El 8 y 9 de diciembre, la Iglesia Adventista en Argentina realizó su tercer congreso como sede administrativa. El lugar elegido fue el templo de Palermo, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Esta iglesia fue la primera en abrir los caminos de la fe adventista en esta región. Luego, el mensaje cristiano se extendería por toda la ciudad y la provincia gracias al compromiso de Francisco Westphal quien arribó al puerto de Buenos Aires en 1894. Tal fue el compromiso de los pioneros que muchos años más tarde gran parte de la provincia se conforma por dos campos eclesiásticos: La Asociación Bonaerense y la más reciente Misión Bonaerense del Norte (nombres eclesiásticos de sedes adventistas en el país).

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Desde aquel entonces la estructura de la Iglesia Adventista en el país ha crecido y mucho. Hay decisiones importantes que tomar para que la iglesia prosiga ordenada, siga desarrollando sus acciones y continúe con la misión de llevar esperanza. Tal es así que, en estos encuentros que ocurren cada cinco años, líderes de las regiones eclesiásticas de todo el país e instituciones y delegados, estos últimos conformados por hermanos de iglesia representando a cada Asociación y Misión, evalúan lo realizado en los últimos cinco años y se conforma el equipo administrativo de la Unión y de las Misiones para el próximo quinquenio.

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El Congreso contó con la orientación y guía del pastor Erton Köhler, presidente de la Iglesia Adventista en Sudamérica para la formación de la comisión organizadora y sucesiva votación.

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Bajo la autorización del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y estrictos protocolos de salud, el congreso tuvo momentos de referencias técnicas, pero también de momentos emotivos. Se recordó, a través de un video, a hombres y mujeres que dedicaron su vida al servicio de Dios. Aquellos que formaron parte de nuestra Iglesia como obreros del Señor y hoy ya no están.

El mensaje espiritual de la primera jornada estuvo a cargo del pastor Edward Heidinger, secretario de la Iglesia Adventista en Sudamérica, quien destacó dos elementos necesarios que nos brinda el Espíritu Santo: Libertad y humildad. “Dios desea que tengamos humildad para escuchar y ser sensibles a la voz del Espíritu Santo. Por la gracia de Dios saldremos de este lugar confiados, sabiendo que le ha parecido bien al Espíritu Santo”, reflexionó el líder Sudamericano.

Durante el segundo día, el pastor Bruno Raso, vicepresidente de la Iglesia Adventista en Sudamérica, tuvo la reflexión matutina y destacó cuatro pilares de la vida del apóstol Pablo: propósito, identidad, misión y pasión. “La vida de Pablo tuvo un propósito. Desde su encuentro con Cristo él se preguntó: ¿qué quieres que yo haga? Para Pablo la misión era su pasión. Esto lo llevaba a transcender más allá de toda dificultad”, compartió el pastor Bruno.

Durante el Congreso se compartió, con todos los presentes, las acciones de los últimos cinco años que llevó adelante la Iglesia Adventista en Argentina en todas las áreas que la conforman. Además, hubo presentaciones de las instituciones como la Agencia Adventista para el Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) y las de carácter educativas y sanitarias, como la Universidad Adventista del Plata, el Instituto Superior Adventista de Misiones, la Clínica Adventista Belgrano y el Sanatorio Adventista del Plata, respectivamente.

Otro de los momentos especiales fueron los bautismos de Miryam Bareiro, quien regresó a la iglesia junto a su esposo Daniel Vega, que encontró a Jesús luego de participar en los últimos meses de un Grupo Pequeño de matrimonios y por la gracia de Dios entregaron su vida a él en el Congreso. También se pudo disfrutar del bautismo de Karina Urcola, quien volvió a la Iglesia luego de tomar estudios bíblicos interactivos online durante la pandemia. En tanto que, el bautismo de Sandra Esquivel, una joven de 17 años, reflejó el trabajo de una iglesia decidida a llevar la misión, inclusive, dando estudios bíblicos por teléfono con sus padres. Hoy, ella está compartiendo su fe a otras amigas y en su casa, los sábados de tarde, funciona una clase bíblica para niños coordinados por ella y sus padres que acaban de terminar sus estudios bíblicos.

Por otra parte, se reconoció a los pastores Darío Bruno e Iván Samojlúk por la tarea realizada durante tantos años de ministerio, no solo en Argentina sino en diversos países, como en el caso del pastor Iván. “Pastor Iván, yo sé que vas a seguir diciendo: Yo voy. Cuando Cristo venga, Dios pondrá una corona en la cabeza de ustedes, una que será incorruptible. Dios los bendiga en esta nueva etapa”, mencionó el pastor Bruno Raso.

En las etapas finales del Congreso, el pastor Erton Köhler, presidente de la Iglesia Adventista en Sudamérica, reflexionó sobre lo presentado y destacó: “Nuestra gratitud a Dios por este equipo que fue conformado para servir a la Iglesia. Que este nuevo equipo busque la ayuda del Espíritu Santo y, a través de ellos seguir creciendo en Argentina. Deseamos que todos los miembros de la iglesia puedan decir “Yo voy” a hacer lo mejor para la iglesia y el mundo”, cerró el líder de la División Sudamericana de los Adventistas del Séptimo Día.

En el cierre del programa, el pastor Darío Caviglione, nombrado en este congreso como presidente de la Iglesia Adventista en Argentina para los próximos cinco años, desafió a los presentes a avanzar unidos e integrados. “No hay forma de crecer más rápido y fuertes si no nos unimos más. Con humildad vamos a seguir haciendo lo mejor de nuestra parte, dependiendo más del Señor que de nosotros. Debemos seguir integrados y unidos, con la misión de crecer más de lo que pudimos hacer hasta aquí. Así como los pioneros, necesitamos ser los primeros en decir: Yo voy”, concluyó Caviglione.

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El III Congreso de la Unión Argentina en video

El III Congreso de la Unión Argentina en fotos

Foto/Edición: Jorge Luis Sánchez/Michelle Alarcón.