Buenos Aires, Argentina...[ASN] Cuando se encontró con Jesús, dos años atrás, Juan Mauricio Guevara (31) no pensó que su misión sería llevar el mensaje de esperanza a los rincones más recónditos del mundo. Pero, Dios fue guiando su camino y le dio la oportunidad de desempeñarse en un trabajo que lo pone en contacto con personas que viven riesgos extremos, muchas veces al filo de la muerte.

Juan Mauricio vive en Tunuyán- ciudad de Argentina localizada en la provincia de Mendoza- y forma parte de la patrulla de Rescate de la Policía de Mendoza. Su trabajo consiste en auxiliar a los alpinistas que escalan los cerros altos de la zona, principalmente la montaña Aconcagua (cima más alta de América con 6.960 metros de altitud). Desde que aceptó a Jesús en su corazón, decidió compartir de él en cada oportunidad que tuviera; así que, ya obsequió varios libros misioneros e, incluso, una Biblia.

Sin embargo, en el mes de marzo vivió una experiencia única. El clima era muy adverso en la cima del Aconcagua y le delegaron la tarea de cerrar el ingreso al cerro, suelen hacerlo asiduamente para evitar accidentes trágicos. Pero, esta vez, le tocó desempeñar la tarea junto a un guardabosque de la zona con el que nunca había trabajado. Una vez que lograron hacer cima, luego de pasar por varias inclemencias, sintió el deseo de compartir el mensaje de salvación con su compañero. Le obsequió el libro “Viva con esperanza”.

Juan Mauricio dice que este libro es una oportunidad excelente para compartir el evangelio en su trabajo; ya que al realizar trabajos de rescate, los integrantes de la patrulla deben cuidar su salud para estar en estado. Entonces, esto le abre una puerta para compartir la literatura “Viva con esperanza”.

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Ante la pregunta sobre cómo se encontró con Jesús, Juan Mauricio comentó que fue porque él y su esposa estaban buscando un Jardín de Infantes para dejar a su hija; y se enteraron que el Colegio Adventista contaba con uno. Luego de averiguar un poco más, decidieron enviarla a la institución. Pasó el tiempo y algunas cosas comenzaron a sorprenderles para bien. Por ejemplo, el hecho de que oraran cada día en la sala del Jardín.

Paralelamente, la directora del nivel primario comenzó a entablar una amistad con Romina, la esposa de Juan Mauricio. Al cabo de algunos meses la invitó a la iglesia y Romina comenzó a congregarse. “Ella me hablaba de la iglesia, pero al principio yo era medio reacio a esas cosas. Mis padres eran cristianos, pero yo me alejé de eso. Un día, decidí asistir a la iglesia y nos obsequiaron la película “El retorno”, del pastor Alejandro Bullón. Cuando la vi, sentí el llamado claro”, comenta Juan Mauricio. Desde ese momento comenzó a asistir a la iglesia y a fines de 2013 decidió bautizarse.

El sábado pasado, 30 de mayo, Juan Mauricio y su esposa Romina, su hija Rocío (09) y su hijo Nicolás (07) participaron del proyecto Impacto Esperanza en la ciudad de Tunuyán. [Equipo ASN, Patricia Marcos]

El proyecto

Impacto Esperanza es una iniciativa de la Iglesia Adventista en ocho países de Sudamérica, que se celebra cada año, desde hace 09 años, con la entrega de un libro misionero. Este 2015 el título de la obra fue "Viva con Esperanza" y este 30 y 31 de mayo se entregaron 21 millones 500 mil ejemplares.