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Misión

“Yo compré una parcela y voy a hacerla una ofrenda para el Señor”

Ruth Mora ha donado un terreno de media hectárea para la construcción de una iglesia en una comuna con poca presencia adventista


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Ruth Mora, firmando la donación de la propiedad. (Foto: Nicolás Acosta)

Con el objetivo de ayudar al crecimiento de la obra misionera en el sur de Chile, Ruth Mora ha efectuado la donación de una propiedad para que se construya una iglesia. El aporte es de una parcela de 5.981 metros cuadrados, ubicada en Llico, comuna de Fresia, Provincia de Llanquihue, en la Región de Los Lagos, ubicada al sur del país.

“Lo que pasa es que el Señor ha sido muy bueno conmigo, mi sueño en un principio era comprar dos propiedades para tener a mi lado una iglesia ideal para cuando yo envejeciera”, comenta Ruth. 

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La presencia adventista es reducida en el sector de Fresia, con un grupo que desde el 2006 cuenta con 62 miembros en una comuna de poco más de 12 mil habitantes, por lo cual aún queda mucho trabajo que realizar en esta comuna y sus alrededores.

El tiempo pasó y las necesidades de Ruth fueron resueltas por el Señor, pero ya no era posible movilizarse para vivir en el sur, por lo cual tomó una decisión. “Mis planes cambiaron y dije ‘la iglesia se construye igual, yo la entrego para que se cumpla la misión’ y Dios me permitió comprar la propiedad, entonces ahora me quedo confiada que la misión se encargará”, agrega con una sonrisa imborrable Ruth.

Río en el terreno donado. (Foto: Comunicaciones)

La propiedad tiene un gran espacio para desarrollar diversas actividades de iglesia, ya que es de media hectárea, espacio suficiente para proyectos como un templo, estacionamiento, terreno para que Conquistadores y Aventureros puedan correr, recrearse, hacer campamentos, circuitos y talleres.

Con pasión, Mora indica cómo se imagina la obra misionera que se puede abarcar en la región, pensando en todos los vecinos que será posible alcanzar con este proyecto misionero, “apoyar en la misión es maravilloso, es un privilegio, un honor que el Señor te permita vivir estas cosas, un honor realmente”, afirma.

Propiedad donada a la Iglesia Adventista. (Foto: Comunicaciones)

“Este regalo lo doy porque siempre el Señor me ha sorprendido, yo aprendí la fidelidad por experiencia, porque a mí el Señor me discipuló con las redes sociales”, cuenta Ruth.

Según relata Ruth, Nuevo Tiempo tuvo un rol importante en su historia, ya que le invitó a escudriñar las escrituras específicamente en proverbios, y ella abrió su corazón a los grandes mensajes, todo esto en su oficina junto a sus colegas, quienes escuchaban la radio y sintonizaban esta señal como “música ambiental”, recuerda.

El pastor Jaime Higuera, distrital de Padre las Casas estuvo junto a Ruth Mora el día que ella fue a Temuco, para firmar los papeles y donar las propiedades, instancia donde el pastor aprovechó para mencionar: “Nosotros tenemos que soñar con los proyectos del Señor y entonces Él nos va a sorprender siempre”.

“Yo quería dos propiedades para tener la iglesia al lado y el Señor dijo no, eso es muy poco, por esto Dios me regaló una propiedad gigante para entregar una primicia”, dice Ruth, entre risas y alegría.

Ruth junto al abogado de la Iglesia Adventista en el sur de Chile. (Foto: Nicolás Acosta)

Ruth Mora descubrió a Cristo a la edad de 20 años, a través de su trabajo en el servicio social en el departamento de educación de una municipalidad. En ese espacio atendía a niños con problemas académicos, en esta instancia Ruth descubriría a Cristo al conocer a un joven “repitente” de cuarto medio con quien hizo una gran amistad.

Prestándole de esta manera ayuda para poder avanzar con los estudios y brindando soporte para mejorar su relacionamiento con sus pares, así mismo luego de finalizar su enseñanza media por sus méritos y por el acompañamiento que hizo Ruth, este quiso agradecerle de una forma muy especial.

“Quiero hacerle un regalo, pero usted tiene que venir a la plaza de Rengo, el sábado a las 9:15… ¿usted puede?”, preguntó el joven estudiante, sin darse cuenta que esta invitación llevaría a Ruth a tomar bellas decisiones de esperanza para ella y la comunidad del sur de Chile.

“Él quiso darme el mejor regalo que me podía entregar”, señala Ruth, quien con emoción valora el obsequio que es la fe y la certeza que Cristo vendrá. El joven la llevó a la Escuela Sabática de Rengo Central, y así conoció la Iglesia Adventista e hizo una familia temerosa del Señor, activa en obra y misión, bajo los lineamientos de Dios.

Equipo de oficina de la Asociación Sur Austral junto a Ruth. (Foto: Comuniciones)

El mensaje impactó de tal manera en Ruth que ha tomado la decisión de donar sus propiedades a la misión para que otros descubran la buena nueva de esperanza. Un regalo para la comunidad de Fresia.


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