Buenos Aires, Argentina... [ASN] Durante casi tres semanas, más de 15 mil personas de la ciudad de Concordia, en Argentina, abandonaron sus hogares por la crecida del río Uruguay. Algunas familias fueron ubicadas en centros de evacuados dispuestos por la municipalidad; otras escaparon por su propia voluntad a casas de amigos o familiares. La Agencia Adventista para el Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) Argentina acompañó a los afectados por la inundación con su servicio móvil de lavandería.

El Plan Nacional de Respuesta de Emergencias que activó ADRA Argentina incluyó la distribución de kits familiares de limpieza, sumando al servicio de desinfección de hogares. Previamente, los miembros del Equipo Nacional de Respuesta a Emergencias realizaron un análisis y determinaron la vulnerabilidad de los barrios alcanzados por la inundación.

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Según criterios internacionales de ayuda humanitaria, los barrios aledaños al arroyo Manzores- afectados por dos metros de agua en las viviendas- fueron seleccionados como beneficiarios para la distribución de kits de Limpieza y el Servicio de Desinfección. Voluntarios y miembros del Equipo Nacional de ADRA realizaron una verificación en situ del estado de las viviendas, y distribuyeron 344 bouchers para organizar efectivamente la entrega de kits.

Dos días después de la distribución de kits de limpieza, en los barrios Nebel norte y sur, 25 de mayo y Sargento Cabrera, comenzaron las tareas de desinfección de hogares a través de una sanitización con motopulverizadora. En dos días se logró cubrir 344 hogares que, previamente, habían accedido a kits de limpieza.

Agradecimientos a ADRA

Padres y madres de familia expresaron su agradecimiento: «no hubiéramos podido comprar estos elementos por nuestra cuenta y ahora estaríamos mucho más expuestos a las enfermedades que están apareciendo».

Ricardo, vecino de barrio 25 de mayo se lamentaba: «es una pena, siempre la pagamos los más pobres». Al recibir su kit, agregó: «ustedes se preocupan más por nuestra dignidad que cualquier otro». «Ojala todos trabajaran como ustedes, fue la mejor atención que recibimos y la primera vez que nos tratan como personas», le comentó una madre del Barrio Cabrera a Esteban, operador de motopulverizadora y técnico del Servicio de Desinfección. Eugenio, un empleado municipal del mismo barrio dijo que desde el 2009 nadie se acercaba al barrio para ayudarlos y «jamás nos hubiéramos imaginado algo tan completo como lo que están haciendo ustedes».

Después de prestar los distintos servicios, el Equipo de Respuesta a la Emergencia se acercó a conocer la situación particular de cada familia, para escuchar opiniones sobre el trabajo realizado y recibir consejos para mejorar el servicio: «esto tendrían que hacer todas las organizaciones. Qué bueno que pasen a ver cómo estamos», opinó Yanina, una vecina de Nebel Sur que había perdido todo lo que había en su casa. [Equipo ASN, Joaquín Weiss]

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