Hace tres meses, 72 países en desarrollo redujeron a la mitad el número de personas que sufren de hambre. Por primera vez el número estuvo debajo de 800 millones, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El día 19 de setiembre, casi 200 mil adolescentes de América del Sur conmemorarán el Día Mundial de los Conquistadores aliviando el hambre de 1 millón de personas necesitadas. La meta estipulada es distribuir 1 millón de panes en 1 hora para comunidades donde el Club de Conquistadores está presente.

La iniciativa tiene como base la historia bíblica que cuenta cómo Jesús multiplicó la merienda de un niño para más de 5 mil personas (Juan 6:1-15) y es motivada por el tema el niño que creyó en lo imposible. “Cada conquistador entregará cinco panes. Como tenemos 200 mil conquistadores [contando a los líderes], entregaremos 1 millón de panes en una hora”, explica Udolcy Zukowski, líder de los conquistadores para ocho países sudamericanos.

¿Quiénes son los Conquistadores?

El Club de Conquistadores es un programa oficial de la Iglesia Adventista del 7º Día formado por cerca de 1,5 millones de niños y niñas con edades entre 10 y 15 años, de diferentes clases sociales, color o religión alrededor del mundo. En Sudamérica, el grupo suma 199.460 miembros, siendo 173.715 brasileños.

El grupo hace reuniones semanales para aprender y desarrollar habilidades diferenciadas. Además de eso, junto a los líderes, esos niños y niñas trabajan en equipo procurando ser útiles a la sociedad.

El proyecto

El sábado 19 de setiembre, el tema el niño que creyó en lo imposible será debatido por la mañana en las iglesias, teniendo la Biblia como base teórica. A partir del inicio de la tarde, conquistadores y voluntarios que quieran ayudar pondrán en práctica el tema tratado. El grupo distribuirá los panes en un local previamente elegido.

Cada Club tiene la libertad para elegir el local que será auxiliado, también el tipo y la cantidad de panes que serán distribuidos. Según Zukowski, el desafío de distribuir 1 millón de panes es pequeño y puede ser superado.

Texto: Aline do Valle

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