Programa "Madres de Rodillas hijos en Pie" se desarrolló en Antofagasta
Hermanas adventistas, se reunieron en la Iglesia Talcahuano de Antofagasta para participar del programa del Departamento del Minsterio de la Mujer "Madres de Rodillas, Hijos en pie" con el objeto de obtener sabias instrucciones sobre orientación fami...
Hermanas adventistas, se reunieron en la Iglesia Talcahuano de Antofagasta para participar del programa del Departamento del Minsterio de la Mujer "Madres de Rodillas, Hijos en pie" con el objeto de obtener sabias instrucciones sobre orientación familiar, educación cristiana de los hijos y momentos de oración para interceder por ellos.
En este programa, que se está desarrollando por primera vez en esta ciudad, instruyeron a las madres los pastores Mauricio Comte y José Ramírez Presidente y Secretario de la Misión Norte de Chile, tomando la palabra para abrir y cerrar la reunión. También en ella, intervinieron con ponencias similares, las hermanas Jocelyn Irigoyen, Directora del Ministerio de la Mujer de la Misión Norte y Carolina González, Directora del Colegio Adventista de Antofagasta. Así todos ellos, transmitieron a las presentes la importancia de la oración, en este tiempo en que los hijos son ampliamente atraidos por el secularismo y la indiferencia a la iglesia.
Al salón de la iglesia Talcahuano asistieron más de 140 cuarenta madres dispuestas a orar por sus hijos y recibir orientaciones directas para mejorar su ambiente familiar, especialmnente con el propósito de interceder por aquellos hijos que por diversas circunstancias han decidido alejarse de los caminos de Dios. Ellas, en un claro ambiente de recogimiento reconocieron su incapacidad de luchar solas, por lo que se demostraron agradecidas con la Iglesia Adventista, al ver que les ofreció una buena oportunidad para alivianar las cargas que algunas de ellas llevaban por mucho tiempo.
La reunión finalizó con una emotiva oración y la enrega de una pequeña "alfombra de oración" como obsequio para dedicarla a momentos en que cada madre doble sus rodillas al entregar diariamente a sus hijos a los brazos de Dios.