Sergio Lima, pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Argentina, fue testigo y protagonista al mismo tiempo de un hecho milagroso. En la tarde de Martes, 18, volviendo hacia Corrientes, su hogar, en el puente General Manuel Belgrano encontró a una joven, María de 17 años, al borde de la baranda a punto de suicidarse.

Al verla no dudó un momento y bajó a rescatarla. El afirma: “Esos minutos fueron clave. Es donde uno hace un clic y si no actúa, le puede costar la vida a una persona”.

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“En esas situaciones hay que ser prudente porque uno no sabe la reacción de la chica. Ella no decía nada, solamente me miraba de reojo”, Lima describe. Al ver que ella se preparaba para soltarse, el pastor le decía: “No lo hagas! Por favor! Vos vales muchísimo! Cualquier problema que estés pasando tiene solución”.

En ese momento, el trataba de calmarla y mientras, se acercaba cada vez más.

Por otro lado, algunas personas empezaron a detenerse en el puente a observar la situación. El pastor recuerda que era muy delicada porque ella estaba en el borde y con “cualquier mala acción mía ella se podía largar. Estaba llorando y desesperada”.

Los medios locales se hicieron eco de la situación que conmocionó a toda la provincia y retratan el diálogo con el pastor Lima en el instante en que la rescatan. El medio Diario 21 replica las palabras del protagonista: “Mientras yo le hablaba, otro señor se acercó por atrás sin que ella pudiera verlo y con señas de mirada procedimos. El señor la agarró y ahí yo llego y la sostengo para luego bajarla”, dice Lima.

El pastor relata que luego de agarrarla, “la sacamos y la abrace. Empecé a hablarle para que pueda reaccionar. La gente lloraba, otros aplaudían. Me quede hasta el final hasta que llegue la policía”.

Lima comenta en las Redes Sociales sobre el caso y reflexiona: “María, realmente no hablo mucho, pero su tristeza y angustia expresaba mil palabras. En la noche nos dirigimos a visitarle en la asistencia del gabinete psicológico de la comisaría primera de Corrientes, quienes hicieron un gran trabajo. Ya estaba bastante recuperada, junto a su familia, quienes aún no creían lo sucedido”.

Y finaliza: “Estoy agradecido infinitamente a Dios que, sin duda, cuida de cada persona. Su amor es eterno para con cada hijo suyo que está sufriendo. Agradezco a Dios por ponerme en ese lugar, momento y hora indicada para salvar”.