Los 23
Puedes hacer parte del grupo selecto de los que comparten esperanza de un mundo mejor en el Reino de los cielos.
“De los levitas fueron contados veintitrés mil, todos varones de un mes arriba” (Números 26:62).
Son trendig topic en Twitter. Generan discusiones en todas las redes sociales. Están a la orden del día en cualquier conversación. Cada cuatro años, por estas épocas, la gente habla de ellas: las listas de los 23 jugadores de fútbol seleccionados por país para disputar el Mundial.
Entre el 14 de junio y el 15 de julio, el mundo será blanco y redondo, y girará al compás de la Telstar 18, la hermosa pelota diseñada por la empresa Adidas como balón oficial de la XXI Copa Mundial de Fútbol, por desarrollarse en Rusia. Pero antes, todo se basa en torno a los 23 nombres designados por los distintos entrenadores de las naciones clasificadas para ser parte de la cita mundialista. Tras ellos, están las esperanzas y los sueños de los millones de habitantes de cada país.
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Una lista, una comunicación, una designación. Ser y sentirse parte es positivo. Ya sea como deportistas o como seres humanos, ser elegidos nos hace únicos, especiales.
En la Biblia, se cuenta cómo los levitas fueron elegidos para servir. Ellos no recibirían herencia de tierras, pero tenían el agrado de ministrar en el santuario y cumplir con la misión en la redención de los pecados del pueblo. Eran una tribu apartada para labores relacionadas con la salvación de las personas.
En el triste relato de Números 26 se cuenta que hubo un censo en Israel como producto de una gran matanza producida por causa de la desobediencia: el pueblo elegido por Dios se había descarriado tras ídolos de barro en Baal-peor (Números 25). Por eso, hubo un recuento en cada tribu. En total se registraron 601.730 hombres (Núm. 26:51). De ellos 23.000 eran de la tribu de Leví. Como los seleccionados para ir a un Mundial son pocos (solo 23 entre los miles de deportistas profesionales de cada federación nacional) los elegidos para llevar a cabo la tarea clave.
Hoy, no importa su descendencia, ni tu lugar de origen, ni tu pasado. Solo cuenta tu disposición para el servicio y tu compromiso con la obra. Puedes ser parte de un grupo más selecto que el de 23 deportistas famosos: puedes integrar el ejército de fieles porta antorchas de la luz de la verdad que alumbrará el mundo. Esta semana, y más precisamente el sábado 26 de mayo, saldremos a las calles, las plazas, las escuelas, los barrios, las fábricas, los hospitales y todo lugar imaginado para entregar el libro misionero El poder de la esperanza. Es un material maravilloso e indispensable para ayudar a otros a encontrar paz y salvación.
Tenemos el privilegio de haber sido elegidos y la responsabilidad de elegir bien. Como Pedro. Él sabía lo que significaba ser un elegido. Miembro del selecto grupo de los doce, dejó sus redes para gozar de las bendiciones y el aprendizaje del gran Maestro a fin de ser un auténtico pescador de hombres. Sabía de lo que hablaba cuando escribió: “Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas” (1 Pedro 1:2).
Pero como era un ser humano, fracasó en su misión. Abandonó a su líder en su hora más oscura y lloró ante su derrota. No obstante, Jesús (lleno de un amor absolutamente incomprensible) le brindó una nueva oportunidad y se convirtió en un gran apóstol. Sabía de lo que hablaba cuando escribió: “Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás” (2 Pedro 2:10).
Los 23 futbolistas de cada país para el Mundial ya están elegidos. Hubo un entrenador quien realizó la elección. En la misión de salvar a otros, el Entrenador del Cielo ha mencionado tu nombre. Estás en la lista. ¿Qué responderás a la convocatoria?