En el mundo y sobre todo en países en América del Sur muchas familias necesitan de ayuda, como víveres de primera necesidad. Guayaquil, ciudad ubicada al Sur del Ecuador, se encuentra dentro de las cinco ciudad con mayor tasa de pobreza en el país, según dato recopilado hasta septiembre del 2019.

Ante el estado de emergencia que se vive en el país, el gobierno ecuatoriano realiza acciones para brindar canastas con insumos básicos a las familias con mayor necesidad, ya que muchas subsisten con lo que trabajan día a día, pero en estos momentos no pueden trabajar y cubrir estos gastos. Por eso, la Iglesia Adventista en Ecuador decidió sumar fuerzas al ver esta necesidad.

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Muy temprano del martes 31 de marzo, pastores y funcionarios de la sede administrativa de la Iglesia Adventista acudieron a una de las cadenas de alimentos más grande del Ecuador para comprar víveres de primera necesidad. Gracias a esta iniciativa, cerca de 200 miembros con mayor necesidad de los sectores Perimetral, 38 ava, Sur y Florida, sectores de Guayaquil, recibieron estos alimentos.

El pastor Fernando Landeta comenta un poco de cómo fue su experiencia al ir a cada hogar y entregar alimentos. “El Señor nos dio la alegría de volver a ver a nuestros hermanos y compartir algo con ellos, para que compartan con sus seres queridos y amigos que estudian la Biblia”, dijo.

Manos amigas

La campaña de donación de alimentos engloba a la Iglesia y a la comunidad debido a la rápida expansión del COVID-19 en el Ecuador, y que el lapso de la emergencia sanitaria se ha ampliado a cumplir casi a un mes de duración, lo que dificulta que las personas puedan salir a trabajar con normalidad.

Esta campaña consiste en que las iglesias locales de cada ciudad, junto con sus miembros, recaudaran una cantidad voluntaria de dinero para poder comprar víveres indispensables para la alimentación familiar y de esta manera armar kits para ser entregados a las familias ecuatorianas.

La iniciativa se realizó con la ayuda de voluntarios de la Iglesia Adventista, quienes realizaron la compra de alimentos y la formación de los kits a ser entregados, siempre bajo las respectivas medidas de prevención e higiene. Posterior a eso se inició la distribución de los kits en cada ciudad, y de esta manera, más de 1200 familias se vieron beneficiadas hasta la actualidad.

De esta manera, la Iglesia Adventista busca ayudar a solventar las necesidades físicas del prójimo, compartiendo con las personas el amor de Dios a través de alimento material y espiritual.

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