Las publicaciones sin duda son una parte fundamental para la difusión de nuestro mensaje, y es que los colportores son actores representantes del ministerio de fe listos y dispuestos para abrir corazones de quienes no conocen a Cristo, una labor importante que demanda suma dedicación, tal como la que se vio estos últimos meses en el campo Sur Austral con la campaña Sueña en Grande.

Tal iniciativa se basa en el trabajo de jóvenes cristianos quienes necesitan recursos para poder entrar a la universidad, de esta manera el colportaje es una alternativa ideal para reunir capital y al mismo tiempo participar en proyectos misioneros a través de la evangelización con las publicaciones y así dirigir el mensaje a quienes nos conocen a nuestro señor, y posteriormente llevar a estos a una iglesia local.

La campaña fue encabezada por Lucas Ortiz, un estudiante de la carrera de contador auditor en la Universidad Adventista de Chile (UnACh), quien contó con un equipo de 14 colportores, quienes se distribuyeron en el sur del país; algunos en Castro, otros en Valdivia, y también en Temuco. Apoyando los proyectos de plantación en la Iglesia de Reumen y Guacamayo. Mientras que en Chiloé se apoyó estableciendo contactos bíblicos,  buscando plantar una nueva iglesia en tierras chilotas y así poder evangelizar con más fuerza.

“La campaña Sueña en Grande es una bendición para los jóvenes que pretenden entrar a la universidad para cumplir sus sueños de ser profesional, y de esa manera servir al Señor a través del colportaje, desarrollando distintas áreas en las cuales estos podrán trabajar también en la vida futura como profesionales; como por ejemplo la economía, la administración, la disciplina, entre otras”. Añadió el Departamental de Publicaciones, Pr Mauro Campillay.

Este es un aporte para nuestros jóvenes quienes buscan trabajar para Cristo, en un conjunto que pretende potenciar al equipo misionero y apoyar a la iglesia local a través del contacto con la gente que aún desconoce el mensaje. Y es que los colportores son auténticos embajadores de la Iglesia Adventista, actores que son clave para abrir los corazones que por años han sido cerrados a Dios. El ministerio seguirá trabajando en esta línea con el objetivo de llevar el evangelio hasta el último rincón del frío pero precioso sur del país.