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Comportamiento

Obra misionera une pareja con el mismo propósito

Historia de fe y oración motivó médicos a construir una familia y a predicar el evangelio juntos.


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Tayana e Iris ejercen diversas funciones en el ministerio evangelístico (Foto: Archivo Personal)

¿Cuáles son los criterios para elegir un compañero o compañera para la vida? En el libro de Efesios, en el capítulo 5, hay algunos consejos para la conducta individual y sobre qué esperar de una esposa o esposo. Y fue con base en esa lista que Tayana e Iris Sena entendieron y decidieron lo que querían para el futuro.

La pareja de médicos, que hasta diciembre de 2019 aún no era una pareja, se conoció durante una acción solidaria de la lancha Luzeiro, en Belém do Pará. En ese momento, ella era dentista y estudiante de Medicina, por eso se desempeñó cuidando de la parte odontológica en esa acción, mientras que Iris se encargó de la atención médica.

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Un paciente accidentado hizo que ellos intercambiaran las primeras palabras ese fin de semana. Ambos prestaron los primeros auxilios para que el hombre pudiera llegar a un hospital con más seguridad.

Pero no fue amor a primera vista. Iris recuerda que no vio “nada extraordinario, solo una joven común”. Tayana tiene el mismo recuerdo. Ambos estaban en otras relaciones afectivas, pero conscientes de que no en la situación ideal. “Yo estaba sufriendo mucho y sabía que hacía que la otra persona también sufriera”, recuerda la médica.

Hasta encontrarse, ambos tenían acompañamiento psicológico, lo que, según ellos, fue muy importante para tener las condiciones y la madurez para una relación. Pero aún más esencial fue la preparación y las oraciones con respecto a ese tema.

Criterios para un matrimonio feliz

Iris, al contrario de Tayana, ya estaba seguro de que buscaba una esposa, un matrimonio. Mientras no encontraba a su amada, se desempeñaba en el Ministerio Joven y en otros departamentos de su iglesia local. En ese tiempo, su oración era la siguiente: “Pedía a Dios que me transformara en el hombre descripto en Efesios 5”. Mientras tanto, la médica oraba para que Dios le mostrara un hombre según ese mismo texto.

Otra referencia que ambos compartieron, aún sin saberlo, fue la lectura del libro Cartas a jóvenes enamorados, de la escritora norteamericana Elena de White. Uno de los fragmentos dice así: “¿Me ayudará esta unión a dirigirme hacia el cielo? ¿Acrecentará mi amor a Dios? ¿Ampliará mi esfera de utilidad en esta vida? Si estas reflexiones no sugieren impedimentos, entonces proceda en el temor de Dios”.

Y fue así, racionalmente, que empezaron a considerar una relación. Desde el momento de la primera conversación hasta reencontrarse, ahora solteros, pasaron unos cuatro meses. Y, a partir de entonces, las cosas evolucionaron rápidamente. El plan inicial era que el intercambio de alianzas ocurriera en dos años, pero en seis meses estaban en el altar. En julio de 2022 celebrarán dos años de matrimonio.

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Pareja completa dos años de matrimonio y afirma elección correcta (Foto: Archivo personal)

Relación bien estructurada

Iris destaca tres pilares que considera fundamentales cuando se piensa en una relación. El primero es el pilar financiero. “La persona necesita tener un mínimo de sustento, incluso si es para pagar un regalo, una comida”, afirma el médico. El segundo pilar es el pilar emocional. “La persona debe estar bien estando sola, para entonces poder hacer feliz a otra persona”, cree. Según él, el matrimonio no es para hacerse feliz a uno mismo, sino al otro. Esperar algo diferente a eso es contar con el fracaso de la unión.

El último pilar, y el más importante, según él, es el pilar espiritual. La relación con Dios y la búsqueda intencional de la comunión son determinantes en el éxito del posible noviazgo o matrimonio. A partir de eso, él entendió que casarse con Tayana era la elección correcta.

“No aconsejamos que las personas hagan eso tan rápido”, exclama ella, entre risas. Pero para ellos, la elección tiene sentido. Además de las confirmaciones espirituales que recibieron, ambos estaban alineados en sus planes de vida para mantener a la nueva familia.

Sin embargo, el punto fundamental para ponerse de acuerdo era que ambos buscaban un compañero para la misión. “No oraba para casarme con un médico, sino con un siervo de Dios”, cuenta Tayana. Esa fue una de las señales de que Iris era la persona correcta. Ella le estaba dando estudios bíblicos a una prima, pero no le gustaba hacerlo sola. Hasta entonces, su hermano la acompañaba. Pero él se mudó a otro país por sus estudios. Por eso, invitó a Iris a acompañarla.

La soltura de él le llamó la atención. “Mira qué talentoso ese muchacho”, recordó Tayana, al contar sobre el momento, incluso antes del noviazgo, en que él la acompañó. “Yo quería a alguien que fuera mi pareja misionera”, afirma.

Hoy, la pareja sigue desempeñándose en los ministerios de la iglesia, con los estudios bíblicos y en la obra médico-misionera. Según ellos, los desafíos todavía existen, como en cualquier relación, pero la oración y el temor al Señor nos ayudan a superarlos. Y garantizan: “¡Está funcionando!”.