Sábado 13 de abril de 2024: Irán atacó a Israel y subió la tensión en Medio Oriente. 18 de abril de 2024: Israel bombardeó Irán en “respuesta” al ataque anterior. En los momentos previos y posteriores a lo ocurrido, Internet estaba alborotado. Particularmente, X (antiguo Twitter) en esos momentos se transformó en un verdadero tsunami de información, videos, fotos y opiniones de los tipos más variados. Fue atemorizante presenciar una vez más esa cantidad de información en tiempo real surgiendo en nuestras pantallas.

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Estamos apasionados por la información. El gran romancista brasileño Guimarães Rosa dijo una frase que resume mucho esa relación: “El hombre nació para aprender; aprender tanto como la vida le permita”. Aprender, entre otras cosas, también es ‘manejar’ información. Lo que hoy en día parece ser prácticamente imposible, dada la enorme cantidad de fuentes de información que tenemos. La diferencia es que, en la época de Guimarães Rosa, el libro era la fuente. Hoy, lo son las pantallas y los medios sociales de comunicación.

Y cuánto más novedosa sea la información, más nos entusiasmamos para no perdernos nada. Tres manifestaciones se procesan cuando estamos inmersos en algún acontecimiento reciente, cuando no quitamos los ojos de las pantallas:

1. El poder de la novedad: Somos llevados a tener más interés, curiosidad y los sentidos aguzados cuando esta se instala. Puede ser cualquier tipo de novedad, desde una noticia importante, la llegada de un vecino o colega de trabajo, o simplemente un chisme.
2. El miedo de quedarse afuera: El FoMo (Fear of Missing out), un estado psicológico en el que el individuo se vuelve ávido de información y permanece conectado todo el tiempo por miedo a perderse algo que está sucediendo. La velocidad de la información en nuestra era digital provoca una sensación terrible de que no estar conectados significa que nos perderemos algo importante.
3. El Flow: Una de las sensaciones más impactantes que los medios digitales, Internet y las redes sociales nos trajeron es el flow. Es aquella sensación de inmersión completa, cuando no nos damos cuenta de que el tiempo pasa. Es casi una ‘concentración desconcentrada’, en la que no percibimos que estamos entrando cada vez más profundo en eso que captó nuestra atención.

Este escenario preocupante nos puede servir positivamente. Empresas e influenciadores se aprovechan de momentos como el citado al inicio del texto para conectarse con su público. Análisis, campañas publicitarias o simplemente menciones a los acontecimientos generan participación y prolongan la relevancia de quién los utiliza. A este concepto lo llamamos “aprovechar el timing”.

Evangelismo en tiempo real

El Timing es muy útil para nosotros, como Iglesia, que deseamos crear una posición positiva ante nuestro público destinatario. Dos ejemplos muy relevantes muestran cómo aprovechar el momento preciso trae óptimos frutos.

Cuando yo era director en las áreas de Marketing y Comunicación en la iglesia del Centro Universitario Adventista de Sao Paulo (UNASP), campus Sao Paulo, en pleno año 2020, con la pandemia que dejó al mundo aterrorizado, comenzamos a crear una serie de programas en nuestras transmisiones, utilizando siempre temas escatológicos. En una investigación interna, descubrimos que las personas estaban ávidas por consumir contenidos que podrían explicar o conectar los acontecimientos con el futuro del planeta y de la humanidad. Con ese afán, los sermones de los sábados, las vigilias especiales y los estudios bíblicos en línea hicieron que la audiencia subiera un 1.250% en poco más de seis meses de reposicionamiento del canal.

Otro ejemplo es el de los mensajes propuestos por el pastor Odailson Fonseca en las redes sociales. Siempre comentando acontecimientos recientes a la luz de la Biblia, incluyendo un contexto espiritual a todo, sus posteos han alcanzado a miles de personas, muchas de ellas de otras denominaciones e incluso a las que no son cristianas. Una verdadera clase de cómo aprovechar temas recientes y predicar. La meditación Um Minuto para Sempre condensa diversos de estos textos de la autoría de Fonseca en un movimiento transmedia que llevará su contenido a más personas.

¿Está dudando sobre cómo alcanzar mejor a las personas con sus programas, sermones, estudios o incluso las actividades más rutinarias de su iglesia o de su vida? ¡Aproveche el timing!