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Adventistas en Israel agradecen estar a salvo luego de escapar de la muerte de milagro

Líderes regionales de la iglesia llaman a los miembros a orar por la paz en la región


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La familia de Andrei y Olya Semyonovs. Todas las ventanas de su departamento fueron destrozadas cuando un misil cayó en el patio de su edificio mientras ellos estaban en un refugio antiaéreo cercano (Foto: Campo de Israel de la Iglesia Adventista del Séptimo Día)

Las cuatro personas de una familia adventista del séptimo día que vive en Israel agradecen estar a salvo luego que un misil cayera en el patio de su edificio, en la ciudad de Asdod, y destrozara todas las ventanas de su departamento. Un pastor adventista en Tel Aviv también compartió una experiencia desgarradora de explosiones de misiles en el vecindario de su familia, mientras que los líderes eclesiásticos en el país llaman a orar por la paz.

“Dios es la fuente de la verdadera paz. Él nos guarda de la agitación”, escribió Daniel Stojanovic, presidente del Campo de Israel de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en un boletín enviado a los líderes adventistas alrededor del mundo. “¿Cómo tener paz en medio de la agitación? ¿Cómo vivir tranquilamente en medio de los misiles? Solo es posible cuando estamos cerca de nuestro Padre celestial”, respondió.

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Adrei y Olya Semyonovs viven en Asdod, donde hay una comunidad adventista del séptimo día. Junto a sus dos hijos, emigraron a Israel en 2020. Durante el primer año, tuvieron que soportar las restricciones y confinamientos relacionados con la pandemia de COVID-19. Cuando finalizaron los protocolos de vacunación y pensaron que la vida volvería nuevamente a la normalidad, estalló el conflicto entre Israel y Palestina.

Como no tienen un refugio antiaéreo en su departamento, la pareja tuvo que desplazarse a un refugio antiaéreo público cerca de su hogar, informó el director de Comunicación del Campo de Israel de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Sergey Gregorev. “Por casi una semana, pasaban los días y las noches con otras personas”, escribió Gregorev.

El 17 de mayo, un misil cayó en su patio, lo que causó severos daños a una casa vecina. “La onda expansiva destruyó todas las ventanas de su departamento, lo que hizo del departamento un lugar inseguro para vivir. Los niños sufrieron un shock terrible debido al fuerte estruendo y horribles efectos del misil. Gracias a Dios todos están vivos”.

El patio del edificio en Asdod donde viven los Semyonovs y donde cayó un misil hace poco, este mes (Foto: Campo de Israel de la Iglesia Adventista del Séptimo Día)

Gregorev compartió que los miembros de iglesia llevaron a la familia Semyonov a Haifa, lejos de los ataques con misiles.

Un pastor en Tel Aviv

Más al norte, el pastor adventista del séptimo día español, Gerardo Farias, quien ha estado sirviendo en Israel por tres años, compartió la dura experiencia que él y su esposa sobrellevaron mientras paseaban a sus perros una tarde.

“[De pronto] sonó la alarma, y estábamos en medio de la calle, sin ningún refugio cerca”, escribió Farias. “Simplemente hicimos lo que hicieron otras personas que estaban cerca: corrimos y nos arrodillamos contra una pared. Fue impresionante ver misiles cruzar el cielo y explotar delante de nuestros ojos”.

Farias dijo que estaba agradecido de haber podido sobrevivir y volver a su departamento de forma segura. “Esa noche, por la gracia de Dios, regresamos a casa, y fuimos con nuestros vecinos a un refugio antiaéreo”, escribió Farias. “Las alarmas han estado sonando toda la semana; día y noche. [El sábado (Shabbath)], justo después del servicio de la iglesia, hubo otro ataque”, añadió.

“Esta vez, un misil cayó a 1.4 km de nuestra casa. Escuchamos la explosión más fuerte que otras veces. Nunca había visto el poder destructivo de un misil en primera mano. Había esquirlas en todas partes. Vidrios rotos incluso a 100 metros de la explosión. Es muy difícil de asimilar”.

A pesar de los continuos desafíos, Farias enfatizó que su confianza en Dios no ha disminuído. “Nuestro Dios está al control. Los miembros de iglesia están bien. Nosotros estamos bien. Necesitamos sus oraciones para que se llegue a la paz a Medio Oriente”, escribió.

Una institución adventista en el este de Jerusalén

El Campo de Israel de la Iglesia Adventista tiene una institución en el este de Jerusalén que, según Stojanovic, está cerca de los puntos de tensión que parecen haber desencadenado el reciente conflicto. La simbólica Puerta de Damasco, un punto estratégico conveniente para las reuniones en masa, no está lejos del Centro de Estudios Adventista. “La cercanía del Centro de Estudios a la Puerta de Damasco hace todo incierto si la violencia continúa”, escribió Stojanovic.

El informó que un voluntario y una familia de estudiantes están viviendo en el Centro de Estudios Adventista. Están seguros, pero su situación es incierta.

“Los invitamos a continuar orando por Jerusalén, por el país de Israel, por el Centro de Estudios Adventista y, de forma específica, por las personas. Que nuestro Padre celestial sea su protección”, escribió Stojanovic. “Que él ayude a los líderes políticos a encontrar una solución que sea estable y que esté inspirada por el respeto, la justicia y la paz”.

El Campo de Israel de los Adventistas del Séptimo Día tiene 22 congregaciones en Israel y cerca de 830 miembros bautizados que hablan ocho idiomas: hebreo, ruso, inglés, español, rumano, árabe, amárico y akan (de Ghana), según Stojanovic. La Iglesia Adventista emplea a cinco ministros de tiempo completo y dos pastores asistentes.