Voluntarios Adventistas brindan apoyo y esperanza en hogar de ancianos en Temuc
en Temuco un grupo de voluntarios Adventistas impulsados por el Señor acudieron al hogar de ancianos Edén, con el objetivo de brindar apoyo y acompañamiento.
El voluntariado a lo largo de los años ha sido un elemento característico de nuestra Iglesia Adventista, que vela primero por las necesidades de las personas para llegar a los corazones. Y es que los voluntarios son herramientas efectivas que bien usa el Señor para que la gente conozca de sus preciosas promesas de esperanza.
De esta manera es como en Temuco un grupo de voluntarios Adventistas impulsados por el Señor acudieron al hogar de ancianos Edén, con el objetivo de brindar apoyo y acompañamiento a este recinto vulnerable.
Y es que gracias a los distintos aportes recaudados por los mismos voluntarios se pudo embellecer este espacio con flores, cortinas nuevas, y mantención de áreas verdes. Esto sumado a un programa de adoración y acompañamiento que plasmó más de una sonrisa al grupo de 18 mujeres de la tercera edad.
Una actividad con un enfoque navideño que contó con espacios musicales, desayunos, afables conversaciones, manualidades y por supuesto regalos. Un programa que trajo estas bellas fiestas y su verdadero mensaje gracias a este conjunto de voluntarios guerreros por la fe a compartir el mensaje con los adultos mayores, dando las buenas nuevas, y dotando de esperanza a este grupo de mujeres.
Este tipo de iniciativas llevan a la acción a nuestra iglesia con actividades solidarias que aportan al desarrollo de la comunidad Adventista, con amor y esperanza. Una instancia inclusiva que recuerda la importancia de los adultos mayores para nuestro señor, tal como lo dicen las sagradas escrituras.
“Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré”. Isaías 46:4
Sigamos aportando de esta manera a nuestro ministerio de amor, y nutramos al prójimo de las noticias de esperanza en especial en estas fechas de navidad donde la gente es más receptiva al mensaje del Señor y donde nosotros más que nadie podemos hacer la diferencia extendiendo una mano.