Maryland, EE.UU...[ASN] Los niños del vecindario que juegan fútbol bajo la dirección del entrenador adventista en Tayikistán tienen algo más de qué preocuparse además de las tarjetas amarilla y roja. Ellos también tratan de evitar la tarjeta azul especial. El entrenador, Bakhriddin [bahk-RIH-dihn],  muestra la tarjeta azul cuando escucha a un jugador decir malas palabras. Si un jugador recibe dos tarjetas azules, queda fuera del juego.

Los padres aprecian la disciplina exigida por Bakhriddin a sus jugadores. Ellos notaron que los hijos los están ayudando más en casa debido a la disciplina que aprenden en el campo de fútbol. Los niños insultan menos y no pasan mucho tiempo en juegos de computador. 

Una nueva acción misionera

El equipo de fútbol es parte de un esfuerzo adventista para alcanzar a los vecinos en Tayikistán, un país sin litoral, en Asia Central, y predominantemente musulmán. Solo 204 adventistas residen ahí. Más de  mil miembros de la iglesia dejaron Tayikistán en medio de la inestabilidad en la última década. Los líderes de la iglesia dicen que es difícil hablar de Jesús, ya que el evangelismo público está prohibido.

Pero los líderes de la iglesia están esperanzados después que 18 personas se bautizaron en 2016, resultado de programas de oración y misioneros. Los líderes de la iglesia están trabajando para desarrollar más programas misioneros como el equipo de fútbol. Trabajan para establecer una escuela de inglés, realizar exposiciones sobre salud y familia, y apoyar un pequeño club de bicicletas. Esos programas crean oportunidades para el desarrollo de amistades con los vecinos y contribuyen a mejorar la sociedad.

Parte de la ofrenda del decimotercer sábado de este trimestre será designada para programas misioneros como este equipo de fútbol en Tayikistán.

 Misión accidental

El equipo de fútbol juega en un campo en las inmediaciones del único edificio adventista en la capital de Tayikistán, Dusambé [doo-shahn-bay]. El equipo se formó en el año 2015 cuando los niños del vecindario vieron a Bakhriddin jugando en el campo y le pidieron que sea su entrenador. Bakhriddin aceptó inmediatamente, animado por la idea de trabajar con niños y formar así amistades que puedan alcanzar a los padres.  Su proyecto no requiere mucho dinero, solo tres pelotas de fútbol, un silbato y un cronómetro. Bakhriddin ha recibido un certificado de la Confederación Asiática de Fútbol, el organismo gubernamental para el deporte en Asia, para entrenar a los niños con el equipo de fútbol.

Actualmente, entrena para dos o tres partidos semanales. Dieciocho minutos de cada sección de entrenamiento de 90 minutos los separa para lecciones morales. Los niños entre 11 y 13 años, dejaron de usar drogas y otras sustancias perjudiciales gracias a su participación en los deportes.

Ninguna tarjeta azul por malas palabras hubo durante un partido de fútbol presenciado por la Misión Adventista. Los niños corrían detrás de la pelota blanca con determinación, jugando bajo una llovizna. Mostraban una amplia sonrisa cada vez que el entrenador se dirigía a ellos. Media docena de niños miraron el partido, se notaba que deseaban que se los invite a jugar también. Bakhriddin dijo que los espectadores tendrían la oportunidad de unirse a ellos.

Después del juego, los padres invitaron al entrenador a ir a su casa a tomar té y conversar.

“Los padres están felices porque los hijos toman en serio el juego”, dijo el entrenador. “Ellos me buscaron y dijeron: ‘Estamos felices porque usted organizó este equipo y puso a nuestro hijo en el juego’”.

Por favor, oren por el equipo de fútbol, no para que gane los juegos, sino los corazones. También, apoyen la acción misionera en Tayikistán y alrededor del mundo con sus ofrendas misioneras en la Escuela Sabática. [Adventist Review, Andrew McChesney]