Qué han hecho los jóvenes para que las personas conozcan a Cristo
Ligados a diversos proyectos de la iglesia, voluntarios de 8 países de Sudamérica se dedican a sembrar el mensaje del evengelio.
Distintos puntos del mapa se cruzaron para que Janete dos Santos, Enilson Costa y Raquel Barbosa se encontraran. El lugar fue el Núcleo Rural Vargem Bonita, en Brasilia, capital de Brasil. Fue hasta allí que llegó un equipo del proyecto Un Año en Misión, en el que jóvenes dedican 12 meses de sus vidas para sembrar el evangelio en algún lugar lejos de su tierra natal.
Costa es marañense [del estado de Maranhao, en Brasil], pero encontró el mensaje que presenta la Iglesia Adventista cuando se mudó al Centro-Oeste brasileño. Hasta ese momento, el alcohol y las drogas eran parte de su rutina. Y fue para aliviar el sufrimiento de la madre que decidió cambiar sus prácticas. “En gratitud a Dios por lo que él hizo, decidí formar parte de esto [Un Año en Misión]” para salvar a otras personas”, describe.
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Raquel, por su parte, vivía los dramas de la adolescencia. Creció en una familia cristiana, pero en cierto momento comenzó, así como Costa, a consumir alcohol lo que la llevó a la dependencia de esa y otras sustancias. Ya estaba viendo los frutos de ese estilo de vida cuando decidió buscar una iglesia. “Estuve depresiva un tiempo. Después conocí a Janete y Enilson, y me interesó [conocer la iglesia]“, detalla la joven. En esa época, por la invitación de una amiga, comenzó a asistir a una congregación cerca de su casa, en Vargem Bonita. Sin embargo, tenía poca familiaridad con la Biblia.
El encuentro de los tres personajes sucedió cuando Costa y Janete, que es argentina, salieron por las calles de la localidad para hacer una encuesta y ofrecer estudios bíblicos. En una de las casas, los padres de Raquel aceptaron entender más sobre el Libro sagrado. La muchacha, sin embargo, no participó de las primeras reuniones. “Ella pasaba por la sala, saludaba, pero no se quedaba”, recuerda Janete. Pasaron algunos meses antes de que la muchacha aceptara participar de las clases.
Influencias positivas
Pero no pasó mucho tiempo antes de que expresara el deseo de bautizarse. Conquistada por la amistad de los voluntarios, Raquel comenzó a asistir al templo adventista recién inaugurado en Vargem Bonita. “Yo quise buscar a Dios”, confiesa. Pero la decisión no fue fácil. Ella dejó los antiguos hábitos para hacerse adventista del séptimo día.
Su ceremonia bautismal tuvo lugar durante la apertura del Concilio Anual de la Iglesia Adventista para Sudamérica, realizada en la noche del viernes 8. Con el tema “Cosecha los frutos”, la decisión de la joven ejemplifica el objetivo de pastores y miembros que actúan en 8 países de este continente de sembrar a esperanza presentada por la Biblia y reunir a personas dispuestas a seguir a Cristo. En la programación, otros jóvenes contaron sus historias sobre lo que los ha impulsado a dedicar sus vidas para promover cambios en las de otros.
Ellos señalaron que iniciativas como Un Año en Misión y Misión Caleb pueden ser herramientas para usar talentos y sueños para alcanzar a otras personas que necesitan no solo una palabra de consuelo, sino cambios significativos. Ya sea del interior de Paraguay o del centro de Brasil, muchas personas ven en la disposición de personas como Janete y Costa los resultados de la plantación del mensaje bíblico.