Brasilia, Brasil…[ASN] Los estudiosos bíblicos no saben si el profeta Zacarías, que inició su ministerio entre el 520 y 519 a.C., era un levita o sacerdote. Sin embargo, se cree que nació en Babilonia en el período en que el pueblo judío estaba cautivo, pero que ya había regresado para Israel cuando Dios lo llamó para ser su portavoz. Zekaryah, su nombre hebreo, fue responsable por recordar a la nación la necesidad de reconstruir el templo, cuya edificación fue interrumpida.

Zacarías también trasmitió palabras que invitaron al pueblo al arrepentimiento, como está descrito en el primer capítulo del libro que lleva su nombre. “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: “Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, dice Jehová de los ejércitos. No seáis como vuestros padres, a quienes los primeros profetas clamaron diciendo: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras”; pero ellos no atendieron ni me escucharon, dice Jehová”. (Zacarías 1: 3,4)

El Comentario Bíblico Adventista enfatiza, en la página 1195 del volumen 4, que el propósito era llevar a las personas a la reflexión y a cambios en sus conductas. “Dios hace un llamado al pueblo a que se arrepienta y reciba el favor divino que les permitiría realizar, con seguridad, la obra de reconstrucción del templo. La necesidad de arrepentimiento y reforma es, con frecuencia destacada por Zacarías”, destaca el Comentario en relación al tercer verso del primer capítulo del libro.

Los escritos del profeta pueden ser divididos en tres grandes temas: Promesas de restauración; Reprobación del pecado y un llamado a la justicia y destrucción del enemigo y la liberación de Israel. Cada uno de los tópicos es desdoblado en sub temas dentro de sus capítulos. Para más detalles, acompañe diariamente el proyecto Reavivados por su Palabra con la lectura diaria de la Biblia. Vea también la introducción al libro del video abajo. [Equipo ASN, Jefferson Paradello]