Este año bajo el lema "YO VOY" más de mil jóvenes de la Iglesia Adventista al sur del Ecuador, fueron desplegados por los distintos lugares donde se requería atención prioritaria con el proyecto CALEB.

“Ser un CALEB es lo mejor que le ha pasado a mi vida. Compartir, tener nuevos amigos, ayudar, me hace sentir útil para Dios. He sentido un amor incondicional por todos los jóvenes en este lugar”, así lo expresó, Joselyn Vicente, una joven que recibió la invitación de participar de la experiencia CALEB por primera vez en su vida.

El proyecto Misión Caleb, es un programa voluntario de servicio social que desafía a los jóvenes a dedicar sus vacaciones para realizar actividades que benefician a toda una comunidad y transmitir mensajes de esperanza. Este año bajo el lema "YO VOY" más de mil jóvenes de la Iglesia Adventista al sur del Ecuador (Misión Ecuatoriana del Sur – MES), fueron desplegados por los distintos lugares donde se requería atención prioritaria.

En 34 distritos de la zona sur del pais, se realizaron diferentes acciones como: entrega de alimentos, juguetes, ropa, toldos, cortes de cabello gratuito, limpieza de parques municipales, playas, canchas, calles principales, construcción de iglesias, pintada de murales y juegos infantiles.

Además de estas acciones comunitarias, los jóvenes efectuaron visitaciones a miembros de iglesia que requerían de una atención especial como los adultos mayores. También, tocaron puertas para invitar de manera especial a la comunidad a participar de los momentos de oración que prepararon en cada templo.

Elid Moreira, presidente MES, recalcó la importancia de que el trabajo debe, en primer lugar, agradar a Dios antes que al hombre: “Estos jóvenes han demostrado tener toda la actitud de servicio. El compromiso que ellos tienen con Cristo, es más fuerte que cualquier temor por el que estén atravesando. Ellos comprenden que Dios necesita de sus vidas para poder terminar la obra”.

Otro de los aspectos relevantes de esta campaña, es el apoyo de los diferentes municipios y fuerzas uniformadas que brindaron, soporte, capacitaciones, materiales, además de felicitar la gestión y disposición de los jóvenes CALEB, para servir a la ciudadanía.

“Nos enorgullece saber que existen jóvenes que estén preocupados por servir a los demás y cuidar del medio ambiente. Saber que contamos con su ayuda y predisposición es oportuno y beneficia de manera positiva a ellos que están aún en su proceso de formación”, manifestó Omar Llerena, Capitán de Puerto de Salinas.

Esta semana de actividades, cerró con un concierto de gratitud en el Centro de Convenciones de la ciudad de Guayaquil.

Ser CALEB, se ha convertido en un estilo de vida de todos los jóvenes que año a año participan de este desafío. Cada joven ansía un nuevo llamado, siempre con la disposición de servir al prójimo, diciendo: YO VOY.

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