Una iglesia en permanente oración
Quito, Ecuador [ASN] Diez Horas de Ayuno que fortalecieron la vida de los miembros de iglesia, permitiéndoles clamar pidiendo la presencia del Espíritu Santo en sus vidas; fue la experiencia que vivieron los Adventistas del Séptimo Día en el norte de...
Quito, Ecuador [ASN] Diez Horas de Ayuno que fortalecieron la vida de los miembros de iglesia, permitiéndoles clamar pidiendo la presencia del Espíritu Santo en sus vidas; fue la experiencia que vivieron los Adventistas del Séptimo Día en el norte de Ecuador, en el cierre de los 10 Días de Oración.
La jornada que se vivió con fervor en las ciudades y provincias de este campo misionero, permitió llegar a las personas con un mensaje de amor y esperanza que fue bien recibido por la ciudadanía, autoridades y todos aquellos que a través de una revista, una flor, una tarjeta, un abrazo y una oración; pudieron conocer que hay un Dios interesado en sus vidas, que desea tocar sus corazones y llenarlos de gozo eterno.
Con carpas apostadas en las principales calles de las ciudades más importantes del norte del país, brigadas de oración elevaron una plegaria con los amigos y transeúntes que se acercaban a ellas. Letreros con leyendas como: “Queremos orar por ti”, “Rincón de plegarias a Dios”, entre otros; llamaron la atención de más de una persona que pidió se ore por ella, su vida, su familia, su economía, su trabajo, etc.
La jornada de oración intercesora en el norte de Ecuador, terminó también con una gran fiesta espiritual en la que nuevos discípulos se unieron al pueblo de Dios. Para ellos, estos 10 días que transcurrieron fueron días que reforzaron su decisión de entregar su vida a Cristo y hoy, ya forman parte del redil del Señor.
Fue así como cerró esta jornada de oración especial, con una iglesia motivada y comprometida a permanecer en oración hasta la Segunda Venida de Cristo. Pedidos especiales a Dios se sumaron a esta promesa, en los cuales se puso en manifiesto la necesidad de que Pastores, Líderes y hermandad en general se pongan en las Manos del Señor para cumplir la predicación del evangelio y conduzcan al pueblo del Señor a un encuentro especial que les permita verse cara a cara con Su Salvador. [Equipo ASN, Vanessa Castro y Marcos Chile]