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Por generaciones, familia dedica talentos a las instituciones de salud de la iglesia

El legado de la familia Blair, que comenzó alrededor de 1910, abarca cuatro generaciones de obreros que cuidan de la salud en la iglesia.


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A la izquierda: Jenna, licenciada en enfermería que trabaja en Avista Adventist Hospital, cerca del lugar donde, casi 100 años atrás, su bisabuela Bernice (derecha) se formó en el Sanatorio de Boulder-Colorado como enfermera. (Foto: North American Division News).

Así como se pasa la antorcha, una familia adventista del séptimo día ha pasado el privilegio y la responsabilidad de trabajar en el ministerio de la salud de la iglesia de generación en generación. Este legado se extiende por cuatro generaciones de cuidadores de la salud y comienza alrededor de 1910, en una reunión campestre en Denver, Colorado, en los Estados Unidos.

Anna Mardian reunió a varios de sus hijos y asistió a una serie de reuniones, por la noche, realizada por la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Lo que ella escuchó en aquella carpa transformó su vida y luego se bautizó en la fe adventista. La decisión de Anna influenciaría el rumbo de su familia por las generaciones futuras, comenzando por su hija Bernice.

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Dentro del sistema de salud adventista, ahora conocido como AdventHealth, los hijos de muchas familias siguieron los pasos de sus padres, continuando el legado de extender el ministerio cristiano de curación en los hospitales y clínicas en todo el país.

Una enfermera en un mundo nuevo

Dos hijas de Anna Mardian sabían que querían seguir una vocación en la enfermería médico-misionera. Bernice fue la primera en embarcarse en esa aventura. Con la vocación de ayudar a otros, ella se inscribió en la escuela de capacitación de enfermeros, en Boulder-Colorado Sanitarium, una de las primeras expansiones del Sanatorio de Battle Creek, en Michigan, el primer sanatorio adventista, construido en 1866. La instalación de Boulder, Colorado, fue construida en un paisaje montañoso y frío para ayudar a los mineros que sufrían de tuberculosis.

Allí, Bernice fue capacitada como enfermera, registrada e instruida en los principios de vida saludable, como el poder de sanación de la luz del sol, del agua y del aire fresco. Después de graduarse en 1923, Bernice actuó como enfermera particular y aceptó una función que fue una aventura lejos de casa: hizo las maletas y partió hacia el Viejo Oeste para cuidar de un hacendado anciano con la cadera fracturada. De hecho, este hacendado en Rock Springs, Wyoming, necesitaba de Bernice como enfermera y, con el pasar del tiempo, su hijo, Edmund Blair, la quiso como esposa.

Posteriormente, el Boulder-Colorado Sanitarium, la instalación donde Bernice inició su carrera de enfermería, fue sustituida por una nueva instalación, a casi diez kilómetros de distancia, llamada Avista Adventist Hospital.

Educando una familia de fe

Al inicio de la década de 1940, Bernice y su marido dejaron Rock Springs y se mudaron a Colorado, estado natal de ella. Allí criaron dos hijos, cerciorándose de que la educación adventista fuese una parte central de la formación de los niños. En parte debido a esta devoción, uno de sus hijos, Mardian J. Blair, se convirtió administrador del hospital y, posteriormente, actuó como CEO de varios hospitales adventistas: Adventist Hinsdale Hospital (actual AMITA Health Adventist Medical Center Hinsdale), Portland Adventist Medical Center(actual Adventist Health Portland) y Florida Hospital(actual AdventHealth’s Central Florida Division- región sur). Mardian también fue CEO del Sistema Adventista de Salud (actual AdventHealth).

Como Mardian y su esposa continuaron su compromiso con Dios y con la Iglesia, tres de sus cinco hijos siguieron sus pasos y eligieron una profesión en el área de salud. Hoy, la hija de Mardian, Robyn Edgerton, trabaja como directora de estrategias misioneras para AdventHealth,el programa de desarrollo de CreationHealthy también para la expansión de estas iniciativas de estilo de vida de los miembros en las iglesias, escuelas y hospitales.

La antorcha sigue su camino

Así como el legado general de los cuidados de la salud adventista continúa, también continúa el legado de las generaciones de la familia Blair que comenzó en la década de 1900, en Boulder, Colorado. Hoy, la bisnieta de Bernice, Jenna, también es enfermera y trabaja en Avista Adventist Hospital, casi 100 años después de que Bernice estudió en el Boulder-Colorado Sanitarium.

Jenna recuerda el día en que entendió plenamente la conexión de su trabajo con el de su bisabuela:“Estaba haciendo una nueva certificación de resucitación cardiopulmonar en una sala de reuniones del consejo donde estaban todos los instrumentos del Sanatorio de Boulder”, dice ella. “Fue asombroso mirar alrededor y ver aquellas cosas de las cuales yo sabía que mi bisabuela había sido parte y que podría haber tocado”. Y completó: “Me siento conectada a mi bisabuela en el sentido de que yo estoy cuidando de los pacientes de la misma manera en que ella cuidó a los suyos”.

Un legado de cuidado

Gracias al compromiso resuelto de generaciones de adventistas como los Blairs, organizaciones como la AdventHealth han ofrecido atención exclusiva a las personas por más de 150 años, alcanzando hoy a casi 14 millones de personas por año. Con un total de cinco sistemas hospitalarios en Norteamérica, con aproximadamente 100 hospitales, 140 mil empleados, y escuelas de enfermería en todo el país, el legado de salud e integridad de la Iglesia Adventista continúa.