La Agencia Adventista Sudamericana de Noticias tuvo acceso al mensaje de fin de año del pastor Ted N.C. Wilson, presidente mundial De la Iglesia Adventista del Séptimo Día. A continuación, lea o vea en el video estas inspiradoras y alentadoras palabras.

A medida que el 2020 va cerrando, y nos ponemos a pensar en todo lo que ha pasado, creo que estaremos de acuerdo en que este año ha sido uno de los más difíciles de la historia reciente.

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De muchas maneras, parece ajustarse a la descripción que encontramos en Mateo 24:7—“Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares”. Y la lista podría seguir. Este año han pasado tantas cosas difíciles y desafiantes que, si nos detenemos mucho tiempo en ellas, podríamos terminar muy desanimados.

Pero, alabado sea Dios porque tenemos la maravillosa esperanza que nos eleva y anima a ir hacia adelante.

Continuando con Mateo 24, versículos 12, 13 y 14, leemos: “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”.

¿Entiende eso? Este pasaje nos dice que, a pesar de todo lo que pasa a nuestro alrededor, nada puede impedir que el evangelio sea predicado en todo el mundo para testimonio a todas las naciones.

Permítanme repetirlo de otra manera. Absolutamente nada detendrá la proclamación del mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14 y el cuarto ángel de Apocalipsis 18, que llama a las personas a salir de la confusión e ir a la verdadera adoración a Dios como Creador y también les dice que se alejen de la marca de la bestia y de cualquier cosa que los quiera controlar. Nada que no sea el poder de Dios detendrá esa proclamación.

¡Qué gran promesa es esta de Mateo 24 y qué mensaje increíble tenemos para compartir como testimonio al mundo! A pesar de todo lo que sucede a nuestro alrededor, aunque el mundo parece girar sin control, hay un Dios en los cielos que nos ama, que murió por nosotros, que nos redimió, que tiene un plan para nosotros, que intercede por nosotros en el santuario celestial y que pronto vendrá a llevarnos a casa para que vivamos con él para siempre. Qué gran mensaje tenemos para compartir con el mundo ahora que tantas personas buscan esperanza para hoy y seguridad para el futuro. Tenemos el privilegio de ser anclas de estabilidad y pilares de esperanza en estas tormentas.

Permítanme compartir con ustedes este pensamiento maravilloso que encontramos en el libro Obreros evangélicos: “Algunos miran siempre los rasgos objetables y desanimadores, y por lo tanto, los sobrecoge el desaliento. Se olvidan de que el universo celestial aguarda para hacerlos agentes de bendición para el mundo; y que el Señor Jesús es una reserva inagotable de la cual los seres humanos pueden sacar fuerza y valor. No hay necesidad de sentir abatimiento ni aprensión. Nunca llegará el tiempo en que la sombra de Satanás no atraviese nuestra senda. . . Pero nuestra fe debe atravesar esta sombra. Dios pide colaboradores alegres, que se nieguen a quedar desanimados y descorazonados por los agentes opositores. El Señor nos guía, y podemos ir animosamente adelante, seguros de que estará con nosotros, como estuvo en lo pasado” (pp. 285).

¡Qué promesa increíble, hermosa y llena de esperanza! Y para cerrar, me gustaría agradecerles por todo lo que han hecho este año por el Señor. A pesar de todo lo que ha sucedido este año, ustedes han seguido adelante, encontrando un camino a pesar de la pandemia, los desastres naturales, los conflictos sociales, las crisis económicas y más. El pueblo de Dios en todo el mundo ha usado la creatividad y la fortaleza para seguir, ayudando a las personas en necesidad, esparciendo esperanza y ánimo por internet y otros medios, usando todo medio posible para proclamar el evangelio y la verdad de que Jesús viene pronto. Gracias por todo lo que han hecho y continúan haciendo a través del poder de Dios. Que él continúe bendiciéndolos con su fuerza en la caminata por estos tiempos increíbles que vivimos. ¡Maranata! ¡Jesús viene pronto!

Oremos. Padre que estás en los cielos, hacemos una pausa para pedirte que nos des más ánimo y bendiciones a todos los miembros de iglesia en el mundo. A las familias, las mujeres, los hombres, los jóvenes, los niños, a todos los que están dispuestos a entregarte sus vidas. Anímalos ahora y ayúdalos a avanzar hacia el 2021 conscientes de que cada vez se acercan más al regreso de Jesús y que el Espíritu Santo nos usará de manera poderosa si descansamos en los brazos de Jesús. Señor, oramos con fervor por la lluvia tardía del Espíritu Santo. Pedimos poder para proclamar el mensaje de los tres ángeles. Pedimos poder para levantar a Jesús en toda su belleza y la maravillosa redención y oportunidad de salvación que tenemos gracias a la vida, muerte, resurrección y ministerio continuo en el Lugar Santísimo del santuario celestial de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, en cuyo nombre pedimos todo esto. Amén.

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