“Si retrocediera el tiempo, lo volvería hacer”, dice joven voluntario
El joven de profesión, contador, renuncio a su trabajo en una empresa multinacional para servir a Dios en Togo, África.
Por Carolyn Azo
Aldo Huanca, un joven contador de 29 años, hace un año atrás no sabía lo que era ser misionero voluntario. “Trabajé en una multinacional de equipos de oficina, gestión de procesos, tercerización de servicios; entre otros”, relata el joven. Le preguntamos si se arrepiente de haber dejado su trabajo y haber ido como voluntario a Togo, África, con el Servicio Voluntario Adventista. Su respuesta fue: “¡No! Si pudiese retroceder el tiempo, lo volvería hacer”, y soríe.
Esta es la historia de Aldo, adventista de nacimiento, de nacionalidade peruana, natural de la ciudad de Juliaca, Puno; quien dejó familia, amigos, un trabajo con buen salario, comodidades, por ir a servir a un lugar desconocido para él. La Agencia Adventista Sudamericana de Noticias (ASN) conversó con Aldo Huanca para conocer de cerca lo que fue una experiencia de fe.
¿Qué te motivó a ser voluntario en el país africano de Togo?
La oportunidad de servir a la iglesia y contribuir con el cumplimiento de la misión en un contexto geográfico, cultural, social y religioso; nuevo o distinto al habitual para mí, en Perú.
¿Qué te ayudó a tomar la decisión de dejar las comodidades de tu hogar e ir a un país pobre?
Siempre fui dedicado en los asuntos espirituales y de la iglesia; sin embargo, servir a la iglesia bajo la modalidad del voluntariado no había estado en mis planes, pero un día mi hermana me etiquetó en una convocatoria del Servicio Voluntario Adventista y así empezó todo. En ese contexto, la oración y la clara muestra con hechos de la dirección de Dios en este propósito me motivó a tomar la decisión
¿Cuánto tiempo serviste como voluntario?
Un año.
¿Cuál era tu rutina y en qué se enfocaba tu trabajo?
Serví en la Agencia Adventista para el Desarrollo y Recursos Asisteciales (ADRA Togo) como Monitoring & Evaluation Officer. En general, me encargaba de asegurar el cumplimiento de los planes operativos y objetivos de los proyectos, la evaluación de desempeño e impacto de los mismos; proponer mejoras, dar soporte a los equipos y participar en la elaboración de propuestas o proposal writing. Mi trabajo estaba enfocado en ADRA pero no era ajeno a las atividades de la iglesia. Tuve la oportunidad de predicar tanto en la capital como en el interior del pais, participar de la entrega del libro misionero, apoyar las atividades de la sociedad de menores y cantar algunas veces (esto último no solía hacerlo en mi país).
¿Qué lecciones de vida aprendiste en el campo misionero? Y ¿de qué modo te ayudó a ti como persona?
Un tiempo antes de regresar a Perú hice precisamente un recuento de los aspectos que mejoré y tambien de las lecciones aprendidas: dependência y entrega a Dios, testificación, aprendí a no hacer las cosas por rivalidad, vanidad o egoísmo; hacer todo para Dios (crear valor) y sin murmuraciones, aprovechar el tiempo y los recursos.
Mi tiempo en Togo, las experiencias vividas, mejorías y lecciones aprendidas me cambiaron la vida y expandieron aún mas mi visión espiritual, social, profesional e intelectual.
¿Durante tu estadía como voluntario hubo alguna persona que decidió entregar su vida a Jesús como resultado de tu trabajo misionero?
No, pero oro para que los libros misioneros que repartí a las personas con las que generé, en primer lugar, cierto grado de amistad, puedan ser guiadas por Dios. Espero que hayan visto a através de mi amistad un poco del testimonio de Jesús. Y que cuando vuelva de visita a Togo, Dios me regale la oportunidad de saber que algunos de ellos o todos aceptaron a Jesús, de lo contrario deseo verlos en el reino de los cielos.
Vea algunas fotos
Cuéntanos alguna historia que marcó tu vida como voluntario en Togo.
Acerca de la gran necesidad de conocer a Jesús que hay por allá. Tuve la oportunidad de ver en vivo una celebración anual de una religión muy conocida en la región, que consiste tristemente en adoración directa a demonios y manifestaciones por parte de ellos a través de grandes objetos y posesión de personas. Definitivamente, la iglesia tiene grandes desafíos en esta zona del mundo y todos podemos apoyar el avance de la obra de muchas maneras.
¿Serías un voluntario de nuevo? ¿donde?
Sí, siempre me llamó la atención la ventana 10/40 pero especialmente Medio oriente y Norte de África.
¿Qué les dirías a los jóvenes adventistas que están pensando en ser voluntarios pero que talvez sienten un poco de temor a los desafios misioneros?
Repetiré las palabras de un pastor basadas en la biblia: “Dios usa más a los que se aferran a menos y no es necesario conocer por completo todo el plan para obedecer al llamado”.
Y de mi parte, aprendí que seguir el ejemplo de Abraham es mejor. Dios le dijo que saliera de su lugar, él no se preguntó si el sitio al que iba era bonito o feo, si se podían hacer riquezas o no, si era valle o desierto (EGW Patriarcas y profetas). No conocía todo el plan pero obedeció. Eso no quiere decir que no debemos tomar las provisiones o hacer lo necesario para salir. Jesus permitió que sus discípulos llevaran lo necesario (en realidad casi nada) y él proveyó también preparación para ellos, pero tanto en la experiencia de Abraham como en la de los discípulos el fin del llamado es a entregarse a Dios, depender de él (confiar) y decir: I will go(Yo iré).
En vigencia
Si desea ser de ayuda a la humanidad, ingrese a la página web del Servicio Voluntario Adventista y encuentre su llamado aquí.
Hoy 19 de agosto se celebra el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria para rendir tributo a los trabajadores que arriesgan sus vidas llevando ayuda humanitaria a otros, así como apoyar a las personas afectadas por las crisis en todo el mundo.