Se podrían evitar casi ocho millones de casos de pérdida de visión por glaucoma
Los perjuicios de la enfermedad son irreversibles, pero esta puede ser evitada tomando las debidas precauciones
Le propongo un ejercicio rápido: enumere cinco objetos que tenga cerca de usted, pero no puede quitar la vista de este texto. ¿Pudo hacerlo?
Gracias a la visión periférica, tenemos la capacidad de percibir el ambiente a nuestro alrededor incluso si mantenemos la mirada en un punto específico. Ahora imagine que su campo de visión se va cerrando y usted va perdiendo progresivamente la percepción del ambiente hasta que, finalmente, no ve nada más. Este fenómeno es real y más común de lo que se imagina. Estoy hablando del glaucoma.
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El glaucoma es una enfermedad del nervio óptico. Se trata de la lesión de las fibras nerviosas, lo que genera una pérdida visual irreversible. Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que el glaucoma es una de las principales causas de deficiencia visual y ceguera en el mundo. También, según la OMS, casi ocho millones de estos casos podrían evitarse.
Con respecto a eso, conversé con el doctor Thiago Sopper Boti, oftalmólogo, especialista en trasplantes de córnea por el Banco de Olhos de Sorocaba (Banco de Ojos de Sorocaba) y la Harvard Medical School (Facultad de Medicina de Harvard). Él trabaja en su clínica en Belém do Pará, Brasil, y habló sobre el desarrollo del glaucoma, factores de riesgo, prevención y tratamiento. Lea la entrevista.
¿Cuáles son los síntomas del glaucoma?
En la mayoría de los casos, es una enfermedad silenciosa; el paciente no siente nada, pero tiene la enfermedad hace años. Resulta que la pérdida visual causada por el glaucoma es periférica, o sea, el campo de visión se va cerrando de a poco. Como usamos mayormente la visión central y no estamos prestándole mucha atención a la periferia, generalmente, el paciente recién percibe que algo está mal cuando la enfermedad está avanzada.
Existe otro tipo de enfermedad, más raro, que es el glaucoma agudo. Se trata de una crisis que genera dolor y mucho enrojecimiento en los ojos, a veces náuseas y vómitos, y en esos casos la pérdida visual puede ser abrupta y muy grave.
¿Existen factores de riesgo y hábitos que pueden desencadenar el problema?
El glaucoma no está muy relacionado a los hábitos. Pero sí puede estar relacionado a una complicación quirúrgica o a un efecto colateral de alguna medicación.
Con respecto a los factores de riesgo, el principal de ellos es la presión intraocular elevada. Las personas que tienen un historial familiar de glaucoma, afrodescendientes, diabéticas o que usan corticoides también tienen mayor predisposición a la enfermedad. La edad también es un factor de riesgo, por eso, se recomienda que las personas a partir de los 40 años hagan una consulta anual con un oftalmólogo.
¿Cómo se diagnostica?
El examen de presión ocular contribuye para el diagnóstico. Pero es importante destacar que, si el paciente se hace ese examen y detecta una elevación (por sobre 21) puntual, eso no significa que tiene glaucoma. Sí puede tener una predisposición, pero se necesita realizar un examen más minucioso. El diagnóstico se da, de hecho, con el examen de campo visual y con el examen de retinografía.
¿Existe tratamiento y cura?
El tratamiento es a base de colirios que disminuyen la presión del ojo. En caso de que no den resultado, se puede considerar realizar algún procedimiento como la trabeculectomia o el implante de una válvula de drenaje dentro del ojo. Todas esas alternativas tienen como objetivo contener el avance de la enfermedad. Como las lesiones en el nervio óptico son irreversibles, ninguno de estos tratamientos le devolverá al paciente la visión si ya la ha perdido.
¿Es posible prevenir el glaucoma? ¿Cómo?
Sí, es posible prevenirlo. Si logramos detectar el problema de la presión precozmente, podemos tomar las medidas necesarias para impedir una lesión en el nervio.
¿Qué aconseja con respecto a los cuidados con la visión?
Pensando en la prevención de enfermedades, mi consejo es que todos hagan consultas oftalmológicas de rutina. Y no estoy hablando solo de exámenes para verificar el grado de los anteojos, sino todos los exámenes completos. Así como el glaucoma, hay otras enfermedades oftalmológicas silenciosas, pero si detectamos los problemas antes de cualquier síntoma, podremos prevenir que se agraven.
Otro consejo es no hacer uso de medicación de forma indiscriminada. Mucha gente se automedica con base en una búsqueda que realizó en Internet o en una conversación con algún amigo, pero eso puede ser peligroso. Por ejemplo, los corticoides son medicamentos que ayudan en una serie de problemas, pero si la persona los usa sin orientación médica, en una dosis o por un tiempo no indicado, eso puede causar, a largo plazo, varias enfermedades en los ojos. Es común que en los consultorios oftalmológicos surjan pacientes con glaucoma, cataratas y otros problemas causados por el uso indebido de corticoides.
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