Quito, Ecuador... [ASN] Prepararse para una buena noche de sueño puede implicar una ducha u otras prácticas que ayudarán a calmarte.  Algunas personas hacen ejercicio antes de descansar pero caer en una rutina de ejercicios sin cuartel no debe ser uno de ellos. Puede que tengas que quemar el vapor de un día difícil, un programa donde la última sesión de ejercicios extenuantes a ser cinco o seis horas antes de acostarte, para no agitarse cuando deberías estar calmándote.

Un ejercicio muy práctico es hacer ejercicios poco antes de acostarte que impliquen muy poca actividad y mucha respiración profunda, lo que ayudará a disminuir la frecuencia cardíaca y prepararte para dormir.

Organizarse para respetar las horas adecuadas del descanso, resultará beneficioso. [Equipo ASN, Vanessa Castro y Marco Chile]