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Remedios naturales para la salud: alimentación y ejercicio físico

Una alimentación balanceada y una rutina de ejercicio físico, además de promover más salud, ayuda en la prevención de enfermedades.


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La alimentación balanceada y la actividad física hacen la diferencia en el bienestar del ser humano. (Foto: Shutterstock)

Hablar sobre alimentación es más que hablar de nutrientes y alimentos: es un conjunto de sensaciones expresadas por medio de aromas, texturas, sabores y hasta de saciedad. Esta acerca a los individuos, independientemente de sus diferencias: creencia, raza, color, idioma, cultura, opiniones y costumbres. La alimentación está presente en varios eventos sociales. Siempre hay comida cuando se juntan dos o más personas para reuniones, festividades y momentos de alegría o tristeza.

No existe un modelo único de alimentación saludable para seguir. Deben considerarse muchos factores cuando se adopta un estilo alimentario que promueva la salud, como la cultura y la región del país donde se vive, el clima, la religión, los hábitos y las preferencias alimentarias de la familia, sumados a los conocimientos populares y científicos. Todos estos aspectos son considerados herramientas para orientar una alimentación saludable.

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Dietas y beneficios

Un tipo de dieta es la vegetariana. Esta se clasifica de acuerdo con los alimentos de origen animal que el individuo consume:

- Ovolactovegetariano es el vegetariano que utiliza huevos, leche y derivados en la alimentación (SVB, 2012).

- Lacto-vegetariano es el vegetariano que no utiliza huevos, pero hace uso de leche y derivados (SVB, 2012).

- Ovo-vegetariano es el vegetariano que no utiliza leche y derivados, pero consume huevos (SVB, 2012).

- Vegetariano estricto es el vegetariano que no utiliza ningún derivado animal en su alimentación (SVB, 2012).

Los beneficios de la dieta vegetariana están relacionados a la prevención y tratamiento de las enfermedades crónicas no transmisibles (SVB, 2012) (enfermedades circulatorias, respiratorias crónicas, cáncer y diabetes), que tienen como factores de riesgo modificables la alimentación no saludable, la obesidad, el tabaquismo, el alcoholismo y la inactividad física (BRASIL, 2021).

En la dieta vegetariana se debe prestar atención al consumo adecuado de calcio, hierro, zinc, ómega-3 y vitamina B12. Los alimentos de origen vegetal presentan componentes, entre ellos el ácido oxálico, que disminuyen la absorción de varios nutrientes, principalmente el calcio y el hierro.

En este sentido, cuanto mayor la variedad de alimentos en la dieta, mejor será la calidad de la alimentación, lo que dará como resultado en una mayor diversidad en la obtención de nutrientes (BRASIL, 2014). No es apropiado componer una alimentación saludable con un solo alimento o grupo de alimentos específicos, ya que no proveen todos los nutrientes en cantidades necesarias para promover una buena nutrición y, en consecuencia, una buena salud (BRASIL, 2008).

Por una salud mejor

Otro factor importante que ayuda a mantener la salud y la prevención de enfermedades es el ejercicio físico. Se sabe que los principales factores de riesgo para las enfermedades que más matan a las personas en el mundo actualmente (Enfermedades crónicas no transmisibles - DCNT) están relacionados con el estilo de vida, o sea, los hábitos que una persona adquiere y mantiene a lo largo de la vida. Por ejemplo, una dieta inadecuada, el tabaquismo, el alcoholismo y el sedentarismo (ARAÚJO et al., 2017). Además de prevenir estos tipos de enfermedades y también ayudar en su tratamiento, podemos afirmar que un estilo de vida saludable prolonga la vida y reduce la mortalidad. Hay fuertes evidencias de que cuanto mayor sea el tiempo de exposición a un estilo de vida saludable, mayor será la longevidad (PORTES y SILVA, 2017).

Así como la alimentación, el ejercicio físico es uno de los hábitos modificables de mayor relevancia, en los cuales se incluyen también la dieta y el uso de tabaco y alcohol (SINGH et al., 2017). Las estimativas indican que, de las muertes por DCNT ocurridas en 2015, aproximadamente un millón y seiscientas de ellas pueden ser atribuidas a la falta de ejercicio físico (FOROUZANFAR et al., 2015).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la inclusión del ejercicio físico en momentos de recreación, como medio de transporte, en el trabajo, en casa y también en la forma de ejercicios planeados, en el contexto diario, familiar y comunitario (WHO, 2011). Para aumentar la aptitud física y reducir el riesgo de enfermedades crónicas, se recomienda ciento cincuenta minutos de ejercicio aeróbico en intensidad moderada, o por lo menos setenta y cinco minutos en intensidad vigorosa, acumulados a lo largo de una semana. También deben realizarse ejercicios de fortalecimiento muscular dos o más veces por semana (WHO, 2011).

Mejorando la salud

Con relación a la lucha contra el sedentarismo, es importante resaltar que la actividad física, o los movimientos que realizamos a diario también ayudan en esta cuestión. El término “actividad física” puede comprenderse como cualquier movimiento corporal que resulte en consumo de energía (CASPERSEN et al., 1985). De acuerdo con esa definición, las actividades cotidianas como trasladarse al trabajo, ocuparse de actividades domésticas, cuidar de las plantas, cepillarse los dientes, bailar y practicar deportes son ejemplos de actividad física. La palabra “ejercicio” entonces representa una subcategoría de la actividad física. El ejercicio es una actividad física planificada, estructurada, repetitiva y realizada con un propósito (CASPERSEN et al., 1985), generalmente el de mantener o mejorar la aptitud física (pero también por razones de salud, estética o recreación).

