Un centenar de personas en situación de calle recibieron abrigo en la Plaza del Congreso
Se regalaron 100 ponchos y se entregaron más de 100 viandas de guiso y paquetes de Granix
Por Alexis Villar
“El que no vive para servir, no sirve para vivir”, decía Teresa de Calcuta. Cuando el amor dignifica y se traduce en acciones concretas, puntuales y claras, esta tiene consecuencias hasta la eternidad. Y tal vez eso ocurrió el domingo 24 de junio en la Plaza Del Congreso, en Buenos Aires.
A pesar de las bajas temperaturas, un grupo de 50 voluntarios de la Iglesia Adventista que participan del grupo Ayuda Urbana llevaron abrigo a personas que se encuentran en situación de calle.
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Darío González, miembro del equipo de Ayuda Urbana, destacó días atrás, antes del encuentro, que “la idea de regalar los ponchos nos pareció original. Y en nuestro caso conocemos a quién se los vamos a dar. Queremos tener con ellos un trato más personal”.
Ese día llegó y juntos compartieron momentos de alabanzas, oración en pequeños grupos, conocieron los pedidos y agradecimientos de cada uno de los beneficiarios. González enfatiza que se pudo hablar con todos los partícipes, conocer sus nombres e inquietudes: “Nos enfocamos en dignificar a quienes participan de estas actividades”, subraya. Puntualmente, 100 personas recibieron ponchos. Además, se entregaron más de 100 viandas de guiso y muchos paquetes de productos Granix.
“Queremos agradecer a nuestro Dios por los diferentes milagros que pudimos vivenciar a lo largo de la campaña”, dicen desde Ayuda Urbana, refiriéndose al proyecto “Emponchando el Congreso”.
A su vez, se recalca el trabajo y la predisposición de cada voluntario que dono su tiempo para cortar, coser los ponchos, embolsar, diseñar etiquetas y aquellos que colaboraron económicamente y fueron parte de este proyecto.