Jorge Riffel escapó de Europa al ser perseguido por su fe
Según la historia, pionero bautizó a los primeros adventistas en Argentina.
Brasilia, Brasil... [ASN] De baja estatura, inquieto, extrovertido y excelente predicador, así se le recuerda a Jorge H. Riffel, uno de los pioneros de la obra adventista en Sudamérica que merece ser mencionado en la serie de reportes históricos por los 100 años de la sede sudamericana adventista. Fecha histórica que se completa este 2016.
Riffel de origen Suizo y agricultor, estuvo casado con María L. Ziegler con quien tuvo un hijo de nombre David. La familia por causa de su fe tuvo que dejar el viejo continente luego de pasar por Rusia y Alemania para ponerse en camino hacia el Nuevo Mundo. A finales de 1876 salieron de Bremen (Alemania) para luego ir por barco a Sudamérica, relata el libro Misioneros en Sudamérica, que tiene como autor al doctor en teología Daniel Oscar Plenc.
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La primera parada de la familia en Sudamérica fue Río Grande del Sur, Brasil. Sin embargo, debido a que las condiciones para la siembra de trigo no eran las adecuadas en aquellas tierras tropicales, se dirigieron a la ciudad de Entre Ríos, Argentina, y allí se establecieron por unos años. Al pasar el tiempo su hermano Federico Riffel- que vivía en Norteamérica- los invitó a unirse a ellos. La familia vendió sus pertenencias en Argentina, y viajaron a Tampa, Estados Unidos, para establecerse en la región. No imaginaron que aquel viaje los llevaría a tener una experiencia espiritual profunda.
Al llegar a la región, asistieron a reuniones evangelísticas en alemán- donde conocieron al pastor H. H. Schulz, quien los bautizó por el año de 1888. Al conocer las enseñanzas de la Biblia Jorge se resistió a guardar las verdades aprendidas y decidió regresar a Argentina para compartirlas con sus amigos. Jorge estaba seguro que era un llamado de Dios, era una respuesta a sus oraciones: “Ve de nuevo a la Argentina. Retorna a Sudamérica como un evangelista laico”, expone el libro de Plenc al referirse al llamado recibido por el pionero.
Contacto con Francisco Westhphal
A su regreso, Jorge Riffel conocería a Francisco H. Westphal, primer pastor adventista que llevó el mensaje a esas tierras. Westphal, según Plenc, “consideró a Riffel y a Reinhardt Hetze como auténticos apóstoles del adventismo en Sudamérica”.
Es necesario mencionar que el primer converso de Riffel fue Reinhardt Hetze, que vivía en Barranca Blanca. “Este fue solo el comienzo del ministerio fecundo en los primeros años del adventismo sudamericano. Al siguiente día de haber llegado a la casa de los Hetze, Jorge celebró un culto, que algunos han denominado la primera Escuela Sabática”, menciona el libro.
Riffel no contento con su primer converso decidió evangelizar la región de Crespo (Argentina), esa decisión lo llevó a vivir en un lugar conocido como Aldea Jacobi. Al ministerio se le unieron otras tres familias que viajaron con él y su familia al regresar de los Estados Unidos. El número de creyentes aumentó y juntos comenzaron a proclamar las verdades de la Biblia. Además de ellos se les unieron ocho familias más, pronto ya se contaba con veinte guardadores del sábado que se congregaban en la casa de los Hetze. El crecimiento de miembros los llevó a la necesidad de contar con un pastor.
Ministerio de colportaje
En 1891 llegaron al país con el propósito de sumarse a los esfuerzos misioneros norteamericanos, entre ellos se encuentran Elwin W. Snyder, Albert B. Stauffer y Clair A. Nowlin. Su labor consistía en la distribución de publicaciones adventistas como medio de evangelización. Como fruto de esa labor desinteresada se convirtió Lionel L. Brooking, joven inglés, que laboraba en un ferrocarril pero abandonó su empleo para ser un misionero.
La obra adventista fue creciendo y fortaleciéndose a medida que nuevos conversos se sumaban para apoyar la labor misionera. Uno de ellos fue L.C Chadwick que llegó a visitar a los colportores enviado por la Junta de las Misiones Extranjeras. Por ese tiempo, en 1894 el pastor Francisco Westphal habría de crear junto a su esposa la primera escuela primaria en el territorio de la División Sudamericana.
Luego de que Westphal visitó el hogar de Jorge escribió lo siguiente: “La hermandad de Crespo me recibió bondadosamente y nunca olvidaré la casita de barro del hermano Jorge Riffel, en la cual permanecí”, menciona la obra de Plenc. Además se lee que bajo la dirección de Francisco Westphal se organizó el día 9 de septiembre de 1894 la primera iglesia adventista en el territorio de la División Sudamericana, cerca de Crespo, provincia de Entre Ríos, con 36 miembros. La feligresía ascendió por ese tiempo a 60 conversos. Tres años después 116 miembros formarían parte de la iglesia.
Datos históricos muestran que Jorge Riffel bautizó a los primeros adventistas de la Argentina y fue miembro de la Junta Directiva de la Asociación Unión Sudamericana, organizada en 1906. [Equipo ASN, Cárolyn Azo]
*Reporte con informaciones del libro Misioneros en Sudamérica.