caminata? ¡Ahora es hora de hacer ejercicio! Ahora es hora de pasar más tiempo al aire libre. Ahora es hora de trabajar en su jardín. Ahora es hora de hacer una caminata en el parque o en el campo. Y ahora es hora de jugar con sus hijos y hacer ejercicios con su familia.

Por favor, ¡muévase!

“Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase” (Génesis 2:15).

Vea los beneficios del ejercicio físico:

 

Hildemar Santos

Hildemar Santos

Salud y Espiritualidad

Cómo prevenir enfermedades y tener una vida saludable.

Médico y docente de la Faculdad de Salud Pública en la Universidad de Loma Linda, Estados Unidos.