Brasilia, DF… [ASN] Si se lo compara a otros países del mundo, Brasil es el que más ofrece libertad religiosa a sus ciudadanos. Mientras tanto, unos de los más intolerantes en el asunto es Egipto, que tiene una clasificación de 8.9 en una escala de 10. Para analizar esos datos y dialogar sobre las acciones y proyectos que pueden mejorar los índices en Brasil y en otros lugares, autoridades relacionadas al tema se reunieron el pasado martes 5 en la sede de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para ocho países de Sudamérica, en Brasilia.

El encuentro contó con la participación del sociólogo Brian Grim, presidente de Religious Freedom & Business Foundation [fundación de libertad religiosa y negocios], primera organización dedicada a educar empresas sobre la razón por la cual la libertad religiosa permitirá que sean más productivas y exitosas. Durante años, Grim fue investigador senior del Pew Research Center en el área de Religión y Asuntos Mundiales, de la cual se desvinculó en febrero de este año. La institución es globalmente conocida por brindar información sobre tendencias y temas que moldean el desarrollo del mundo, y por realizar investigaciones de opinión pública, demográfica, análisis de contenidos de los medios de comunicación y de ciencia social empírica.

Frente a los datos sobre el tema de la libertad religiosa, Grin dijo que muchos otros países deben adoptar prácticas semejantes a las de Brasil. “Nosotros sabemos cuál es el problema, pero también sabemos cuál es la solución: Brasil. El país tiene una historia para compartir con el mundo”, destaca él.  El sociólogo cree que parte del cambio con relación a este tema puede venir de las compañías, a partir del momento  en que comprendan que la libertad religiosa es buena para los negocios. Su idea también es utilizar los deportes a modo de puente en relación al asunto.

Diálogo necesario

El presidente de la Iglesia Adventista para Sudamérica, el pastor Erton Köhler, recordó que el diálogo es importante y que la libertad religiosa no es algo exclusivo de una denominación. O sea, las decisiones deben favorecer a otros grupos y deben respetar sus creencias. “Es una lucha que involucra a todos aquellos que profesan alguna fe. Es por eso que debemos unir fuerzas en pro de un ideal común, y unirnos para continuar teniendo derecho a profesar aquello que creemos”, aclaró. El pastor también afirmó que la Iglesia Adventista está abierta al diálogo, el análisis y la colaboración con los proyectos que la Religious Freedom & Business Foundation pretende desarrollar aquí.

“Cada iglesia local debe ser un núcleo de defensa de la libertad de culto donde está inserta, y ayudar a sus miembros a entender que el ataque a la libertad religiosa es un ataque a la dignidad humana”, explica el pastor Rafael Rossi, director de Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista para ocho países de Sudamérica. “Tenemos un mensaje que proclamar, según el mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14 y, para hacer eso necesitamos de esa libertad”.  El pastor Rossi señala que algunas de las posiciones de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa (IRLA) sirven de guía al tratar el tema de:

a. Incentivar al pueblo brasileño para que promueva activamente los principios de la libertad de religión o creencia, como se desarrolla en el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del cuerpo de instrumentos internacionales de derechos humanos, a través de fórums, congresos y festivales de libertad religiosa;

b. Instar al gobierno brasileño para que esté atento y proporcione un ambiente positivo para la libertad religiosa de acuerdo con los patrones internacionales;

c. Animar a los que supervisan los procesos constitucional y legislativo para ofrecer protección a la libertad religiosa que no beneficie a una fe en particular, sin perjuicio de quienes practican otras religiones o ninguna;

d. Identificar formas concretas de involucrarse en la defensa de la libertad religiosa y garantizar que tal defensa sea sensible tanto al contexto como a la situación;

e. Incentivar a las personas, inclusive los jóvenes, a que tomen la iniciativa de convertirse en defensores de la libertad religiosa, local e internacionalmente;

f. Mantener la libertad religiosa como derecho humano único y fundamental, y resistir a la presión de aceptar argumentos reduccionistas que afirman que ya existen otros derechos como la libertad de expresión, de asociación e igualdad, que harían innecesaria la libertad religiosa;

g. Reafirmar la separación entre el Estado y la religión. El Estado debe permanecer neutro y no hostil con respecto a las religiones, reconociendo que estas contribuyen positivamente en la sociedad, garantizando en términos de la ley la libertad religiosa de todos y la protección del hecho religioso.

También participaron de la reunión el juez Flávio Cooper, presidente del Tribunal Regional del Trabajo de la 15ª región; Damaris Moura, presidente de la Comisión de Derecho y Libertad Religiosa de la Orden de los Abogados de Brasil (OAB-SP); Gregory Clark, abogado internacional; Fábio Nascimento, abogado; Ney Garcia, periodista; Samuel Gomes de Lima, presidente de la Asociación Brasileña de Libertad Religiosa y Ciudadanía (Ablirc); Marcos Tavares, secretario de asuntos jurídicos del Municipio de Cesário Lange, en el interior del estado de Sao Paulo; Pastor Luís Mário, asistente de la presidencia de la Iglesia Adventista para ocho países de Sudamérica; Luigi Braga, director jurídico de la Iglesia Adventista en Sudamérica y Vanderlei Vianna, asesor jurídico asistente de la Iglesia Adventista en Sudamérica.

Ver, a continuación, la posición adventista con respecto a la libertad religiosa.