Voluntarios impactan a más de mil personas en iniciativa misionera en Paraguay
Servidores de la Sede Sudamericana de la Iglesia dedicaron 12 días para realizar renovaciones, campañas de evangelismo y atención médica para las comunidades locales.
La misión de los voluntarios, durante los 12 días del viaje, fue realizar reformas en el Colegio Adventista del Este Paraguayo (CADEP), actividades evangelísticas, ferias de salud y servicio en las comunidades aledañas de Mallorquín, KM 30 y Remanso Toro. Estas actividades fueron desarrolladas en diferentes etapas.
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Liderados por el pastor Dieter Bruns (director del Servicio Voluntario Adventista) y Evelyn Briggen (Coordinadora de Recursos Humanos), el día 18 de febrero, más de 60 servidores de la Sede de la Iglesia Adventista en Sudamérica (División Sudamericana) iniciaron el viaje misionero.
Primera etapa
Por la tarde del primer día de misión, fue colocada la piedra fundamental del templo del Colegio Adventista del Este Paraguayo. Durante la ceremonia participó el pastor Stanley Arco, presidente de la Iglesia Adventista para 8 países sudamericanos, junto con los voluntarios del Mission Trip Paraguay. En representación de la Sede de la Iglesia en Paraguay (Unión Paraguaya) asistió el tesorero Javier Alberto Liebich y en representación de toda la administración del CADEP estuvo el pastor Mariano Sanz y el licenciado Wilfrido Gonzalez. También se contó con la presencia de Tokimi Eida, viuda del pionero Yuji Eida quien consiguió los terrenos para este colegio, además de Lidia de Ernst quién fue la persona fundamental para la edificación de los edificios y limpieza de los terrenos del colegio.
La comunidad educativa recibió el llamado para que a través de ese templo se puedan formar más misioneros. Se colocó una piedra simbólica de la construcción, una Biblia, el libro La Educación de Elena de White y las lecciones de la Escuela Sabática de jóvenes y adultos.
Segunda etapa
Las reformas en el Colegio Adventista del Este Paraguayo, beneficiaron a profesores y alumnos ya que, por algunos años las infraestructuras estuvieron dañadas y sin funcionamiento. Los voluntarios del Mission Trip realizaron: Remodelación del puente principal, limpieza del lago, pintura y diseño en la cuadra y gradas del gimnasio, restauración y pintura en el hogar de varones (fachada), remodelación del jardín dentro del hogar de señoritas y pintura en las dos cuadras frente al hogar de varones. De 140 alumnos inscritos, 45 alumnos internos del CADEP, fueron testigos de las obras realizadas durante el día y la noche.
Marcio Silva, Director de Auditoría de la Sede de la Iglesia Adventista en Sudamérica confirmó: “Fueron desafíos muy grandes y tuvimos poco tiempo para hacerlo pero, gracias al trabajo destacado de todos los voluntarios de la División Sudamericana, que vinieron y realizaron una diferencia muy grande, por su disposición y ánimo para realizar todos los trabajos. Tuvimos lluvias intensas en algunos momentos y desafíos inesperados pero al final pudimos lograr todo, gracias a nuestro Dios”.
Al grupo de voluntarios de la División Sudamericana, les tomó cinco horas y media limpiar y restaurar, también, un colegio índigena situado en la comunidad Remanso Toro, donde asisten alrededor de 120 alumnos de nivel primaria.
Realizaron limpieza de las aulas, baños, espacios verdes e hicieron actividades para los niños indígenas durante ese periodo de tiempo. Las personas locales expresaron su gratitud acercándose para ayudar a los voluntarios. La directora de la escuela expresó en la lengua indígena guaraní: “Agradezco a la Iglesia Adventista por la ayuda que recibimos. Quedó todo limpio y restaurado para que los niños puedan continuar sus estudios de
una manera más cómoda. Estamos agradecidos por este apoyo”.
En esta misión, los voluntarios atendieron a 290 personas, las cuales fueron beneficiadas durante los dos días de ferias de salud. Se tomaron los signos vitales, recibieron consulta médica profesional, medicación y se contó con un espacio especial para conversar y orar por la salud mental de cada uno de los asistentes.
“Yo siempre tuve el concepto que para ser misionera tenía que ser médica, dentista o algún especialista en el área de la salud pero, con esta misión aprendí que aún siendo secretaria puedo ayudar de diversas maneras y eso fue lo que cambió mi concepto de la misión” expresó con alegría Daiana Escobar, Secretaria Asistente en la División Sudamericana.
Participaron un total de 420 adultos y 270 niños durante tres noches de evangelismo, finalizando con dos bautismos el Sábado 25 de febrero. “Para que la misión alcance todos los lugares del mundo y para que Jesús regrese muy pronto, es muy importante para el equipo de la División estar en este lugar para contribuir, ayudar y reforzar el avance de la iglesia aquí en Paraguay” afirmó Leonardo Preuss, Asistente de la Presidencia de la División Sudamericana.
Tercera etapa
Los miembros de la iglesia local de Mallorquín quedaron alegres por recibir a Alan y Beatriz Insaurralde, dos hermanos gemelos, que decidieron entregar sus vidas a Dios por medio del bautismo, durante los tres días de evangelismo. Alrededor de 25 personas se pusieron en pie en los últimos llamados para recibir estudios bíblicos.
Ese mismo día, la Asociación Oeste Paranaense, la Unión Paraguaya y la División Sudamericana, llevaron a cabo la inauguración de la Iglesia local “O´Leary”. Los administradores de dichas instituciones y miembros de las iglesias locales, esperaron a los integrantes del Mission Trip - Paraguay para que fueran testigos de ese magno evento. Todos expresaron la alegría por la construcción del tan esperado recinto y celebraron el primer bautismo de una persona, ese mismo día.
El proyecto Mission Trip - Paraguay terminó con el recorrido oficial por las infraestructuras del Colegio Adventista del Este Paraguayo y con un culto de consagración, en el auditorio dentro del hogar de señoritas. En este colegio adventista, que estará cumpliendo 30 años de servicio este año, hasta ahora todo lo que se ha construido ha sido por medio de donaciones.
“Cada persona que trabajó durante esta misión, se que dejó un poquito de su tiempo, de la comodidad de su casa y vino realmente a servir. Fueron 8, 10, 12, 15 horas de trabajo por día. Mi corazón rebosa de alegría y gratitud porque sé que lo que ustedes hicieron, al venir a pintar paredes, pisos y techos impactará muchas vidas en el nombre de Jesús. Sin ustedes, sin las ferias de salud, sin todo lo que hicimos, no sería lo mismo. Gracias al equipo de la División Sudamericana por todo lo que hicieron en el CADEP y en la región de Iguazú. Dios les bendiga”, agradeció profundamente el pastor Mariano Sanz, director del CADEP.
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