De esa forma, la alimentación saludable debe estar compuesta por alimentos variados, de preferencia in natura y predominantemente de origen vegetal, siempre respetando los hábitos alimentarios y las condiciones socioeconómicas y culturales de los individuos. Así, debe desempeñar un papel fundamental en la prevención de enfermedades y la promoción de la salud, además de ser uno de los factores para un estilo de vida saludable.

El estilo de vida activo, o sea, la práctica de actividades físicas y ejercicios dirigidos debe estimularse a lo largo de toda la vida. Con eso, contribuimos para mantener la salud y prevenir varias enfermedades, como el cáncer, la diabetes, la hipertensión arterial y la osteoporosis, entre otras.


Marcia Maria Hernandes de Abreu de Oliveira Salgueiro es doctora y posee una maestría en Salud Pública por la Universidad de São Paulo (USP). Es docente del curso de Maestría Profesional en Promoción de la Salud del Centro Universitario Adventista de São Paulo (UNASP).

Natália Cristina de Oliveira es doctora en Ciencias Médicas por la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo. Posee una maestría en Ciencias por la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo, y es docente del curso de Maestría Profesional en Promoción de la Salud de UNASP.


Referencias:

ARAÚJO, S.P.; OLIVEIRA, N.C.; CORRÊA, C.D.; PONTES, H.T.; CERQUEIRA, P.A.; PORTES, L.A. Mulheres na atenção primária à saúde: exercício físico, estilo de vida e fatores de risco cardiovascular. Reciis - Revista Eletrônica de Comunicação, Informação e Inovação em Saúde, v.11, n.13, p.1-13, 2017.

BRASIL. Ministério da Saúde. Secretaria de Atenção à Saúde. Departamento de Atenção Básica. Guia alimentar para a população brasileira. 2. ed. Brasília, DF, 2014. 156 p. Disponible en: <http://189.28.128.100/dab/docs/portaldab/publicacoes/guia_alimentar_populacao_brasileira.pdf>. Ingresado el 16 de mar. 2024.

BRASIL. Ministério da Saúde. Secretaria de Atenção à Saúde. Guia alimentar para a população brasileira: promovendo a alimentação saudável. Brasília, DF, 2008. 210 p. Disponible en: <http://bvsms.saude.gov.br/bvs/publicacoes/guia_alimentar_populacao_brasileira_2008.pdf>. Ingresado el 16 de mar. 2024.

BRASIL. Ministério da Saúde. Secretaria de Vigilância em Saúde. Departamento de Análise em Saúde e Vigilância de Doenças Não Transmissíveis. Plano de Ações Estratégicas para o Enfrentamento das Doenças Crônicas e Agravos não Transmissíveis no Brasil 2021-2030 [recurso eletrônico] / Ministério da Saúde, Secretaria de Vigilância em Saúde, Departamento de Análise em Saúde e Vigilância de Doenças Não Transmissíveis. – Brasília: Ministério da Saúde, 2021. 118 p: il. Disponible en: <http://bvsms.saude.gov.br/bvs/publicacoes/plano_enfrentamento_doencas_cronicas_agravos_2021_2030.pdf. Ingresado el 16 de mar. 2024.

CASPERSEN, C.J.; POWELL, K.E.; CHRISTENSON, G.M. Physical activity, exercise and physical fitness. Public Health Reports, v.100, n.2, p.126-131, 1985.

FOROUZANFAR, M.H.; AFSHIN, A.; ALEXANDER, L.T.; ANDERSON, H.R.; BHUTTA, Z.A.; BIRYUKOV, S.; et al. Global, regional, and national comparative risk assessment of 79 behavioural, environmental and occupational, and metabolic risks or clusters of risks, 1990-2015: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2015. The Lancet, v.388, n.10053, p.1659-1724, 2015.

PORTES, L.A.; SILVA, N.C.O.V. Estilo de vida: fundamento adventista de saúde. LifeStyle Journal, v.4, n.2, p.103-111, 2017.

SINGH, A.; BASSI, S.; NAZAR, G.P.; SALUIA, K.; PARK, M.; KINRA, S.; et al. Impact of school policies on non-communicable disease risk factors - a systematic review. BMC Public Health, v.17, n.1, p.292, 2017.

SVB. Sociedade Vegetariana Brasileira. Departamento de Medicina e Nutrição. Guia alimentar de dietas vegetarianas para adultos. São Paulo: SVB, 2012. 65 p. Disponible en: <https://www.svb.org.br/livros/guia-alimentar.pdf>. Ingresado el 5 de mar. 2024.

WORLD HEALTH ORGANIZATION (WHO). Global Recommendations on Physical Activity for Health: 18-64 years old. 2011. Disponible en: http://www.who.int/dietphysicalactivity/physical-activity-recommendations-18-64years.pdf. Ingresado el 21/nov/2023.