Una cadena para salvar
Cada programa que se organiza en la iglesia es útil para afianzar la comunión con Dios, pero también es una posibilidad para el servicio y para compartir el mensaje a otros. Este es el caso de Patricia que asistió a los 10 días de oración, por el mes...
Cada programa que se organiza en la iglesia es útil para afianzar la comunión con Dios, pero también es una posibilidad para el servicio y para compartir el mensaje a otros.
Este es el caso de Patricia que asistió a los 10 días de oración, por el mes de febrero de este año 2015, en el distrito Del Centro de Buenos Aires. Durante esos días el Pr. Roque Roselot, invitado especial a acompañar al distrito durante este programa, desafió a las personas a orar por alguien para que Dios interviniera en su vida. Patricia conocía a Ángel y sabía que él necesitaba de manera urgente a Dios, por eso se propuso orar por él.
Días después, el pastor distrital, Marcelo Coronel, le entregó un DVD a Patricia con el mensaje del Pr. Gonçalves para que se lo llevara a la persona por quien ella estaba orando.
Patricia y Ángel vieron una y otra vez el DVD y sintieron como Dios los llamaba a una entrega más profunda.
Ángel se sumó a un grupo pequeño que la iglesia llevaba a cabo, y con Henry, el coordinador de interesados de la iglesia, comenzaron a estudiar la biblia cada semana. Entonces comenzaron los cambios. Ahora tenía paz, veía la vida desde otra perspectiva y decidió que quería entregar su vida por completo a Jesús.
En la campaña Esperanza Viva, Ángel entró al bautisterio escuchando las palabras de Juan 8:32 “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”, que describen lo que Dios hizo por él.
La historia de Ángel es un hermoso testimonio de cómo cada miembro de iglesia, cada actividad o programa, conectados con Dios, pueden ser parte de una cadena de instrumentos que Jesús utiliza para salvar.