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Estilo de vida puede prevenir la depresión

Especialista alemán compartió descubrimiento, en reciente evento mundial, que tiene como propósito prevenir la depresión.


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La participación en relaciones sociales y conyugales es uno de los factores del estilo de vida que ayudan a prevenir la enfermedad.

La participación en relaciones sociales y conyugales es uno de los factores del estilo de vida que ayudan a prevenir la enfermedad.

Brasilia, DF… [ASN] Un evento realizado hace cuatro días en Argentina debatió temas relacionados a enfermedades y males de la mente. Un abordaje que llamó la atención en el Congreso mundial del cerebro, comportamiento y emociones fue en relación a la depresión y posibles medidas para disminuir su incidencia. Uno de los exponentes, el psiquiatra alemán Andreas Meyer-Lindenberg, relacionó el estilo de vida a la prevención de la enfermedad.

De acuerdo con el reportaje expuesto por la periodista Mariana Leal, en el sitio de la Radio CBN, donde cita charlas del médico durante el Congreso, para entender completamente la depresión “es preciso considerar la interacción y las adversidades del ambiente donde vive el paciente. Aunque cada caso deba ser analizado por separado, el investigador destacó que es posible prevenir la depresión con cinco pasos”.

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Además, de acuerdo con el reportaje, “hay cinco cosas que usted puede hacer para prevenir la depresión. La primera es estar socialmente activo, frecuentar un club, encontrar amigos o tener un noviazgo. La segunda es una técnica llamada atención plena, una manera de controlar lo que incomoda, evitando la repetición de pensamientos negativos, leer un libro viendo un video. Dormir bien, practicar deportes y trazarse objetivos para la vida completan la lista. Son medidas sencillas, pero las personas se sorprenden’, dice el psiquiatra”.

El médico Luis Fernando Sella, con una maestría en Medicina del estilo de vida, afirma que la depresión realmente puede combatirse con un cambio en la forma de vida. Y eso incluye hábitos que por ejemplo, los adventistas del séptimo día consideran como ocho remedios naturales (haga clic aquí y conozca cuáles son) y que incluyen algunos mencionados por el siquiatra alemán como el reposo y la práctica de ejercicio físico.

“La depresión sin duda puede ser tratada con menos medicación y más cambios en el estilo de vida. El aislamiento social es la causa activa de la depresión, como también la mala alimentación que desnutre el cerebro, el sedentarismo, el estrés y la mala higiene del sueño. Los medicamentos deben reservarse a los casos en que los cambios comportamentales no fueron suficientes para revertir”, comenta Sella.

La sicóloga Karyne Correia, columnista del portal adventistas.org, resaltó, en un artículo  (lea aquí), otro aspecto mencionado por el investigador alemán en relación a factores que potencializan la aparición de la depresión: la confianza en Dios, que ayuda a eliminar los pensamientos negativos. “La relación con Dios y la participación en su obra son excelentes remedios para el deprimido. En la relación con Dios, encontramos la esperanza que aparta la desesperanza de la depresión, y la alegría que aparta la tristeza, así como la seguridad aparta al miedo”, escribió.

Problema social

En un reportaje publicado en 2012, en el periódico alemán Deutsche Welle, el siquiatra Meyer-Lindenberg hablaba también sobre la conexión entre la depresión y el estilo de vida moderno, especialmente en relación a la vida en los grandes centros urbanos. De acuerdo con el reportaje, adaptado por la revista Carta Capital en portugués, “en Alemania, el número de días de licencia médica en el trabajo relacionada a disturbios mentales se duplicó entre 2000 y 2010. En América del Norte, recientes estimativas señalan que el 40% de los casos de licencia están relacionados a la depresión”.

Para el médico alemán, “en las ciudades puede suceder que las personas no conozcan a sus vecinos, no logran construir una red de apoyo social como en las villas y ciudades pequeñas. Se sienten solas y socialmente excluidas, sin una especie de red social de seguridad”.

Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) atestiguan que la depresión, como la ansiedad, son problemas que afectan a todas las áreas de la vida humana, inclusive la productividad en el trabajo. Cada dólar invertido en el tratamiento para la depresión y la ansiedad genera un retorno de cuatro por medio de mejoras en la salud y en la capacidad de trabajo del paciente, es lo que dice un estudio conducido por la entidad. La publicación estima, por primera vez, beneficios financieros y en el área de salud asociados a inversiones en el tratamiento de las dos formas más comunes de enfermedades mentales.

De acuerdo con la OMS, el estudio publicado en abril en el periódico The Lancet Psychiatry ofrece un fuerte argumento para más inversiones en los servicios de estadísticas, que indican que el cuadro de enfermedad mental se está agravando mundialmente. Entre 1990 y 2013, el número de personas con depresión y/o ansiedad aumentó en casi 50% pasando de 416 millones a 615 millones. Eso significa que cerca del 10% de la población mundial está afectada por el problema y que los desórdenes mentales son el origen del 30% de las enfermedades fatales registradas en el planeta.

En 2015, en todo el mundo, los adventistas distribuyeron millones de copias de un libro titulado  Viva con Esperanza) que trata de los grandes desafíos mundiales sobre salud. El capítulo 7, titulado Enemigo Mundial, está dedicado exclusivamente a reflexionar sobre formas prácticas de intentar evitar la depresión a partir de cambios en los hábitos diarios. [Equipo ASN, Felipe Lemos]