Hijos hiperconectados: tres consejos para mantener la relación con ellos
La tecnología no siempre acerca a padres e hijos. Sepa qué hacer
Muchas familias usan la tecnología para construir recuerdos y relaciones interpersonales. Mirar una buena película juntos, o mirar fotos del pasado pueden ser actividades muy placenteras. Pero la tecnología también puede decepcionarnos. Puede dar la ilusión de que está conectándonos al otro, cuando no es así.
Si usted observa la forma como algunas familias usan la tecnología hoy en día, notará que están más conectadas a personas que no están muy cerca. Aunque puedan estar físicamente en la misma habitación o residencia, pueden estar desconectadas entre ellos en términos de relación. La mayoría de los padres y adolescentes reconoce que durante una comida también están enviando mensajes, navegando en la web o respondiendo correos electrónicos. Eso muestra que estamos definitivamente más conectados, aunque no necesariamente esta conexión es con las personas que están compartiendo la misma mesa.
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Pero eso no es un problema nuevo ni es causado por el Internet. Muchos hijos que nacieron en las décadas de 1970 y 1980 también preferían mirar televisión a dialogar con sus padres. Haga una prueba: experimente desconectar su casa completamente. ¿Será que encontraría algo para hacer o de qué hablar con sus hijos? ¿El problema es el exceso de tecnología o la falta de relación?
El desafío de hoy es el mismo del pasado: los padres deben continuar luchando para establecer una relación profunda, de calidad y confianza con sus hijos. Usted que es padre debe tomar la iniciativa, por más incómodo que eso pueda ser. Por lo tanto, aquí van algunos consejos que pueden ayudarle a estar conectado con ellos:
- Cuando sus hijos lo eviten, asegúrese que usted no hará lo mismo. Cuando los hijos eviten relacionarse con usted, o prefieran un amigo de Facebook para charlar, como padre, una de las decisiones más importantes que puede tomar es no darse por vencido y buscar relacionarse con ellos, aunque parezca que no es lo que quieren.
- Cultive actividades y conversaciones que no dependan de la tecnología. Separe tiempo para conversar sobre la vida, la fe, las relaciones interpersonales, los objetivos, los sueños y las esperanzas.
- Esté listo a tener diálogos incómodos. A medida que realicen más actividades juntos, puede intentar tener conversaciones más profundas. Uno de los momentos para tener uno de esos diálogos es en un viaje largo en auto, por ejemplo. Ustedes estarán cerca, pero evitarán la incomodidad de estar mirándose a los ojos. Después de la primera experiencia, las demás serán más fáciles.
Todo eso es un proceso. Por eso, luche por el corazón de sus hijos.