Ivon construyó el auditorio donde fue bautizado
La historia de un ingeniero eléctrico que coordinó la construcción de un gran auditorio en la sede sudamericana y, ocho años después, se bautizó allí.
Desde el 2006, el ingeniero eléctrico Ivon Antônio de Souza, de 62 años, mantenía una relación predominantemente técnica con personas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Por medio de la empresa en la que trabaja, presta diversos servicios en obras solicitadas por la sede sudamericana, ubicada en Brasilia. Cuando se habla de la parte eléctrica o estructura predial, Ivon Souza es un experto y siempre se sintió cómodo para conversar con los líderes adventistas con respecto a paredes, cableado eléctrico u otro asunto del género. Pero con la parte espiritual de su vida era diferente. Debido a la curiosidad, y a una gran oportunidad que surgió, los caminos de Ivon cambiaron completamente en este aspecto. Hace unos ocho años, lo contrataron para construir un nuevo auditorio en la sede, que alojaría reuniones mayores de la organización a nivel sudamericano. Y fue justamente en ese auditorio, completamente lleno, donde el ingeniero decidió públicamente bautizarse el último sábado 8, en medio de un programa especial con las familias de empleados de esta sede.
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Pero ¿cuál fue el camino recorrido por Ivon hasta llegar a esta decisión? Hubo muchas etapas. Y en todas ellas es posible percibir una acción realmente sobrenatural por parte de Dios. Parte de este camino, se dio por el deseo de conocer más la Biblia y la influencia de las buenas amistades.
Curiosidad por la Biblia
Aunque siempre tenía una religión, Ivon Souza admite que tenía mucha curiosidad sobre la Biblia. En 2012, por ejemplo, durante el programa sudamericano llamado Hogares de Esperanza, fue invitado a almorzar en la casa de uno de los pastores que trabajaba en la sede sudamericana. Fue un importante contacto para una buena conversación sobre la Palabra de Dios.
En abril de 2016, hubo otra marca importante del camino espiritual del ingeniero eléctrico. En el nuevo auditorio ya construido, él participó de un programa especial ideado por el área financiera de la sede sudamericana, llamado Más que negocios.Fue un culto realizado con los prestadores de servicios que actuaban en las oficinas de la sede sudamericana adventista. Ivon estaba allí y dejó una nota en la que decía que quería aprender más sobre la Biblia.
Pero algo interesante ocurrió fuera de la sede. Más precisamente en la parte de atrás, donde está la Iglesia Adventista Central de Brasilia. Allí, Ivon Souza también trabajó en una gran reforma reciente del templo. “Un día, mientras hacía la reforma del templo, vi una caja llena de ejemplares de la Biblia. Estaban un poco viejas, pero me llamó la atención que estaban escritas, marcadas, como si alguien hubiese hecho varias anotaciones allí”, recuerda. Aquella escena de las Biblias en la caja quedó registrada en su memoria. Despertó aún más la necesidad de entender lo que la Biblia enseñaba.
Influencia de las buenas amistades
Más que un prestador de servicios, Ivon se consideraba casi parte de la familia adventista en la sede sudamericana. Discretamente, comenzó a asistir a algunos cultos que se hacían temprano por la mañana en el auditorio. En este lugar, de lunes a viernes, los empleados de la sede acostumbran a asistir a un culto entre las 7:25 y las 8:00. A veces, afirma que asistía de pie con parte de su atención en el mensaje y otra parte en el teléfono móvil debido al trabajo. Pero, cuando se habla con él, se puede percibir que retuvo mucho del contenido y sabe el nombre de cada uno de los pastores que vio predicando allí.
La buena amistad con Levi Viegas, encargado del patrimonio de la sede sudamericana, hizo toda la diferencia. Levi e Ivon desarrollaron una fuerte amistad, por eso, los miércoles de mañana reservaban un tiempo para ver el contenido de uno de los DVDs de estudios bíblicos producidos por el pastor Luís Gonçalves (director sudamericano de evangelismo), y posteriormente conversar sobre el tema.
Viegas se volvió el apoyo espiritual de Ivon Souza. Lo invitó a ir a su casa y especialmente, a ir a la iglesia. Con mucho interés, el ingeniero eléctrico asistió a las semanas especiales de decisión espiritual. En el momento en el cual habitualmente el predicador desafía a las personas a pasar al frente para asumir un compromiso público con Dios, Ivon se levantaba.
Para su asombro, según él mismo, la decisión por el bautismo se dio el viernes 7. O sea, un día antes de la ceremonia bautismal realizada en la sede. Con respecto a la decisión tomada, dispara la siguiente frase: “Tengo fe de que ya ha funcionado. Ahora es solo continuar”. Sus familiares presenciaron el momento.
Las palabras finales que el pastor Erton Köhler, líder sudamericano adventista, le dijo directamente a Ivon durante el bautismo, dejaron una fuerte impresión y significado para el ingeniero y todos los presentes. “Ivon, cuando estés en el cielo, Jesús no te dará un casco de construcción sino una corona”; en clara alusión al equipo de protección que Ivon suele utilizar en el trabajo de rutina dentro de la sede.