Somos todos iguales
La visión bíblica refuerza que no hay distinción entre los seres humanos.
La joven Darnella Frazier, de 17 años, nunca podría haber imaginado que el video filmado con su celular en la ciudad norteamericana de Minneapolis, el día 25 de mayo de 2020 se extendería tan rápidamente por todo el mundo. El video capturó la muerte de George Floyd durante una acción policial y volvió a encender la discusión acerca del racismo.
A lo largo de la historia de la humanidad, siempre existieron guerras y disputas que tenían que ver con cuestiones étnica-raciales y culturales que resultaron en masacres y esclavitud. Sin embargo, el uso de la ciencia, de forma equivocada, para afirmar que las características fenotípicas (como el color de piel, formato de los ojos o tipo de cabello) asociadas a determinadas etnias podrían estar relacionadas a una superioridad innata a determinados individuos es algo relativamente reciente.
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Esa relación deshonesta pasó a ser sustentada como científica después de 1859, cuando Charles Darwin publicó su libro Sobre el origen de las especies por medio de la selección natural o la preservación de razas favorecidas en la lucha por la vida. En este contexto, Stephen Jay, el famoso biólogo del siglo XX, afirmó que “los argumentos biológicos para el racismo pueden haber sido comunes antes de 1859, pero aumentaron en cuestión de magnitud después de la aceptación de la teoría de la evolución”.[i]
Las ideas evolucionistas llevaron a que los aborígenes australianos, por ejemplo, fueran considerados como eslabones perdidos entre el ancestro simio y el resto de la humanidad. Eso resultó en terribles preconceptos e injusticias contra ellos. Sustentando esta idea, el científico Ernst Haeckel afirmó:
“En el estadio más bajo del desarrollo mental humano están los australianos, algunas tribus polinesias y los bosquimanos, hotentotes y algunas de las tribus negras. Sin embargo, nada es quizás más notable con respecto a esto que algunas de las tribus más salvajes del sur de Asia y del este de África, las cuales no tienen ningún vestigio de los primeros fundamentos de toda la civilización humana, de la vida familiar y del matrimonio. Ellos viven juntos en rebaños, como monos”.[ii]
Errores históricos
En la era pos-secuenciación del genoma humano, se volvió imposible defender científicamente cualquier idea que sustente la superioridad innata de una etnia en relación a otra. El genoma humano es básicamente el mismo en todas las personas. En ese contexto, algunos científicos, con la intención de “proteger” a Darwin, afirman que las filosofías racistas y eugenistas, en realidad, fueron y son distorsiones del pensamiento evolucionista.
Sin embargo, este argumento incurre en un anacronismo. Es porque esta idea se vale de conocimientos modernos acerca de genética y biología molecular, los cuales claramente no tienen en cuenta los argumentos a favor de una supuesta superioridad étnica. El propio Charles Darwin, aunque se opusiera fuertemente a la esclavitud por motivos morales, estaba convencido de la superioridad racial de los blancos.[iii] Para entender lo que pensaba Darwin, debemos, obviamente, leer sus escritos. De forma especial, el libro La descendencia del hombre y selección en relación al sexo: “En algún periodo futuro, no muy distante, medido por siglos, las razas civilizadas del hombre casi ciertamente se extinguirán y sustituirán en todo el mundo a las razas salvajes. Al mismo tiempo, los monos antropomórficos, como observó el profesor Schaaffhausen, serán sin duda, exterminados. La ruptura será, entonces, ampliada, pues intervendrá entre el hombre en un estado más civilizado, como podemos esperar, que el caucásico y algunos monos tan bajos como el babuino, en lugar de la actual diferencia entre el negro o el australiano y el gorila”.[iv]
Con relación a la filosofía eugenista, principalmente en tiempos de pandemia del nuevo coronavirus, es interesante leer otro trecho de esa obra de Charles Darwin:
