Trabajo conjunto de instituciones adventistas rinde frutos en Chile
Gracias al trabajo misionero en conjunto de ADRA, la universidad adventista, y Nuevo Tiempo, dos persona decidieron entregar su vida a Cristo.
Agencia Nacional de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) recibió del Ministerio de Desarrollo Social y familia de la región de Ñuble, Chile, la petición de gestionar el proyecto “Noche Digna”.
La iniciativa implicaba administrar dos albergues para las personas en situación de calle por la temporada de invierno. ADRA atendió a este llamado y además transformó estos lugares en albergues de esperanza en la capital regional.
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“El ministerio de desarrollo social nos dio la responsabilidad de poder administrar dos albergues. Dijimos: bueno, esta es materia prima para nosotros. Vamos a tener personas que van a venir a nuestros albergues y vamos a poder llevarles no solamente alimento, no solamente un albergue, sino que aplicaremos el método de Cristo con ellos", comentó Jaime Carrillo, Capellán de ADRA.
Además de haber llevado auxilio material, la Agencia Adventista también tenía como plan inspirar y transformar vidas, por eso contó con el apoyo de la Universidad Adventista de Chile (UNACH) y con el centro de comunicaciones Nuevo Tiempo, quien entregó Biblias y material de la Escuela Bíblica para aquellos que llegaban a los albergues.
Posteriormente, se formó un grupo de estudio bíblico liderado por Ricardo Tobar, estudiante de teología de la UNACH. Los frutos de esta alianza fueron cosechados, debido a que dos personas que decidieron estudiar la Biblia, aceptaron el llamado de entregar su vida a Cristo mediante el bautismo.
A través de este proyecto se dio a conocer el impactante testimonio de don José Andrés Soto, quien durante 15 años sufrió de adicción a las drogas, y luego de haber hallado rehabilitación, sentía que todavía algo le faltaba. Justo en ese momento de su vida él conoció el proyecto de los albergues de ADRA. Fue allí donde encontró refugio y durante su permanencia en este lugar tuvo un encuentro con Jesús.
“Me acerqué a Dios en un albergue de ADRA. Había un tío que me ayudó, me dijo que me iba enseñar la Palabra de otra forma, con paciencia y de a poquito. Yo decidía el horario, la hora y el día. Yo llegué solo y en un mes aprendí lo que es la verdad de la Biblia, a decir la verdad y aprender a perdonar a las personas", comentó José André en su testimonio.
La decisión que él tomó de entregarse al Señor también fue motivada por un cambio que él había visto cuando era niño, de un amigo que tenía el vicio del alcohol, pero al encontrarse con Jesús, su vida se transformó. Esta experiencia lo marcó tan profundamente que su anhelo fue vivenciar este mismo cambio que había presenciado en su infancia.
“Una vez tuve un amigo que estuvo en el alcohol, todos los días lo llevaban borracho a la casa, todos los días era lo mismo. Y él se entregó a Jesús. De la noche a la mañana lo vi cambiar y él me invitó a su bautismo. Yo era chico, tenía nueve años. Él se puso a llorar y yo veía gente llorando con devoción, alegres, contentos, y no sabía porqué; era porque no conocía la Palabra, no sabía lo que era la fuerza de Dios. Aquí lo aprendí y quise hacerlo porque también quería vivir lo mismo. Quisiera que el Señor hiciera lo mismo conmigo, cambiase mi vida, y empezaría de nuevo”, relata André.
Si bien a José Andrés le ha tocado duro, gracias a ADRA Chile y el trabajo en conjunto realizado por la UNACH y Nuevo Tiempo, él pudo tener un encuentro con Jesús y la esperanza renació en su corazón, porque encontró la gracia y el perdón al lado del Señor.
Cabe destacar que, al final de la ceremonia, se realizó la entrega de los certificados de bautismo a los nuevos miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, los cuales también recibieron algunos obsequios por parte de Nuevo Tiempo y de la UNACH, que les servirán de auxilio en esta nueva caminata espiritual.
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