“Junto con los salvajes, los débiles en el cuerpo o en la mente son pronto eliminados; y aquellos que sobreviven generalmente exhiben un vigoroso estado de salud. Nosotros, los civilizados, por otro lado, hacemos lo posible para controlar el proceso de eliminación; construimos asilos para los imbéciles, los mutilados y los enfermos; instituimos leyes malas; y nuestros médicos ejercen su máxima habilidad para salvar la vida de todos hasta el último momento. Hay razones para creer que la vacunación ha preservado a miles, de constitución débil que anteriormente habrían sucumbido a la viruela. Así, los miembros débiles de las sociedades civilizadas propagan su especie. Nadie que haya participado de la crianza de animales domésticos dudará que eso deba ser altamente perjudicial para la raza humana… difícilmente alguien sea tan ignorante que permita que sus peores especímenes se reproduzcan”.[v]
En su libro De Darwin a Hitler, Richard Weikart explica el impacto revolucionario que el darwinismo tuvo sobre la ética y la moralidad. Él demuestra que muchos de los principales biólogos darwinistas y pensadores sociales en la Alemania nazi creían que el darwinismo había invalidado la tradicional ética judeocristiana e iluminista, especialmente la visión de que la vida humana es sagrada.[vi]
Muchos de estos pensadores apoyaban el relativismo moral, pero al mismo tiempo exaltaban la “aptitud” evolucionista al más alto árbitro de la moralidad. Según Weikart (2006), el darwinismo desempeñó un papel crucial en el aumento no solo de la eugenia, sino también del infanticidio, aborto, eutanasia y exterminio racial. Eso fue especialmente importante en Alemania, ya que Hitler claramente construyó su visión de ética sobre principios darwinianos, no sobre el nihilismo.[vii]
Visión bíblica
Cuando hablamos de la vida humana como sagrada, principalmente en un contexto judeocristiano, es imposible no abordar la visión bíblica sobre el tema. Sin embargo, al hablar de la Biblia, no debemos olvidarnos que, infelizmente, esta fue utilizada en diferentes contextos para justificar y corroborar actitudes racistas.
Debido a nuestra profunda conciencia de los males del comercio trasatlántico de esclavos, es imposible separar la esclavitud del racismo. Sin embargo, la Biblia, de alguna forma, sustenta ideas racistas. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, la Biblia trae el plan de Dios para restaurar al hombre, originalmente creado a su imagen y semejanza, y redimir étnicamente diversos individuos de diferentes lenguas, tribus, pueblos y naciones.
La historia ha demostrado que existe una relación directa entre la visión que determinada sociedad posee acerca de la naturaleza del hombre y el surgimiento de ideas racistas y eugenistas. En este contexto, la visión bíblica acerca del origen del hombre está en franca oposición al darwinismo, lo que fue claramente explicitado por Benjamin Disraeli en su famoso discurso en Oxford, en el año 1864.
Al referirse a la teoría evolucionista que había sido presentada recientemente por Charles Darwin, Disraeli afirmó que “la cuestión es esta. ¿El hombre es un mono o un ángel? Mi señor, estoy del lado de los ángeles. Repudio con indignación la visión contraria, que es, creo yo, contraria a la conciencia de la humanidad”.[viii]
Tiago Souza es biólogo, magíster y doctor en Genética por la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto (USP). Actualmente enseña en el Centro Universitario Adventista de São Paulo (UNASP), campus Engenheiro Coelho.
Referencias
[i] GOULD, S.; J. Ontogeny and Phylogeny. Harvard University Press, Cambridge, 501p, 1977.
[ii] HAECKEL, E. The History of Creation, p,363–363, 1876.
[iii] DARWIN, C. The descent of man,: and selection in relation to sex. London : J. Murray, 1871; MOORE. J. R. Human Trafficking: Modern Day Slavery. American International Journal of Social Science, v. 8, n. 4, 2019.
[iv] DARWIN, C. The descent of man,: and selection in relation to sex. London : J. Murray, 1871;
[v] Idem.
[vi] WEIKART, R. From Darwin to Hitler: Evolutionary Ethics, Eugenics, and Racism in Germany. Palgrave MacMillan, 312p, 2006.
[vii] Idem.
[viii] DISRAELI, B. Is man an ape or an angel? Now I am on the side of the angels. speech at Oxford, 25 November 1864.
DARWIN, C. On the origin of species by means of natural selection, or, The preservation of favoured races in the struggle for life. London: J. Murray, 1859.
KEANE, A. H. J. Anthropological Curiosities – The Pygmies of the World. Scientific American, Supplement 64, no. 1650 (August 17, 1907): 99.